Tras más de dos años la Asamblea en Defensa de la Senda y Costa Norte de Santander sigue esperando respuestas de las administraciones a su petición de un nuevo plan para la senda, que revierta el daño paisajístico causado las obras elaboradas por la empresa Dragados; y en el que puedan participar todos los vecinos.

Miriam García, exdirectora general de Ordenación del Territorio y Urbanismo, que este sábado hablará con los vecinos de la senda costera.

Desde la Asamblea piden que se actualicen los documentos, elaborados en base a estudios realizados hace más de una década, y que el proyecto de la senda se idee desde cero y no poniendo parches al antiguo plan.

En su objetivo de ser más partícipes, han organizado el acto ‘Articulando la Costa, la medida del borde’, que celebrarán este sábado, día 11 de febrero, a las 17.00 horas en el Centro Social Bellavista Julio Blanco, en la calle Camus, 30 (ha habido un cambio de última hora, inicialmente iba a ser a las 12,30 en los locales del Hogar San Pablo, en Cueto.)

Allí, ofrecerá una charla sobre la ordenación y el desarrollo de la costa santanderina Miriam García García, arquitecta, paisajista, ex directora general de Urbanismo del Gobierno de Cantabria durante el ejercicio 2003-2007, y la responsable de elaborar el Plan de Ordenación del Litoral de Cantabria.

Ella confía en que el acto sea “sobre todo una conversación”, tal y como ha asegurado en una entrevista a EL FARADIO. “Voy a hablar de la relación de la senda con la ciudad. Porque hay un proyecto urbanístico que se ha agotado y en el que la senda era un actor importante en la construcción de ese escenario. Ahora que éste ha desaparecido, la senda puede ser otra cosa, tener otra pinta”.

Miriam García considera que el concepto de senda costera debe remarcarse, porque “no se trata de una obra, sino la experiencia personal de caminar y encontrarte con el litoral”. Por ello, también relatará la experiencia que ha vivido en otros países y contextos sobre cómo se han realizado sendas en el litoral con la participación ciudadana.

“Me gustaría que si mi charla sirve de algo sea, no tanto para cambiar el proyecto, que también pero cambiará de todas formas, sino para cambiar el proceso con el que cual se diseñe el proyecto y ellos se conviertan en partícipes”.

Ella también aboga por darles más voz a los vecinos, pues ellos, en su opinión, solo intentan “defenderse de unas actuaciones que consideran hostiles”, y “entienden que el medio en el que viven y pasean se ha visto perturbado por unas obras desmesuradas”. Algo que ya confesó en su momento el jefe de Demarcación de Costas en Cantabria, José Antonio Osorio durante su visita a las obras.

“EL TALÓN DE AQUILES DEL PGOU ERA EL MODELO”

Una vez anulado el PGOU de Santander, las mentes de todos están puestas en este proyecto y la elaboración de uno nuevo. También los vecinos de la senda están pendientes, después de que el de 2012 planteara un desarrollo total de la costa, con la construcción de un campo de golf y el cambio en la ruta de la senda para darle cabida.

La senda costera de Santander.

“Probablemente tenga muchas cuestiones que estén bien”, asegura García en referencia al Plan General. “Pero el corazón, el modelo de ocupación absoluta del territorio y de transformación del litoral para un espacio recreativo creo que está desajustado de la realidad. Eran castillos en el aire”.

Ella considera que tanto Ayuntamiento como Gobierno deben acordar las normas transitorias con las que salvar muchos proyectos, porque “hay cosas que pueden funcionar”. “Creo que el talón de Aquiles del PGOU era el modelo, el escenario que planteaban, y no la gestión y la técnica”.

Desde que ella elaboró el Plan de Ordenación del Litoral han pasado más de doce años, en los que cree “lamentablemente no han cambiado muchas cosas”. “No sé si los pasos que se han dado desde entonces son los que estaban en el espíritu de los que trabajamos para el litoral y Cantabria”.

Muchos de ellos se opusieron a proyectos políticos como las viviendas en el litoral o la ordenación del territorio de costa, y “el tiempo nos ha dado la razón”; ya sea porque “los tribunales los ha echado abajo”, como las sentencias de derribo o las anulaciones de los PGOU, “o la sociedad los ve ajenos”, como es el caso de la senda.

“Me gustaría pensar que se ha creado una conciencia de que la manera de relacionarse en las ciudades de la costa con el litoral ha de ser necesariamente otra”, insiste. Aunque en este aspecto sí cree que “algunos políticos y técnicos se han quedado anclados en el pasado, pensando que el Plan es un papel”.

“Se nos ha convencido de que las instituciones son un poder que actúa de arriba abajo, que hemos dado un paso atrás y hemos renunciado a compartir, gestionar y proponer”, considera, y cree que la ciudadanía en muchos casos se ha quedado solo “en la reivindicación”. Algo en lo que distingue a colectivos como el de la senda costera, que ve que “tienen una actitud pro-activa y quieren ser partícipes en su elaboración”.