Ningún ser humano es ilegal
||por JESÚS PUENTE, activista de Libres y Pasaje Seguro||
El domingo 26 de febrero se cumple un año de la movilización europea a favor del Pasaje Seguro para las personas refugiadas que se acumulaban en las fronteras del este de Europa y que morían a miles ahogadas en el Mediterráneo. Un año después, decenas de miles de refugiados se hacinan en condiciones infames en el este de Europa y el Mediterráneo sigue arrojando miles de cadáveres de seres humanos que intentan llegar a Europa.
Hace un año la Unión Europea (UE) y los estados que la componen, empezando por el nuestro, incumplían sus propios acuerdos de septiembre de 2015 de acoger a 160.000 personas refugiadas. Hoy el porcentaje total de acogida asciende al 7%, sin que haya ninguna política prevista de organizar realmente la acogida y la instalación de los que se agolpan y mueren a nuestros ojos. En cambio, las políticas de militarización de las fronteras, de presión y expulsión de los migrantes que residen con nosotros, se consolidan y aumentan.
Son esas políticas de exclusión de los migrantes, de represión y persecución, las que fomentan el crecimiento de la xenofobia y del fascismo en Europa. Por más que la hipocresía y el doble lenguaje inherentes a la élite político-económica de la UE, busque responsabilidades en las mafias, Isis o en Trump, el mejor discípulo de las políticas de exclusión migratoria de la UE.
No son solo las políticas represivas contra las personas migrantes la causa del crecimiento de grupos ultranacionalistas y fascistas, los estados de la UE promueven la reducción de las libertades, las “leyes mordaza”, el miedo al otro con la excusa del terrorismo. Esas políticas marcan camino, abren paso a quienes serán capaces de ejecutarlas contra toda la población sin ataduras ni dobles lenguajes. los Hollande, Merkel y Rajoy son los precursores de los Orban y Le Pen.
¿Ha cambiado algo este año en Europa a pesar del panorama? Sí lo ha hecho, ha crecido la movilización social solidaria con las personas refugiadas y migrantes, crece el número y la organización de las personas que no estamos dispuestas a contemplar este estado de cosas sin hacer nada. La solidaridad directa con los refugiados en los campos donde se les concentra aumenta, la denuncia de la situación en las otras fronteras como las vallas de la vergüenza de Ceuta y Melilla aumenta, las movilizaciones exigiendo el cambio de las políticas migratorias de la UE también aumentan.
Estos pasos adelante deben continuar. Solamente con el crecimiento de la movilización ciudadana podremos parar e impugnar este conjunto de políticas carentes de legitimidad democrática. Un año después de las movilizaciones de febrero de 2016, redes solidarias como la de Pasaje Seguro Cantabria trabajan y se coordinan en todo el país, las iniciativas en la calle, los eventos solidarios como carreras y conciertos se suceden, la información que contrarresta la propaganda racista y xenófoba se oye más. Un año después se producen manifestaciones como la del pasado 19 de febrero en Barcelona que ponen de manifiesto el crecimiento de la solidaridad y la presión de la ciudadanía.
Solo continuando así haremos frente a las políticas criminales de nuestros gobiernos. ¿Pues cómo calificar sino las políticas que mantienen campos de concentración, qué colocan concertinas que mutilan y desangran, qué obligan a las personas a usar pateras para ahogarse en el Mediterráneo? Sólo así podremos evitar que esas políticas también se nos apliquen, más temprano que tarde.
El domingo 26 de febrero a las 13 horas en la plaza del Ayuntamiento de Santander, al mismo tiempo que en otras partes de Europa podremos gritar en silencio, recordando a los seres humanos que han muerto y mueren por las poiticas injustas y crueles de los gobiernos de la UE. Podremos comprometernos a seguir trabajando y presionando para acabar con estas políticas xenófobas, autoritarias y sangrientas.
Porque ningún ser humano es ilegal, no a la Europa fortaleza, Pasaje Seguro Ya.