Día de la Visibilidad Lésbica: “Hoy damos un portazo a los armarios”
Decenas de personas se han reunido este miércoles en la plaza del Ayuntamiento de Santander con motivo del Día de la Visibilidad Lésbica.
Tras una intensa batucada, las representantes de ALEGA han leído un manifiesto en el que han “animado a alzar la voz, mostrar su imagen y realidad” a las mujeres lesbianas.
“Siendo visibles ganamos todas. Dejamos a un lado nuestros miedos y nos mostramos como somos: mujeres libres y felices”, reza el manifiesto, en el que han agradecido al Gobierno de Cantabria que haya hecho caso a sus reivindicaciones y haya introducido también a las lesbianas en los tratamientos de reproducción asistida.
“Hoy damos un portazo a los armarios”, ha asegurado una de las portavoces ,Kiara Brambilla, que ha recordado el lema de este año “lo que no se ve, no existe”.
“El heteropatriarcado a las lesbianas nos da con doble vara: por mujeres y por lesbianas”, insiste Brambilla en declaraciones a ELFARADIO, que defiende que a las lesbianas “nos toca ser visibles para una normalización”.
Para ello se ha llevado a cabo este acto, en el que también han repartido bollos y tortillas, apelando a los calificativos, a veces ofensivos, con los que se refieren a veces a las mujeres lesbianas. “Creemos en la reapropiación”, asegura entre risas. “Somos fuertes y somos valiosas”.
“SI LO DIJERA, PODRÍA TENER PROBLEMAS”
Pero la normalización es más necesaria que nunca porque hoy en día, a pesar de que socialmente se perciban numerosos avances, continúan desarrollándose situaciones de violencia.
Kiara recuerda el caso sucedido estos días en Inglaterra, donde 15 hombres han agredido brutalmente a cinco mujeres por ser lesbianas (en un acto en el que, además, la policía ha evitado calificarlo de homofobia y ha puesto en libertad a los detenidos).
“Si tenemos días como estos es porque tristemente nuestra vida es mucho más difícil que en otros casos”, asegura la portavoz. “Me gustaría que no hubiera que reivindicar la libertad sexual”, defiende a su vez una mujer asistente al acto, que en su caso afirma que “nunca me he sentido agredida” y asegura que “así y todo estoy agradecida de que aquí, al menos, no nos matan”.
Sin embargo, en ámbitos como el trabajo reconoce que todavía “se esconde o hay comidilla entre los compañeros”, aunque invita a las demás a asumir que “siempre se habla de todo” y “dejar que se hable de nosotras sin problemas”.
En el acto había también dos chicas muy jóvenes rodeadas de la bandera multicolor que representa al colectivo LGTB. Las dos tienen historias diferentes. Una de ellas afirma ser lesbiana abiertamente y está agradecida de que sus padres y su entorno le acepten como es, pero confiesa que “sí que me da miedo en un futuro me ocurra algo, porque hay muchas personas homófobas”.
Su compañera todavía no ha ‘salido del armario’, y no tiene un pensamiento tan positivo. “Voy a un colegio bastante cerrado de mente y yo creo que no lo he sufrido porque no lo he dicho. Si lo dijera, podría llegar a tener problemas”, asegura.
“NO TENDRÍAN QUE PREGUNTARTE TU CONDICIÓN SEXUAL PARA REIVINDICAR ESTOS DERECHOS”
En este acto de reivindicación también se encontraban familiares, amigos o simplemente personas que, sin pertenecer al colectivo LGTB, se unen a la lucha por sus derechos.
Entre ellos se encontraba el poeta y colaborador habitual de EL FARADIO, José Elizondo, que defiende que para apoyar este tipo de reivindicación “la condición sexual debería quedar en un segundo plano”.
“No necesitas ser negro para luchar por la igualdad racial, ni ser mujer para luchar por los derechos de la mujer, ni ser refugiado para luchar por los derechos de los refugiados”, asegura, y reivindica también su compromiso ético ciudadano para “luchar por todos aquellos derechos que no son suficientemente reconocidos y son sistemáticamente vulnerados”; y hacerlo “más allá de la etiqueta social que tengas. Es más, ni siquiera tendrían que preguntarte tu condición sexual para reivindicar estos derechos”.