Las Barracas, el refugio de los que huyen del DAESH en Serbia
Este viernes, a las 19.30 horas, la médico voluntaria Pilar Machín, miembro de la Comunidad Solidaria Acción Directa Cantabria, estará en La Vorágine para relatar cómo ha vivido su viaje a la frontera de serbo-croata para ayudar a los refugiados afganos y paquistaníes.
Machín ha estado en ‘The Barracks’, ‘las barracas’ para los voluntarios españoles, que es como denominan a la antigua estación de tren de Belgrado (Serbia).
Allí se encuentran hacinados cerca de 1.500 personas, y forma el campamento informal de refugiados más grande de Europa, después del desmantelamiento de Idomeni y Calais.
Son ocupantes son todos hombres, adolescentes y jóvenes, y algunos sólo niños. Cerca de trescientos son menores de edad. Sus nacionalidades son mayoritariamente afgana y pakistaní, y por tanto sus posibilidades de conseguir asilo son escasas, ya que Europa afirma que Afganistán tiene “zonas seguras”, y a los procedentes de Pakistán se les considera migrantes económicos.
Estos jóvenes huyen de las guerras, de la inseguridad económica y, sobre todo, huyen de las garras del DAESH, que en su territorio solo da dos opciones: o reclutamiento, o muerte.
Para todos, Belgrado es un lugar de paso en su objetivo idealizado de llegar a Alemania u otros países de la Unión Europea, pero la mayoría llevan meses allí tras infructuosos intentos de cruzar la frontera con Hungría o Croacia.
Y es que no quieren ir a centros gestionados por el gobierno serbio por miedo a la deportación, y muchos prefieren arriesgarse a entregar sus vidas a traficantes de personas.