Comisiones Obreras denuncia coacciones de La Gallofa ante las elecciones sindicales
Comisiones Obreras de Cantabria ha denunciado coacciones, amenazas, insultos e incluso despidos por parte de La Gallofa a miembros de su lista y simpatizantes a las elecciones sindicales que se celebran este martes en esta cadena de tiendas y panaderías.
La Gallofa ha sido la única empresa aspirante al concurso del merchandising del Año Lebaniego del Gobierno de Cantabria, con un pliego en el que se daba peso a la elaboración de un producto gastronómico en una empresa con una red de tiendas para su distribución. La firma no llegó a producirse aún, y se ha aplazado. El responsable de la empresa pública, un profesional independiente, dimitió y ha sido sustituido por otra persona, militante del PRC.
Lo último ha sido el despido de tres trabajadoras de la tienda que hay en Corbán, compañeras de candidatas de la lista de CC.OO., tal y como ha relatado en rueda de prensa Santiago Pelayo, responsable de Negociación colectiva y empleo en el sindicato, acompañado de empleadas de este grupo.
Es más, ha añadido que desde la propia empresa se están combinando las amenazas e insultos con las ofertas de mejoras laborales y ascensos a miembros de la lista para que se retiren.
Son “continuas vulneraciones de los derechos de los trabajadores” que ya se produjeron en un anterior proceso de elecciones sindicales (La Gallofa tiene varias sociedades, por tanto, varios posibles procesos electorales) , en las que “sufrieron todo tipo de amenazas y coacciones” (como traslados a las tiendas más lejanas), mientras que a otras “intentaron comprarlas, diciendo que si se quitaban de la lista les darían lo que quisieran”.
En la misma línea, Ana María Teruel, trabajadora de La Gallofa y miembro de la candidatura que se vota este martes, ha descrito las “continuas visitas y llamadas” para que renunciaran a la lista o votaran al “sindicato de la empresa” (palabras que una compañera han atribuido a la propia empresa y con las que se estaría describiendo a UGT, a cuyos candidatos, ha añadido, se estarían ofreciendo ascensos y “lo que quisieran”.
Tras el anterior proceso, no hubo despidos pero no se renovó a trabajadores que no eran fijos, y ahora se ha despedido a tres empleadas de una tienda en la que había cinco. “Están metiendo el miedo en el cuerpo a todo el mundo, están todos aterrorizados y amenazados, lo mínimo es que nos dejen expresarnos”, aseveraba.
Todos estos hechos se han puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo y de los tribunales, pero la representación sindical advierte de que ellos exigen la readmisión de las despedidas, y de que, de no ser así, defenderán esos puestos de trabajo por las vías que consideren necesarias.
“QUEREMOS QUE LA GALLOFA CREZCA”
Santiago Pelayo, que se ha referido expresamente a Oscar Díaz, máximo responsable de La Gallofa, también ha pedido al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que cuando haga “publicidad gratuita” de empresas cántabras –Revilla citó a La Gallofa en una de sus últimas intervenciones en el programa de Bertín Osborne- se “interese” por el tipo de condiciones que tienen esas firmas “todos los días”. “Que venga y les pregunte, si se lo merecen, y si piensa que el dinero público y los contratos deben ir a empresas que no cumplen el convenio colectivo”, apostillaba.
Tal y como han descrito, la red de sociedades de La Gallofa (que en los últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento) tiene 28 centros de trabajo y una plantilla global de unas 160 personas, de las que un 95% son mujeres, y ha habido momentos en que un 80% eran contratos temporales. Entre las prácticas citadas, se encuentran los cambios de responsables de Recursos Humanos -una de ellas, Ana Barca, exjefa de RR.HH en la empresa pública Cantur con el regionalista Marcano-, o el traslado de trabajadores entre las distintas sociedades que tiene el grupo.
“No queremos que La Gallofa cierre, queremos que crezca y tenga empleo y condiciones del siglo XXI, no del siglo XIX”, han afirmado, incidiendo en que su principal reclamación es el cumplimiento del convenio colectivo (tal y como señalan, desde la empresa se ha tratado de negociar ofreciéndoles cuestiones que ya les correspondían al estar incluidas en el convenio). “Esta empresa debe tener unas relaciones normales con los trabajadores”, ha añadido.
IU: EL GOBIERNO QUIERE BENEFICIAR A EMPRESAS QUE PERSIGUEN A LOS TRABAJADORES
En reacción, Izquierda Unida de Cantabria ha criticado que el Gobierno autonómico “quiera beneficiar” a empresas que “persiguen” a los trabajadores y a sus representantes sindicales.
Leticia Martínez, secretaria de Organización de IU, recordaba que La Gallofa “no es una empresa cualquiera”, sino que es una empresa “con sombras en su gestión por su relación con el Gobierno de Cantabria” por el merchandising, y pedía al Ejecutivo que “destierre” cualquier “sombra de duda” sobre la gestión del Año Jubilar Lebaniego, tras la dimisión del director de la empresa pública.
RESPUESTA DE UGT
En respuesta, el sindicato UGT acusaba al sindicato CC.OO de realizar todas estas acusaciones por mera estrategia electoral, negando las coacciones y los premios a sindicalistas, además de destacar que ellos han denunciado ante la Inspección de Trabajo prácticas laborales de La Gallofa.