Trabajadores de Telemarketing: “Estás controlado, auditado constantemente”
Este jueves, los trabajadores de Unitono de Camargo se han concentrado en protesta por las condiciones laborales y por los despidos que se han efectuado en la plantilla.
Estos despidos están basados en que, según la empresa, los teleoperadores dedican demasiado tiempo en atender al cliente, superando los límites de minutos que les imponen.
Es la parte oscura del telemarketing, una de las profesiones que más ofertas laborales produce en los últimos años, y que ha aumentado sus beneficios a costa de las condiciones de sus trabajadores.
Una profesión cuyo convenio no se actualiza desde el año 2014, y que enfrenta que algunas empresas tengan el suyo propio, incluso más duro que en general.
En este convenio se refleja que la paga a los teleoperadores es de poco más de 4 euros la hora, y que, por ejemplo, la nocturnidad se está pagando a poco más de un euro. Por ello, los trabajadores y sindicatos protestan desde hace meses exigiendo un nuevo convenio que mejore sus condiciones.
PAUSAS DE SOLO CINCO MINUTOS CADA HORA
Ese salario, unido a las condiciones del día a día, muestran una de las profesiones más estresantes de hoy en día.
“Estás controlado, auditado constantemente. Puedes aguantar insultos, que te griten y cuelguen pero siempre con sonrisa telefónica”, asegura en una entrevista Mónica Pérez, responsable de Telemarketing en el sindicato UGT en Cantabria, que recalca que de cualquier crítica del cliente, al margen que sea contra la compañía o el producto, se responsabiliza siempre al trabajador.
“No puedes levantarte cuando quieras al baño a orinar, ya que solo tienes una pausa de cinco minutos cada hora y un descanso de 20 minutos”, relata. “No tienes más, y tienes que estar como un cronómetro, no te pases”, insiste.
Otros problemas que afrontan estos empleados son la rotación laboral, que solo mantiene unos meses en el puesto a la gran mayoría; y también la externalización que hace que los trabajadores de una misma empresa tengan que encargarse al mismo tiempo de la gestión de varios clientes con diferentes necesidades
“En Cantabria no se nota tanto en el resto de España es un call center”, asegura Mónica Pérez, que plantea un escenario en el que un teleoperador “te está llamando para ofrecerte lo que sea y el de al lado te está atendiendo el siniestro que has tenido en el coche”
También son conocidos por todos las quejas por los objetivos mínimos que imponen las empresas para mantener el trabajo de estos teleoperadores y que, según critican, “son normalmente irreales e inalcanzables”. “Alguien siempre llega pero unos objetivos, que puedan tener incentivos, es para que la mayoría de la gente pueda alcanzarlo. Si no es absurdo ponerlo”, matiza.