Santiago Sierra, portavoz de la Asamblea en Defensa de la Senda y Costa Norte, al inicio del acto convocado por El Faradio durante la campaña de crowdfunding del libro ‘Expulsados. Santander, la transición urbanística pendiente’

Los críticos con la gestión de la Asociación de Vecinos de Cueto (A.VV.) recuperarán próximamente la organización, después de años de dirigentes entregados a la estrategia de partido del equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Santander, que llevó a convocar movilizaciones sobre asuntos que había abanderado políticamente de confrontación con el anterior Gobierno PRC-PSOE, como el Consultorio de Cueto o el Puente del Diablo.

Según ha podido saber El Faradio, la candidatura integrada por activistas de la Asamblea en Defensa de la Senda y Costa Norte de Santander ha sido la única que se ha presentado en plazo para las elecciones de renovación de cargos en la A.VV., y sólo queda esperar a la Asamblea de la asociación, el próximo 31 de marzo, para confirmar el cambio de rumbo.

Liderada por Santiago Sierra, portavoz de la Asamblea en defensa de la senda costera, el nuevo equipo tiene la intención de recuperar la voz de los vecinos desde la A.VV., después de que el conflicto por los excesos constructivos en las obras de la senda costera confirmara el divorcio entre los dirigentes y los vecinos de Cueto.

Una quiebra de la relación que quedó patente en la votación que se hizo en la A.VV. del proyecto que había planteado el Ayuntamiento (después de que los propios vecinos hubieran paralizado las obras poniéndose delante de las excavadores de Dragados), que no era de reversión de las actuaciones como exigían los críticos con las actuaciones.

Entonces, contra pronóstico, la posición de la Asamblea arrasó a la de los dirigentes, hasta el punto de que las otras AA.VV. de los barrios por donde discurre la senda, Monte y San Román, decidieron no someter a votación el proyecto municipal, temiendo otro revolcón democrático.

La senda costera, según denunciaron, no era más que la punta de lanza del proyecto de ciudad del PP en Santander, con un Parque Litoral Norte en el que estaba contemplada la construcción de un campo de golf y nuevas zonas residenciales.

La anulación del Plan General en el Supremo supuso también el final de este proyecto, que celebraron los vecinos críticos, que lo consideraban «absurdo«.

LA ASOCIACIÓN DE VECINOS Y EL PP

Durante la presidencia de María José Pérez, la A.VV. de Cueto se había puesto al servicio de la agenda del PP de Santander y de Cantabria, sobre todo en la legislatura 2007-2011, de máxima confrontación con el Gobierno de Cantabria PRC-PSOE.

Así, cuando la Consejería de Sanidad (PSOE) reorganizó la asistencia sanitaria de atención primaria, con la construcción de nuevos centros de salud para atender a los crecimientos urbanos de zonas como Cueto (Valdenoja), El Alisal o Peñacastillo-Valdenoja, el PP se opuso al cierre del viejo consultorio en que se atendía a los vecinos de Cueto.

La Asociación de Vecinos organizó actos de protesta, y también convocó concentraciones para exigir al Gobierno de Cantabria (PRC en este caso) que construyera una estructura artificial que evocara al Puente del Diablo, una formación rocosa que había adoptado por acción del oleaje una peligrosa pasarela sobre el acantilado, que terminó por derrumbarse por un golpe de mar.

OTRAS RENOVACIONES EN OTROS BARRIOS

La victoria, sin oposición, en la A.VV. de Cueto, no es la primera en los últimos tiempos de vecinos críticos con la gestión, sobre todo urbanística, del PP en Santander.

Poco después de las elecciones de 2015 en las que la candidatura popular perdió su tradicional mayoría absoluta en la capital cántabra, la candidatura crítica ganó las elecciones de la A.VV. de Los Arenales, en la zona de Castilla-Hermida más cercana a La Marga.

Allí, en periodo pre-electoral, un grupo de vecinos se opuso a las obras de renovación del Parque de La Marga, al considerar que se había hecho con urgencia por las elecciones y sin participación de los vecinos, y contra la tala de árboles que conllevaba el proyecto del Ayuntamiento.

Aquella oposición vecinal llevó al exalcalde de la ciudad, Iñigo de la Serna, actual ministro de Fomento, a relacionar los movimientos vecinales críticos, agrupados en Plataformas – precisamente porque las asociaciones de vecinos clásicas guardaban silencio sobre estos asuntos- con el término despectivo de «plataformitis», que etimológicamente remite a una inflamación. Algo así como una inflamación de movimientos críticos con su gestión en la antesala de las elecciones.

Algunos de estos movimientos, como El Pilón o Prado San Roque, junto a plataformas como DEBA (en defensa de la Bahía) o ARCA – que presentó el recurso que llevó al Tribunal Supremo a tumbar el Plan General de Ordenación Urbana de 2012- se han agrupado en un colectivo que unifica las causas de estos vecinos, afectados por las políticas urbanísticas del PP en Santander.