Mercadona deberá dar la jornada reducida a la madre de un niño con discapacidad
La cadena de distribución Mercadona tendrá que conceder la jornada reducida que había negado a una trabajadora en Cantabria, madre de un niño con discapacidad.
El pasado 7 de junio, María Eugenia, trabajadora del Mercadona de Igollo de Camargo anunció que había llevado al gigante de la distribución a los tribunales por la negativa del mando a concederle una reducción de jornada.
El convenio laboral y el estatuto de los trabajadores defiende el derecho de la madre a recibir la reducción de jornada, después de que a su hijo de 10 años le hayan diagnosticado una TEA (Trastornos del Espectro Autista), en concreto un síndrome de Asperger y le hayan concedido una discapacidad del 35%, reconocida por los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma.
Tras un encuentro entre ambas partes del conflicto ante el juez, Mercadona ha acabado por aceptar la reducción de la jornada de la trabajadora tras el previsible fallo en contra que se produciría de continuar la contienda en los tribunales.
El acuerdo lo ha hecho público este miércoles el sindicato MAYSA en una rueda de prensa que se ha desarrollado en la sede de Izquierda Unida en Cantabria, partido que ha respaldado las reivindicaciones de los trabajadores de esta gran cadena.
El sindicato ha valorado esta «victoria» frente a una empresa que hasta la fecha se ha caracterizado por la “falta de diálogo”, que había “obligado” a la representación sindical a acudir “en busca de protección” a otras instancias como la Inspección de Trabajo o los propios tribunales.
Sin embargo, su portavoz, Sonia Argüelles, ha criticado que “seguimos en las misma línea”, ya que Mercadona ha establecido que se le incluya media hora más “para que por la tarde pueda irse casi a cierre y por la mañana, cuando tenga que salir a buscar a su hijo, no le dé tiempo”.
“Es un ataque hacia la conciliación de la trabajadora”, denuncia, ya que los horarios “están muy ajustados para atender al menor”.
MÁS DENUNCIAS POR MALTRATO A LOS TRABAJADORES
En la rueda de prensa han recordado a Mercadona que existen más denuncias sobre sobre el «maltrato a los trabajadores», por lo que han instado a la empresa a «reconducir» su postura.
En particular, han enumerado el historial de acoso y hostigamiento a las trabajadoras que se está produciendo en los centros de Mercadona en Cantabria, en especial en el del polígono La Esprilla de Camargo.
Este supermercado tiene varias denuncias frente a la Inspección de Trabajo del Gobierno de Cantabria como del ORECLA (Organismo de Resolución de Conflictos Laborales), así como en el Juzgado de lo Social, por presuntos incumplimientos del Estatuto del Trabajador y acoso laboral de la gerente contra el personal.
Entre otras irregularidades en materia laboral se enumeran graves situaciones de acoso laboral, supuestos incumplimientos en la legislación de contratación, contra el convenio y contra el Estatuto del Trabajador.
Lo más llamativo es el nivel de las vejaciones contra los trabajadores presuntamente cometidas por la gerente, según se desprende de las denuncias de las trabajadoras que ha hecho públicas a través de las redes sociales el sindicato MAYSA, con testigos entre los clientes del supermercado.
“Prefiero que me llaméis Hitler que ser la madre de todos vosotros”; “No pongas cara de lástima que pareces un perruco y no sé si pasarte la mano o darte una patada”; “que trabajas en una charcutería; no en la NASA”; “por lo que cobráis tenéis que estar agradecidos” o “toda esa gente que coge las reducciones de jornada son todos unos vagos que piensan que es mejor que se rompan la espalda sus compañeros”, son algunas de las vejaciones más graves a las que ha tenido acceso este media.
En total, sólo el sindicato MAYSA tiene abiertos 9 casos en la inspección de trabajo en tres tiendas de Cantabria, en El Alisal, la calle Castilla de Santander y en Igollo de Camargo,
«UN MILAGRO BASADO EN LA EXPLOTACIÓN»
La líder de IU Cantabria, Leticia Martínez, en su primer acto al frente del partido, ha recordado que Mercadona, con 11 centros de trabajo en la comunidad autónoma y una plantilla de 500 personas, es la principal marca española en materia de distribución alimentaria y del hogar, con un crecimiento muy rápido.
Según Martínez, el “truco” de este “milagro del crecimiento vertiginoso” es la “explotación de las trabajadoras, sometidas a presiones psicológicas, vejaciones y recortes en sus derechos laborales” en una tendencia que asegura que se viene reproduciendo en todos los sectores, en especial a raíz de la crisis.