El Astuy acoge las Jornadas de la Langosta
Un menú compuesto por seis platos, en el que la langosta de Isla acapara el protagonismo, es la propuesta que a partir de estw viernes 14 de octubre, se podrá degustar dentro de la IX Jornadas de la Langosta del Hotel-Restaurante Astuy (Isla, Cantabria).
El menú degustación de este año está compuesto por Pulpo frito con alioli de patata y muselina de pimiento rojo de Isla; Carpaccio de gamba roja y su emulsión con cóctel de mango y fuji; Ravioli de wonton relleno de langosta en salsa de vieira; Sorbete de limones de Novales; Langosta de Isla (asada o a la plancha, 450 gramos) y Soufflé de la casa.
El menú incluye, por cada dos personas, una botella de tinto Rioja o de blanco Albariño de la casa. El precio del menú, al igual que en las ocho ediciones precedentes, es de 48€ más IVA.
La oferta se completa con tres propuestas de alojamiento: en el hotel (habitación doble, menú degustación de las Jornadas de la Langosta y desayuno buffet por 165€ la pareja); en apartamento con bañera de hidromasaje (misma oferta por 185€ la pareja) y en junior suite, también con bañera de hidromasaje, por 205€. Las tres opciones de alojamiento incluyen el menú de las Jornadas de la Langosta y el desayuno buffet.
Buena parte de la fama de la langosta de Isla la tiene la familia Astuy, cuya historia va ligada a la pesca de este crustáceo en aguas del Cantábrico y a su posterior comercialización.
El abuelo de los actuales gerentes de este complejo turístico, Feliciano Astuy Gorroño, levantó el Hotel Astuy en 1965. Pero la historia se remonta a muchos años atrás, ya que en 1905 Lope Astuy, padre de Feliciano, construyó el primer vivero de langosta de la zona.
El restaurante cuenta con su propio vivero de marisco, excavado en roca natural y con entrada directa de agua marina. TAl comensal, al que se le da incluso la opción de pescar su propia langosta.
El vivero alberga cerca de 4.000 kilos de langosta, lo que permite disponer del producto estrella a lo largo de todo el año.
El microclima creado en el interior del vivero garantiza la calidad de la langosta, que se almacena en enormes piscinas donde la entrada del agua del mar es regulada mediante compuertas.
Cualquier cliente que llegue a este rincón de Isla y quiera visitar el vivero es invitado a hacerlo; recibirá, además, todas las explicaciones acerca de las características, mantenimiento y cocinado del producto. Además, este emblemático establecimiento de Isla cuenta con venta online de langosta a través de la web www.langostadelcantabrico.es.
La langosta es un crustáceo de crecimiento lento. Engordan 100 gramos al año, aproximadamente, por lo que un ejemplar de 2 kilogramos tendrá de 20 a 30 años. Cuando llega la hora de cocinarla, Arsenio Pérez, el chef del restaurante, la introduce en agua hirviendo durante 25 minutos para después meterla en agua con hielo. Un gesto que permite realizar el corte con facilidad y tersa la carne de la langosta. De ella se aprovecha casi todo, pues salvo las branquias y el caparazón el resto va directo a la mesa.