Víctor Gijón reclama su derecho a la última palabra
Cuatro días después de que EL FARADIO adelantara la sentencia del Juzgado de lo Mercantil que le inhabilitaba y que declaraba culpable el concurso de acreedores de su anterior empresa, Grupo Digital 2006, Víctor Gijón ha comparecido ante los medios de comunicación en rueda de prensa cuando ya se daba por cerrada la crisis con su destitución como responsable de Internacional de la empresa pública SODERCAN.
Lo ha hecho después de una semana de bandazos, ya que su primera reacción fue anunciar que no dimitiría para, después de una encendida defensa en el Parlamento por parte de la vicepresidenta Eva Díaz Tezanos, acabar poniendo su cargo a disposición y ser destituido.
En la comparecencia, el veterano periodista y militante del PSOE cántabro ha incurrido en varias contradicciones argumentales, como la de enfatizar que se marcha por su propia decisión, cuando la realidad es que su primer impacto fue negarse a dimitir (de hecho delegó la medida en la vicepresidenta con un «me debo a quienes me han nombrado») y al final ha sido destituido.
También ha tratado de vincular todo lo sucedido a una utilización partidista de la sentencia por parte de la “nueva política”, obviando que las peticiones de su cese provinieron de todo el espectro político salvo su partido, el PSOE: si bien es Podemos quien más ha defendido la limpieza en SODERCAN, el cese lo han reclamado partidos de nuevo cuño como Ciudadanos, pero también clásicos como el PP y extraparlamentarios más antiguos como Izquierda Unida o UPYD.
Tampoco despertaba mucha confianza entre empresarios que opinaron al respecto, como Enrique Conde, decano del Colegio de Caminos, presidente de la Unión Profesional y miembro del Comité Ejecutivo de la CEOE. Pero, sobre todo, no consiguió el apoyo de sus propios socios de Gobierno: el PRC no le apoyó públicamente y Revilla hizo declaraciones en las que confiaba en que sucediera lo que finalmente sucedió, su marcha de SODERCAN.
En la rueda de prensa, también ha defendido que no quería manchar la imagen de SODERCAN y evitar que se hablara de él en lugar del acuerdo para invertir dinero público en SIDENOR que se aprobará este viernes.
Su propia comparecencia ante los medios cuando el asunto se daba por zanjado ha estirado un día más el tema, y se ha producido justo un día antes de ese acuerdo al que le daba un papel tan trascendental –y que se centra en una empresa que a priori no parece encajar en sus responsabilidades de Internacional: SIDENOR es una firma con sede en Reinosa y con capital vasco-.
Tampoco parece que cumpla el objetivo de limpiar su imagen la referencia que ha hecho a su “amigo y jefe, en ese orden”, Salvador Blanco, consejero delegado de SODERCAN, cuya gestión ha sido cuestionada en varias ocasiones por el conjunto de la oposición parlamentaria (PP, Podemos, Ciudadanos), con informes críticos del Tribunal de Cuentas y el Interventor del Gobierno de Cantabria, y que ha llegado al extremo de denunciar a partidos de la oposición cuando le han criticado en medios (en un juicio que perdió).
La rueda de prensa se ha producido en la propia sede de SODERCAN, la empresa pública de la que ha sido destituido, con el permiso de su “amigo y jefe” Salvador Blanco, y sin que se le haya impedido desde el Gobierno de Cantabria, que, no obstante, no ha difundido ni la convocatoria ni sus declaraciones ya que es el propio Gijón el que se encarga de la comunicación de esta empresa pública.
Y ha calificado de mentiras las cosas que se han publicado estos días, informaciones y datos que emanaban directamente de la sentencia del Juzgado de lo Mercantil.
angel
Indemnización y a la fila del paro creo que tiene derecho …