Dialéctica de puños y pistolas
“Sic semper tyrannis” (Así siempre a los tiranos) dijo John Wilkes Booth al disparar sobre Abraham Lincoln, presidente de EEUU en 1865.
El lunes se vio nuevamente, aunque de otro modo, al fallecer acribillado a balazos el embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, mientras acudía a una exposición en la capital del país euroasiático. Todo como “respuesta” al apoyo de Vladimir Putin para con el régimen baazista sirio y sobretodo tras la caída de Aleppo, primera urbe siria en cuanto a población, en manos gubernamentales.
La prensa no tardó en calificar al tirador, Mevlüt Mert Altın-taş como un terrorista vinculado al DAESH o el mal llamado ”Estado Islámico”. Lo primero, porque habría que decir que en Aleppo las “fuerzas” integristas que acaban contra el régimen de Bachar Al Assad, era el Frente Al Nusra. Filial de Al Qaeda en el país del levante, grupo armado, del cual múltiples cuadros militares procedían de la Anatolia Turca o del Cáucaso Ruso (si la información dada es fehaciente, el asesino, era de origen checheno, pueblo que lleva más de 200 años en lu-cha continua contra el estado ruso, al cual considera opresor y genocida).
No por ello, se debe dejar aparte el hecho o factor que este magnicidio recuerda tristemente a los años de plomo del estado profundo turco, previos al golpe de estado de Kenan Evren en 1980.
Pistolerismo que iba desde los ataques del Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia (ASALA), que asesino a varios diplomáticos turcos en base a la negativa de Ankara a reconocer el genocidio del pueblo armenio cometido por el Imperio Otomano, a los asesinatos de disidentes políticos de filiación mar-xista o maoísta, realizados por los Lobos Grises, rama paramilitar del partido político ultraderechista “Movimiento Patriótico” de Alparslan Turkesh.
Curiosamente, el atacante abatido, cuyo empleo no era otro que policía local, fue apartado en Julio de este año, por supuesta connivencia con el golpe que intentó acabar con la presidencia de Recep Tayyip Erdogan.
Curioso dato, puesto que la trama conocida como “Ergenekon”, está vinculada a los Lobos Grises, que son un grupo ultranacionalista y secular. No como el DAESH o Al Qaeda, que son integristas y panislamistas.
Queda saber tras un análisis exhaustivo de las autoridades, el porque de ese asesinato. ¿Lavado de cerebro a un ex policía en horas bajas? ¿La idea de un panislamismo que lucha por una hermandad musulmana global y creó un acto como el del secuestro de un avión ruso por integristas turcos en 1994, que desviaron dicho vuelo desde Ankara a Mirenalye Vodi, para dar a conocer “la opresión de los mu-sulmanes chechenos por el autócrata Boris Yeltsin”? ¿O no será un cúmulo de intereses creados desde enero de 2011, en esas Primaveras Árabes, que no sólo no es que se marchiten, sino que asimismo nunca llegaron a germinar?
Unido a ello está el descenso al caos del Estado Turco. Que bien podía derivar en un conflicto civil por la violencia diaria en el Kurdistán, los atentados de un grupo supuestamente escindido del PKK (los “Halcones del Kurdistán”) de los cuales nada se sabe y con ello la paulatina deriva del jefe de Estado hacia un régimen presidencialista de partido único, lo que algunos politólogos llaman “democratadores”. Poco o nada sabemos, a decir verdad. Y a mayor información que disponemos, mayor entropía.
Tras este terrible suceso, escasas horas des-pués, en Berlín acaeció un atropello de un mercado navideño, con el balance provisional de 9 falle-cidos y casi medio centenar de heridos. Los mass media ya informaban de que bien podía ser un atentado similar al de Niza en Julio pasado, pero la fiscalía germana barajó todas las hipótesis.
Y aunque la canciller Merkel, admitió que en principio no podían certificar que el copiloto del camión, fuese el autor, el DAESH posteriormente asumió la autoría del atentado en su web (fiel reflejo a esa época entre 2001-2011 en el cual, todo atentado llevaba la “firma” de Al Qaeda.
Una vez más, el discurso del miedo, previsiblemente, calará. Y también habría de decirse que en suelo teutón hay justamente, unos 2 millones de ciudadanos de origen turco. No quiere decir el autor de estas líneas que deban ser investigados, ni mucho menos.
Más bien que ese choque de civilizaciones, tan pro-pugnado por los neoconservadores – inclusive dos miembro del Partido Popular, una, Andrea Levi, que llegó a hablar de “Guerra del Islam contra Occidente” y otro, Percival Manglano que en su cuenta de twitter vinculó el atentado con la crisis de refugiados- puede “triunfar” si el gobierno de Berlín y las instituciones no optan por un ambiente de tolerancia y respeto (a realizar por todas las partes, sin excepción) para evitar que la juventud de origen turco pueda ser manipulada, como los franceses de origen magrebí lo fueron por el Grupo Islámico Armado en los 90’ y en los últimos años por Ansar Dine o Al Qaeda en el Magreb Islámico. Finalizando con otra noticia que parece un chiste como es la defensa de un “Plan Marshall” para Siria, a partir de Enero. Cuando ya casi no queda nada piedra sobre piedra, en un país que es por desgracia, una sombra de lo que otrora fue.