Tienda de La Gallofa

UGT ha ganado las elecciones sindicales en La Gallofa pero los sindicatos críticos se han hecho con la mayoría en el comité de empresa, en un proceso marcado por las denuncias de presiones de la dirección, incluso despidos, en una empresa que ha experimentado una gran expansión y que está en el foco, entre otras cuestiones, por ser la única candidata al concurso de merchandising del Año Jubilar Lebaniego.

Finalizado el recuento, UGT, que ha obtenido 40 votos, se lleva 2 delegados sindicales. Los mismos que obtiene CC.OO., que ha logrado 28 apoyos, mientras que USO ha conseguido un delegado, con 14 votos. Se ha registrado un voto nulo y ha habido una abstención.

Las elecciones tenían un censo de 83 empleados de la división de panadería de la empresa, La Gallofa Bakery (también tiene la red de tiendas, La Gallofa & Co.)

Según datos sindicales, la red de sociedades de La Gallofa (que en los últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento) tiene 28 centros de trabajo y una plantilla global de unas 160 personas, de las que un 95% son mujeres, y ha habido momentos en que un 80% eran contratos temporales.

El proceso ha estado marcado por las denuncias de CC.OO. en la previa de las votaciones, en las que acusaba a la dirección de supuestas presiones: amenazas, coacciones, chantajes e incluso sobornos a candidatas a delegadas de este sindicato en la empresa, para presionar para que abandonaran la lista con el supuesto objetivo de que UGT controlara la representación de los trabajadores.

Entre las prácticas citadas, se encuentran los cambios de responsables de Recursos Humanos o el traslado de trabajadores entre las distintas sociedades que tiene el grupo.

En este contexto, la directora de Recursos Humanos de La Gallofa, Patricia Álvarez Ingelmo, llegó a solicitar cambios en el censo electoral por «la pérdida de condición de trabajadores de la empresa» de cuatro empleadas: tres candidatas a delegadas de CC.OO. y una de USO. Comisiones ha presentado denuncia ante la Inspección de Trabajo por estos hechos.

La central ugetista rechazó las acusaciones, que imputó a un intento de manipulación de CC.OO.

USO matizó a EL FARADIO que en el caso de su delegada nunca ha recibido la carta de despido, que la empleada estaba este martes en su puesto y que, en cualquier caso, ese despido sería improcedente al estar inmersa la trabajadora en un proceso de elecciones sindicales.

En cualquier caso, el escrito al que ha tenido acceso este periódico constata las presiones en la empresa, que ha crecido mucho en los últimos años y que ahora tendrá un comité de empresa con mayoría sindical crítica, no sólo por el proceso electoral sino también por las condiciones laborales.

Para CC.OO. el resultado es positivo porque abre la puerta a cambios y mejoras en las relaciones laborales. De la misma manera, USO hace una lectura positiva de las elecciones, después de «los intentos de polarizar las elecciones». Y considera que la representación «abre la oportunidad de trabajar para los trabajadores y regularizar la situación laboral del casi centenar de trabajadores».

ALCANCE POLÍTICO

El asunto ha llegado al plano político: ayer Izquierda Unida acusaba al Gobierno de Cantabria de querer beneficiar a empresas que “persiguen” trabajadores, y hoy la portavoz del Grupo Parlamentario de Podemos, Verónica Ordóñez, mostraba en la tertulia de EL FARADIO DE LA MAÑANA su apoyo a las trabajadoras despedidas, de las que destacaba su “valentía” tras recordar la mayor precariedad y vulnerabilidad de las mujeres en el mundo de la empresa.

Y además incidía en la “sorpresa” por la evolución de la empresa, La Gallofa, con “vínculos demostrados” con el PRC, con hechos como la promoción que hizo de ella el presidente Revilla en su último programa con Bertín Osborne.

“Nos preocupa que el PRC esté tan dispuesto a mojarse con una empresa, siendo desleal con otras empresas cántabras”, aseveraba, además de considerar que el Gobierno “deberá explicar ese pliego” por el cual la única empresa que pudo presentarse fue esta.

En la misma tertulia se ha apuntado el «crecimiento anormal» de la empresa y la ausencia de explicaciones cuando ha sido requerida por los medios de comunicación por su éxito en la expansión del negocio.