Partido Popular y Podemos llevarán en los próximos días al Parlamento de Cantabria dos de los asuntos más controvertidos de la gestión del bipartito cántabro PSOE-PRC:

-la situación de la empresa pública SODERCAN, cuyo responsable, Salvador Blanco, acumula reproches a sus actuaciones políticos, administrativos y judiciales, con el único apoyo ya de PSOE y PRC.

– y lo concerniente al Año Santo Lebaniego, con pocos avances pese a la cercanía de la fecha y con un proceso de adjudicación convulso, con adjudicatarios incómodos

Además, en ambos casos, esa presión de la oposición se llevará al Pleno del Parlamento en una ‘presión’ que más allá del tradicional debate entre partidos, se ejerce sobre el Gobierno en su conjunto e incluso sobre el propio presidente, Miguel Ángel Revilla, más acostumbrado (y cómodo) en los últimos tiempos a centrarse en temas nacionales o en cuestiones más amables en Cantabria.

EL AÑO LEBANIEGO

Así, por un lado, este mismo lunes –el Parlamento no hará Puente-, el PP interpelará al Gobierno sobre las las actuaciones que se están llevando a cabo con motivo de la preparación del Año Jubilar Lebaniego 2017.

Lo hará el diputado Santiago Recio –exdirector general de Turismo–, que pide detalles sobre la empresa pública que gestionará este evento y sobre cómo va la captación de patrocinios y los compromisos con empresas para organizar eventos, en una interpelación que quiere llamar la atención sobre la aparente parálisis en la organización de una cita que se pretende clave para la promoción turística de Cantabria.

Y que podría llegar a los tribunales, toda vez que cuando se adjudicó la gestión de la empresa, una de las empresas excluidas –a cuyo frente está la exinterventora del anterior Gobierno PSOEPRC, Gema Uruiarte- ha amenazado con acciones legales tras la adjudicación a otra, una unión temporal de empresas con una parte gallega procedente de exaltos cargos de la Xunta y con socios cántabros ligado al grupo PITMA (ITM), nuevos accionistas del Racing que ya tienen a una persona trabajando en el club en funciones de marketing.

SODERCAN

La otra acción parlamentario sobre una cuestión controvertida del bipartito será ya la semana siguiente, el 7 de noviembre, con una pregunta de Podemos sobre la gestión de SODERCAN dirigida expresamente al presidente cántabro Miguel Ángel Revilla (cuya investidura, al estar en minoría el Gobierno, salió adelante precisamente gracias a la abstención de Podemos, que condiciona su postura al presupuesto cántabro al futuro de Salvador Blanco, cuestionado responsable de esta empresa pública).

Salvador Blanco y Eva Díaz Tezanos

Así, el diputado José Ramón Blanco preguntará a Revilla qué valoración tiene sobre el Informe Definitivo de la Intervención General del Gobierno de Cantabria de Auditoría de Legalidad. Operativa y Gestión de la Sociedad de Desarrollo Regional de Cantabria S.A. (Sodercan) del año 2012.

En él se mencionaban cuestiones como el fraccionamiento de proyectos, la falta de informes previos y posteriores en los proyectos que recibían dinero público, el conocimiento previo por parte de adjudicatarios de los concursos de SODERCAN, contratos por asesoría sin soporte documental y sobrefinanciación pública a empresas privadas.

El informe del interventor (alto funcionario público nombrado por el Gobierno, en este caso nombrado por el PP y ratificado por PSOE y PRC sin que le hayan destituido después de que saliera a la luz este informe) se suma a otros avisos, de entes como el Tribunal de Cuentas, la Justicia o el Parlamento de Cantabria, con mayoría de toda la oposición.

“Es preciso que el señor Revilla, adalid de la anticorrupción con todos los casos que ocurren a lo largo y ancho de todo el país, se moje sobre estas irregularidades, cometidas durante el tiempo en el que él fue presidente de esta autonomía, y que han quedado claramente reflejadas en este informe”, advierten en Podemos a Revilla, cuyo partido, el PRC, perdió durante las negociaciones del pacto a esta empresa pública, que en lugar de estar en Industria (regionalista) está ahora en la órbita socialista.