¿Qué es el auxilio?
Te propongo algo: escoge a una persona de tu entorno cercano a quien aprecies mucho. Descarta tu familia directa. Vete al círculo de amistades, pero no a esos con los que eres uña y carne y por los que darías la vida (bueno… si es que la darías por alguno). Una amistad a quien le hayas dicho “te quiero” o “estaré siempre que me necesites” y que no haya sido después de una borrachera. ¿Sí? ¿Ya tienes a esa persona? Bien.
Imagina que un día estás comiendo con esa persona y que cuando estáis acabando el postre te mira con cara muy seria y te dice:
Necesito que me hagas un favor. Me estoy muriendo y necesito que alguien me lleve a Suiza para salvarme la vida. Y no quiero pedírselo a mi familia porque ese viaje implica que quien me acompañe corre el riesgo de pasar 15 años en prisión. ¿Qué me dices?
No contestes rápido. Ponte en su lugar. Piensa en lo que se juega esa persona y en por qué no quiere poner en riesgo a su familia. Puedes darle largas para hablarlo con sus padres, pareja, hermanos… O puedes responder en ese momento. Solo quiero que te lo plantees. Y que vayamos un paso más allá.
Ahora dale la vuelta. Imagina que esa persona a quien aprecias ha tenido un accidente de tráfico que le ha provocado una ceguera irreversible y una tetraplejia que le impide mover y sentir su cuerpo por debajo del mentón. Esa persona te pide, 6 meses después, que la salves del infierno en el que está viviendo y la lleves a Suiza a morir con dignidad. Y que eso conlleva el riesgo de tener que afrontar 15 años de cárcel. ¿Cambiarías tu manera de afrontar tu decisión?
El suicidio asistido del italiano DJ Fabo a finales del pasado mes de febrero en Suiza ha reabierto el debate de la eutanasia en Italia “solo” 8 años después de la muerte de Eluana. Entonces me dio por escribirle una carta a ella en la que me planteaba muchas preguntas y que, a día de hoy, siguen sin respuesta en un cajón en el que se han ido acumulando unas cuantas más. Las últimas, las que se me presentan con el caso de DJ Fabo y el acto de su acompañante Marco Cappato.
Me ha dado por mirar el significado de auxiliar en la RAE. En su primera acepción lo define como socorrer, ayudar, dar amparo, mientras que en su segunda lo asemeja a ayudar a bien morir. Entonces, ¿qué es la omisión de auxilio en este caso? ¿Por qué está penado que una persona auxilie a otra? ¿Por qué no adecuamos la ley a las personas de una puta vez? Pero… ¿y nosotros? ¿Hemos aprendido algo de Ramón Sampedro (1998)? ¿Estamos preparados para auxiliar a una persona en sus dos acepciones?