Bajas temerarias, puertas giratorias entre Ayuntamiento y empresas, sobrecostes camuflados, prisas electorales y, sobre todo, opacidad, mucha opacidad.

La apertura, este mismo jueves, de la conexión entre la pasarela de la Peña del Cuervo y la nueva pasarela de Castilla-Hermida, es un buen ejemplo de los detalles sobre las adjudicaciones de obras públicas en la ciudad que obvia siempre el Ayuntamiento de Santander. Pero no es el único, basten algunos ejemplos de esta misma semana.

LA PASARELA CON LA PEÑA DEL CUERVO

Es el caso de la conexión de la Peña del Cuervo a la nueva pasarela de Castilla-Hermida, que ha entrado ya en servicio tras una inversión de 875.000 euros, tal y como informa hoy el Ayuntamiento de Santander.

Inauguración de la conexión de la pasarela

La primera parte de la obra fue la enorme pasarela en Castilla-Hermida, que se adjudicó por baja temeraria a ASCAN, en un proceso que contó con la supervisión del hoy concejal de Medio Ambiente, Jose Ignacio Quirós, que fue empleado y apoderado de esa misma empresa.

Es uno de los raros casos en los que en lugar de retrasos, la empresa aceleró y acabó antes de lo comprometido, lo que permitió que la pasarela se abriera al público para la campaña electoral.

Entonces no se permitían inauguraciones, pero si hubo una visita del alcalde y candidato y fue la empresa la que informó del fin de la obra en la prensa, en lugar del equipo de Gobierno.

Quedaba una segunda parte, la conexión de esa pasarela con la Peña del Cuervo. En la guerra de bajas temerarias, esa segunda obra se la llevó otra empresa, COPSESA (propiedad de un miembro del PP), al ofertar 873.914 frente a los 1,5 millones que propuso el Ayuntamiento.

Pero en todo ese trasiego, se adjudicaron, por contrato menor, es decir, de forma directa y sin concurso y a pesar de que el mismo concepto estaba incluido en el contrato grande de la conexión, unos trabajos para evitar el riesgo de taludes que, estos si, fueron a parar a ASCAN por un valor de 45.000 euros.

LA BAJADA DE POLIO

Esta misma semana se ponía también en servicio la mejora de la Bajada de Polio, y de la que vecinos advierten de las incomodidades que les está suponiendo a la hora de circular.

La renovación de la Bajada de Polio

Recientemente, el PSOE de Santander advertía de que estos trabajos, adjudicados a SIEC también por baja temeraria (694.177 euros frente a los 1,1 en que se licitó), se retrasaron respecto a los plazos previstos.

No es la primera vez que se dan retrasos en obras adjudicadas por baja temeraria.

En esos casos el Ayuntamiento siempre actúa igual.

La Ley dice que si una empresa se retrasa se expone a una sanción económica.

Pero al final siempre ‘libran’ porque el Ayuntamiento asume la responsabilidad de esos retrasos, de modo que la empresa evita la sanción.

Es lo que sucedió en los cráteres de Tetuán (en los que finalmente hubo otro coste extra a través también de los contratos menores para COPSESA ) o en la plaza del Centro Cultural Doctor Madrazo (justificada por la lluvia a Teginser, la misma empresa que se ha llevado, también por baja temeraria, las obras del criticado parque de La Remonta).

EL CONTRATO DE LOS TÚNELES

El fin de semana se anunciaba la aprobación por parte del Ayuntamiento de Santander del expediente para contratar el servicio de mantenimiento, conservación y reparación de las instalaciones de los túneles y pasos inferiores existentes en Santander, por un presupuesto anual de 254.661 euros y un plazo de dos años, que podrá prorrogarse año a año hasta un máximo de cuatro.

El túnel del Centro Botín

Esta cifra, 254.661 euros, incluye mejoras como un sistema de gestión centralizada, pero además refleja ya la existencia del túnel del Centro Botín, que hace que la cifra se eleve respecto a la anterior adjudicación.

La construcción de ese túnel, 15 millones de euros a cargo de la Fundación Botín de forma complementaria a las obras del Centro Botín, ya encareció el contrato municipal de gestión de los túneles.

Es sencillo: el contrato se medía en euros por metro y al haber un nuevo túnel había más metros (219) y, por tanto, más coste, de 224.101 euros anuales a 264.000 (47.000 euros más) para la empresa adjudicataria API Movilidad.

Todo según un acuerdo que nunca trascendió públicamente, lo mismo que otras medidas que han beneficiado a la Fundación como la exención de tasas y normas de ruido en actividades culturales veraniegas en los jardines

EL ANILLO CULTURAL

Finalmente, en las últimas fechas se ha aprobado el expediente para licitar el mantenimiento de las instalaciones del anillo cultural, por un presupuesto de 42.350 euros al año por un plazo de dos.

Por anillo cultural se conoce a una serie de equipamientos en el centro, como son el Refugio Antiaéreo y los centros de interpretación de la Muralla, los Muelles y la Torre de la Catedral.

Son instalaciones que no han resultado muy atractivas para los gestores culturales a los que se les ha ofrecido: en consecuencia, el Ayuntamiento ha ido rebajando las condiciones, suprimiendo el canon de 3.000 euros anuales, entre otras cesiones en torno a unos equipamientos cuya promoción al público, dado su carácter público y turístico, haría el Consistorio santanderino.