Ana Ordás nació en San Sebastián y estudió Biblioteconomía y documentación en la Universidad de Granada. Además, probó a estudiar Derecho en la Universidad de Cantabria, pero no le convenció, lo suyo eran las bibliotecas y los libros.

Ana Ordás

El mundo de las redes sociales y de Internet la fascina. Es tanto su entusiasmo que hizo un curso en Community Manager y Social Media en la Universidad Carlos III de Madrid, ciudad en la que vive actualmente.

Otro de sus temas favoritos y al que dedica gran parte de su tiempo, es la gamificación. Tema del que hablará en la Biblioteca Centra del Cantabria este viernes 2 de diciembre  a partir de las 16:30.

En su blog profundiza en este ámbito, centrándose en las bibliotecas. Ordás tanteó la parte de marketing digital, pero admite que “ya hay mucha gente para ello”. Así que exploró otros posibles temas que la interesaran y se decantó por la gamificación en las bibliotecas: “Tenía una lista de los temas que más me gustaban y este no lo trataba nadie”, explica a EL FARADIO.

La gamificación, según esta experta, consiste en “usar técnicas del diseño de los juegos para motivar a las personas a realizar una acción”.

Ordás explica que la palabra viene de juego en inglés (game) y que se pueden a aplicar a distintos entornos que no sean de juegos.

La gamificación pertenece a una rama denominada pensamiento lúdico’: “dentro de ese paraguas denominado en inglés game thinking están los juegos, la gamificación y el aprendizaje basado en juegos”.

Su objetivo ahora es aplicar los elementos de esos juegos a la biblioteca. “Enseñar a los bibliotecarios a que utilicen el poder del juego para atraer a la gente a la biblioteca”, aclara Ana Ordás. Todavía no ha tenido la oportunidad de llevarlo a la práctica, sino que está empezando ahora con talleres y explicando cómo funciona.

Sin embargo, confiesa que los bibliotecarios le comentan que ya lo hacían sin metodología ni objetivos. “En España solo conozco en colegios, pero en bibliotecas no hay ningún ejemplo todavía”, explica Ordás. Por otro lado, en países como Estados Unidos o Dinamarca ya se han empezado a utilizar estas técnicas. Ella cuenta como, por ejemplo, en la Biblioteca Pública de Nueva York se creó una narrativa llamada ‘Encuentra el Futuro’.

“¿Se usa adecuadamente las bibliotecas?” Ana Ordás opina que cada uno debería usarlo para lo que necesita.

“Las bibliotecas públicas, por ejemplo, deberían poder ofrecer a aquellos que les gusten leer y no tienen muchos recursos, esos libros que necesitan. Pero en las bibliotecas no solo hay libros». ,matiza, planteando una reflexión sobre hacía donde deben ir las bibliotecas del futuro, en las que no solamente debe haber libros ni silencio.

Así, en las bibliotecas tiene que haber un espacio para estudiar, explica Ordás. Sin embargo, especifica que “la biblioteca es un lugar para descubrir cosas, para hablar con otros, para hacer reuniones, para hacer consultas”. Según ella, el principal problema es que no hay dinero y además se le da poca importancia, por lo que apenas se puede progresar en estos aspectos.