Sáenz de Buruaga, presidenta del PP de Cantabria

María José Sáenz de Buruaga se ha convertido en la primera mujer en presidir el PP cántabro, logrando consumar su objetivo de desbancar a quien estos años había sido su número 1 tanto en el partido como en el Gobierno, Ignacio Diego. Ella ha obtenido 458 votos frente a los 454 de Nacho Diego.

Para lograrlo se había apoyado en figuras como el ministro de Fomento, la alcaldesa de Santander, diputados autonómicos y nacionales, entre otros, tras una bronca campaña electoral interna que deja un partido dividido (la primera ronda electoral la ganó Ignacio Diego y la victoria es por apenas 4 votos), con hitos como los pagos masivos de cuotas a militantes del PP en Laredo, que están en los tribunales.

Buruaga se ha comprometido en su discurso ya como presidenta del Partido en que a partir de ahora en el PP sólo habrá «amigos» que trabajarán «todos», sin que «sobre nadie», para superar las últimas semanas y adoptar otros modos.

«Estaremos unidos, curaremos las heridas y volveremos pronto, muy pronto, a ser una máquina de ganar elecciones y con posibilidades de gobernar» para que Cantabria tenga «soluciones de verdad», ha aseverado.

Una de sus primeras medidas será una gran campaña de diálogo social con el conjunto de Cantabria, además de acciones de coordinación en los ayuntamientos y un nuevo plan de trabajo en el Grupo Parlamentario Popular, junto a medidas para mejorar la comunicación con los afiliados.

Aunque ha matizado que esta nueva etapa no es «una enmienda a la totalidad» a la gestión anterior del partido.

Mientras mostraba su confianza en que en las próximas semanas  serenarán las pasiones, hablaba de «recomposición interna» y de «apertura» para los dos próximos años, «decisivos» para el PP para no caer en errores de otros partidos que, decía, no han sabido superar divisiones internas de hace veinte años.

Sáenz de Buruaga hacía un agradecimiento especial a Íñigo de la Serna, Gema Igual y Gonzalo Piñeiro, y también a los trabajadores de la sede del Partido por soportar la «tensión».

Entre su equipo se encuentran con rango de vicesecretarios Diego Movellán, diputado nacional y exalcalde de Camargo, o Alejandro Liz, del PP de Laredo.

La secretaria general del partido será María José González Revuelta,  tesorera del partido, y la presidenta del Comité Electoral será Isabel Urrutia, mientras que Javier Noriega lo será del de Garantías.

César Pascual, exdirector de Valdecilla, estará al frente del área de Sanidad, se recupera para distintas áreas a Tamara González, exsenadora, a Juan Corro o Eduardo Arasti.

Tal y como reflejan medios como Cantabria 24 Horas o la Cadena Cope, el Congreso también ha acabado en comisaría con acusaciones de irregularidades, con la denuncia de un compromisario de que en una mesa se anotó el voto a mano de dos personas que no tenían la condición de compromisarios.

UNIDAD ENTRE PULLAS

De hecho, las alusiones a la unidad han sido constantes durante todo el Congreso, tanto en las intervenciones de ambos candidatos a la hora de pedir el voto a los compromisarios como del resto de oradores, incluido Pablo Casado en representación de la dirección nacional.

Diego escucha atentamente a Sáenz de Buruaga en la sesión de mañana del Congreso

Y aunque se han dedicado elogios (Diego ha dicho de Buruaga que es una “política de excepción”, una “trabajadora incansable” que “siempre” le tendrá como amigo, y ella ha dicho de él que ha jugado un papel “positivo” estos años), también se han deslizado pullas en los discursos en los que pedían el voto a los compromisarios.

Así, Nacho Diego ha recordado la pertenencia de Buruaga a la dirección del partido durante estos años, y Sáenz de Buruaga ha hablado de comportamientos con los que “nunca” ganarán elecciones o conseguirán pactos que han hecho que se vea al partido como “agrio”

“Yo no voy a llamar traidor a nadie en Facebook o en Twitter. No voy a buscar testaferros para denunciar en los tribunales a compañeros del partido. No voy a decir que el que no esté conmigo se puede dar por muerto políticamente. Yo nunca he deseado eso de que “el que pierde murió y para casa”, deslizaba, además de apuntar a la necesidad de dejar atrás la “obsesión” por “ajustar cuentas con el pasado”.

Al anunciar quien sería su secretaria general, la tesorera María José González Revuelta, que “no ha llegado ayer” y “no se ha afiliado para la ocasión”, en alusión al propuesto para el mismo cargo por Diego, Javier Fernández, senador y exconsejero.

Para pedir el voto, Diego –que admitió haber “descuidado” el partido–, apelaba a las “certezas”, la “responsabilidad” y la “serenidad”, a la “integración real” y la “renovación inteligente”.

Los dos coincidían en la necesidad de volver al Gobierno de Cantabria y aumentar las alcaldías, Buruaga haciendo hincapié en la necesidad de interlocución y diálogo.

La campaña ha vivido episodios desagradables, algunos han trascendido a medios y redes sociales, y otras no. A ellos se han referido también Diego y Buruaga.

Así, Diego ha admitido que le ha resultado “incómodo” el tener que “tragar” con “descalificaciones” que han hecho del proceso un “banco de tortura”, y Sáenz de Buruaga ha aludido a expresiones como “el que pierda murió y para casa” dichas por la otra candidatura.

Pero ambos apelaban a mirar el futuro sin “rencor” y a mantener la “lealtad” al partido. Una tarea que se antoja difícil: para Sáenz de Buruaga el conflicto no ha sido mutuo, sino por los “choques” fruto de un “estilo” que hay que “dejar atrás” porque ha hecho que el partido fuera visto “con más temperamento que fundamento”.

((NOTICIA EN ACTUALIZACIÓN))