Los delitos de odio se duplican en Cantabria sin que haya detenciones ni investigaciones
Cantabria prácticamente ha duplicado los delitos de odio en 2016 respecto al año anterior, según recoge la estadística oficial del Ministerio del Interior, presentada hoy y consultada por EL FARADIO.
Desde hace cuatro años, el Gobierno central recoge en un informe específico los hechos delictivos que se conocen (es decir, aquellos en los que se produce denuncia por parte de la víctima o intervención policial) por motivos de género, raza, orientación sexual, ideología u otras situaciones discriminatorias, en línea con recomendaciones de Naciones Unidas y la Comisión Europea.
Según esta estadística, que mide todo el año 2016, en total, en Cantabria se produjeron 17 casos de delitos de odio, sólo por encima de La Rioja y de Ceuta y Melilla, en lo que es un dato peor que el año anterior, cuando fue la comunidad con menos casos.
De ellos, 5, la mayor cifra, fueron por casos de discapacidad; otros cinco por racismo o xenofobia, tres por orientación sexual; tres por discriminación de género y uno por ideología.
En cambio, no se registró ningún caso de antisemitismo, aporofobia (agresiones a personas sin hogar o en situación de pobreza) o delitos de odio por prácticas religiosas.
Crecen respecto al año previo los casos de racismo (pasan de dos a tres), y también los que tienen que ver con orientación sexual (también de dos a tres). Suben igualmente las agresiones por motivos de discapacidad (de tres a cinco, la mayor cifra de todas las categorías).
Ninguno de estos casos se tradujo en investigaciones o detenciones: 0, es el número que refleja la estadística, una cifra que en todo el país sólo se produce en Ceuta.
DATOS ESTATALES
Así que los datos reflejan un incremento sustancial en Cantabria pese a que numéricamente es una de la comunidad con menos casos de todo el país (sólo por debajo de La Rioja y Ceuta y Melilla).
Y eso que, en general, en todo el país, la tendencia no es de incremento, sino de descenso de un 2016 respecto a 2015, de 1.328 a 1.272 casos, un 4,2% menos. Cataluña, Madrid, Andalucía y el País Vasco son las comunidades en las que más casos se dan.
En concreto, a nivel estatal se recogen descensos de un 17,6% en los casos de racismo u odio, pero suben un 36,1% los relacionados con la orientación e identidad sexual –que numéricamente son los que predominan–, y se disparan en un 70,8% los casos de discriminación por género.
En esta ocasión, los cuerpos de seguridad también vigilan por los discursos de odio, es decir, episodios de amenazas e injurias por motivos de odio, comprobando que se detectaron 123 casos, fundamentalmente por motivos de ideología, racismo, discapacidad y orientación sexual, y transmitidos de forma mayoritaria (en un 42,3% a través de Internet).
CADA VEZ MÁS MOVIMIENTO
En Cantabria la atención a los delitos de odio y las situaciones de discriminación por parte de colectivos sociales y culturales es cada vez mayor.
Este sábado se presentará en Torrelavega Cernégula, una plataforma de colectivos cántabros en lucha contra el machismo y la LGTBfobia –que será objeto de una ley específica del Gobierno de Cantabria–.
Y todo después de hitos como la amplia asistencia a la manifestación del 8 de marzo, la mediática graduación de la adolescente cántabra Iza envuelta en la bandera arcoiris, el amplio rechazo al bus transfóbico de Hazteoir, la expulsión del Ateneo de Santander de una organización xenófoba a la que la institución presidida por Manuel Ángel Castañeda permitía realizar actividades ‘culturales’, y la próxima presentación de una asamblea contra el racismo y la discriminación.
En Cantabria, Colectivos como Pasaje Seguro, Las Gildas, MUJOCA, La Castaña, ALEGA, el Centro Cultural Eureka, La Llave Azul y las librerías La Vorágine y La Libre, entre otros, realizan periódicamente actividades de apoyo a estos colectivos.