Viva la Vijanera
El próximo ocho de enero se celebra en la localidad cántabra de Silió una nueva edición de La Vijanera, trasladada a esta fecha por coincidir su ubicación original en el calendario (se celebra habitualmente el primer domingo del año) con la entrada del 2017.
La Vijanera, considerada desde 2010 como Fiesta de Interés Turístico Nacional, es el nombre que recibe el primer antruidu del año en Europa, tratándose de una de las mascaradas de invierno que mejor se han mantenido hasta la actualidad, como atestigua el reconocimiento internacional que acompaña al evento y el arraigo adquirido dentro de la agenda social del país.
Algo que habla muy a favor de la Asociación Cultural Amigos de la Vijanera como organizadores de este acontecimiento, que el Colectivo Cultural Bígaro primero y ellos después lograron recuperar en 1982 tras su prohibición durante el franquismo. Asociados a la Red Ibérica de Máscaras, trabajan por conseguir la declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la mayor brevedad posible, por parte de la UNESCO.
Su origen no está nada claro, y se pierde a lo largo de los tiempos, aunque hay varias interpretaciones fundamentadas por algunos etnógrafos e historiadores que sostienen el vínculo de la celebración con el rito celta del solsticio hiemal, que ocurre por la inclinación axial del eje terrestre y que en el hemisferio norte supone “el regreso del sol”, cuando los días comienzan a alargarse.
Al igual que en otras ceremonias paganas que se realizaban antiguamente en tributo a estos fenómenos , la realidad convivía con la magia para solicitar a las fuerzas de la naturaleza los mejores deseos futuros y eliminar la negatividad existente, coincidiendo con el supuesto nacimiento del astro rey en una especie de transición entre lo venidero y lo pasado.
Otra corriente advierte de la presencia de trajes y rituales semejantes en el arte paleolítico, como se puede apreciar en las cuevas de Altamira entre otras.
También hay teorías que señalan como predecesoras a las fiestas romanas en honor a Jano, dios de las puertas, de los comienzos y los finales. Se le invocaba en enero, mes que recibe el nombre tras la deformación del original en latín en su paso al castellano. Al mismo tiempo, recordamos que el picu Jano, impone su esplendor en el valle de Iguña.
Actualmente, el ritual está dotado de un gran simbolismo identitario en el que se exalta la colectividad local, así como de una gran carga crítica, denunciando el estado de las cosas a través de la utilización de la sátira, y difundiendo los acontecimientos más relevantes sucedidos durante el ciclo que se cierra.
Todo ello desde la visión colorista de un nutrido grupo de personajes que recrean la caza y posterior muerte simbólica del oso, personaje que encarna la creencia instalada en el acerbo popular del peligro que acechaba a sus recursos, a la par que tratan de ahuyentar a los malos espíritus. Este año se prevé alcanzar entre los vecinos la cifra de 170 participantes.
Desde bien temprano, los campanos anuncian el comienzo de la festividad, y la comitiva inicia la representación por las calles del pueblo.
Durante el recorrido podemos observar entre los mazcaritados a los danzantes blancos, ataviados con la faja roja y el inconfundible gorro adornado de cascabeles que repiquetean en cada blinco, a los zorromocos haciendo sonar el cuerno, a la zorra, al oso apresado con una cadena por su captor , las gorilonas, la preñá y el marido, los trapajones, el diablo que tratar de imponer el miedo entre los asistentes, los guardias civiles, la madama, y un largo etcétera hasta completar el sinfín de protagonistas de esta tradición ancestral.
Tras pedir guerra o paz en la raya que marca los límites con la población vecina de Santián y luchar por defender el territorio de los foraneos, retornan a la plaza de las escuelas para recitar las coplas populares , y reproducir el parto de la preñá bajo la supervisión de unos médicos y enfermeras muy peculiares, que ayudaran a traer al mundo a una gallina, gato o conejo que represente el nacimiento del nuevo año.
La fiesta termina con la muerte del oso , que es abatido por las lanzas y palos de los mozos, aunque la música y el buen ambiente continua en los bares de Silió hasta que oscurece.
El horario de la programación prevista para este año, es la siguiente :
-Entre las 6.30 y 7.00 horas de la mañana, los campanos anunciaran el comienzo de la jornada.
-A las 11.00 horas aproximadamente, los vijaneros se agrupan para comenzar el recorrido.
-A las 12.00 horas se procede a la captura del oso.
-A eso de las 12.30 del mediodía se decidirá entre Guerra y Paz en la frontera territorial con Santián.
-Cerca de las 13.00 horas se recitaran las coplas en la campa situada junto a las escuelas.
-A las 14.00 h, como conclusión de los actos relativos al ritual, se lancea al oso hasta darlo muerte, simbolizando el triunfo del bien sobre el mal.
-A partir de las 14.00 h, el espíritu vijanero se traslada a las tabernas de la localidad.
Esta edición contara con varias sorpresas, y recuperara formatos presentes en antiguas ediciones. Este domingo, centenares de curiosos volverán a estremecerse de orgullo al grito de ¡Viva la Vijanera!