Protesta esta mañana frente a Delegación de Gobierno.

Según los primeros datos que llegan desde los centros escolares y que ha proporcionado en Gobierno de Cantabria, entorno el 71% de los estudiantes cántabros han secundado la huelga estudiantil que había convocada para este 26 de octubre.

El Gobierno ha remitido un estudio sobre los datos de la huelga que han proporcionado los colegios e institutos públicos, en los que se apreciar que el mayor seguimiento ha sido en los ciclos medios, con un 85%.

En bachillerato el 81% de los alumnos no han acudido a clase, como el 70% de los estudiantes de los ciclos superiores. Los que menos se han unido a la huelga son los estudiantes de educación secundaria, de los cuales un 62% han faltado a clase.

La Consejería de Educación, mediante una nota de prensa, ha reiterado su rechazo a la LOMCE y a las reválidas y ha reclamado la paralización de las evaluaciones finales de 4º de la ESO y 2º de Bachillerato.

El consejero, Ramón Ruiz, ha recordado que el decreto de la LOMCE ha sido recurrido al Tribunal Supremo, y ha repetido su queja sobre las reválidas que, en su opinión, «revelan desconfianza hacia la evaluación continua de nuestro profesorado, tienen un tufo clasista y condenan a un sector del alumnado a no lograr el título si suspenden la reválida, aunque la evaluación haya sido positiva en los cuatro años de la ESO y los dos años del Bachillerato”.

LA FAPA HA DENUNCIADO «PRESIONES» DE LOS CENTROS EDUCATIVOS PARA FRENAR LA HUELGA

En la previa de la huelga, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA) en Cantabria ha denunciado «presiones» de los equipos directivos de varios centros educativos de la región para que los estudiantes y profesores no secundaran la huelga.

En un comunicado remitido este martes, la FAPA Cantabria ha denunciado que se estaba informando «incorrectamente» a las familias sobre la «imposibilidad de que sus hijos puedan participar en la jornada de huelga», y se estaba presionando a los alumnos para que acudan a clase, convocando exámenes o avanzando en tareas. 

A preguntas de este medio, la presidenta de la FAPA Leticia Cardenal ha asegurado que a estas horas no se han registrado más incidentes que frenaran la huelga educativa. «Los padres han firmado permisos a sus hijos y aquellos que tenían exámenes los han hecho y se han vuelto a ir. No tenemos constancia de mayores problemas», ha asegurado.

Asímismo, han declarado que les ha sorprendido el amplio seguimiento que ha tenido la huelga incluso en ciclos inferiores de primaria e infantil, y que ha valorado de «rotundo éxito». «Ha sido sorprendente el apoyo, absolutamente mayoritario», ha declarado, y ha animado a todos a acudir a la manifestación que esta tarde tendrá lugar en Santander a las 18.30 horas desde la Consejería de Educación.

LOS ESTUDIANTES PROTESTAN EN LAS CALLES

Por la mañana han tenido lugar las primeras movilizaciones en las calles. Unos 300 estudiantes se han manifestado este mediodía frente a la Delegación de Gobierno por la aplicación de la LOMCE y la imposición de las reválidas, obligatorias desde este curso para graduarse de ESO y bachillerato.

El Colectivo de Estudiantes, convocante de la huelga junto al Frente de Estudiantes y la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA), ha cifrado el seguimiento en un 85% en los centros de Santander y un 90% en Torrelavega.

A la huelga se ha adherido también partidos de izquierdas con IU y Podemos y la Junta de Personal Docente, formado por los sindicatos STEC, CCOO, UGT y ANPE, que han cifrado el seguimiento de la huelga en un 80%.

LAS NUEVAS GENERACIONES DEL PP RECHAZAN LA HUELGA

Las Nuevas Generaciones del PP de Cantabria han manifestado su total rechazo a la huelga estudiantil. Su vicesecretaria de Educación, Cristina Arienza, ha asegurado que “se trata de una convocatoria totalmente politizada y que, como en otras ocasiones, está siendo utilizada para dar una imagen distorsionada de las reformas educativas únicamente por provenir de donde proceden”.

Las NNGG han defendido las nuevas y criticadas reválidas, que ellos consideran “evaluaciones”, y se muestran convencidos de que “no sólo no obstaculizarán la trayectoria educativa del alumnado, sino que la mejorarán”.