Las duras pruebas para renovar los ‘títulos’ de la cata
La directora de Calidad del Grupo Dromedario, Begoña Baqué, ha renovado la certificación Q Arabica Grader, una titulación otorgada por la Speciality Coffee Association que le permite participar en catas o jurados.
Para obtener dicho título en 2013, fue necesario pasar 20 pruebas. Estas pruebas van desde la cata de cafés para la detección de anomalías en los mismos, hasta la valoración de la excelencia de ciertos cafés. Catas complejas de para la identificación de sabores, olores, etc.
Este año tocaba renovar la certificación, cita a la que asistió el pasado 28 de octubre, y para la que no vale sólo con tener el título, sino que es necesario también pasar tres pruebas exigentes con el fin de determinar si se sigue siendo merecedor de una titulación de esta magnitud.
La prueba consistió en una cata ciega de 6 cafés; 5 tazas por cada uno, de los que había que determinar el mejor valorado, dos cafés que se repiten, un café con defecto y un café que no cumple con el requisito mínimo para ser especial, es decir, que obtenga una valoración superior a 80 puntos.
Tras la valoración, sólo se permite un punto de discrepancia con el examinador. Todo lo que suba o baje de un punto dará la prueba como fallida con lo que se verá truncada la certificación y será necesaria la renovación total del título. Esto se realiza con tres tipos de arábicas; arábicas lavados, arábicas asiáticos y arábicas naturales.
El estar en poder de esta titulación te permite determinar la idoneidad y excelencia de cafés, valorar cafés, formar parte de jurados de concursos de cafés, etc.