Una de las características de la carrera Santander por siria, celebrada el año pasado y que tendrá una segunda edición el próximo curso, era su capacidad de ser replicada.

Así, este iniciativa de los movimientos sociales cántabro con destino a los movimientos sociales de Siria, el país de donde vienen los refugiados, se ha ido desarrollando en otros lugares, como el colegio Ángeles Custodios.

Santander corre por Siria (Fotografía: Amaia Carracedo Arana)

Este mismo jueves será en el colegio Fernando de los Ríos de Astillero, con la colaboración de Pasaje Seguro Cantabria.

El dinero recaudado irá para la Asociación Himaya que se encarga, a través de voluntarios, de alquilar pisos en Grecia para familias refugiadas y evitar graves problemas de salubridad, alimentación y seguridad que se dan en los campos de refugiados.

Será durante la mañana. Profesores y familias recorrerán el circuito en una jornada en la que los alumnos de Sexto de Primaria leerán un manifiesto solicitando al Gobierno de España que se comprometa a acoger a las personas refugiadas que se habían asignado.

Este martes se celebraba el Día Mundial de los Refugiados, con la reivindicación central sobre el incumplimiento que España ha hecho de sus compromisos de acogida de refugiados, víctimas primero de la guerra en sus países y luego expuestas a mafias y unas condiciones que incluyen campos de internamiento en las propias costas europeas.

Durante toda la semana se han celebrado actos, desde el sábado, con una manifestación convocada por Pasaje Seguro en la que se entonó La canción del pueblo, el emotivo himno del musical Los miserables, adaptado a esta crisis humanitaria.

La Coordinadora Cántabra de ONGs organizó el martes un acto en la Plaza del Ayuntamiento de Santander en el que se instalaron sillas vacías para simbolizar estos vacíos, y Cantabria Actúa organizó una charla con activistas, en Castro Urdiales.

Desde una perspectiva más religiosa, esta semana visita Cantabria la Cruz de Lampedusa, construida con las tablas de una embarcación con inmigrantes que naufragó dejando 349 muertos.

El propio Papa sugirió que esa cruz recorriera toda Europa para recordar el drama de la inmigración. Y después de haber recorrido todas las diócesis de Italia, el Museo Británico y algunas diócesis españolas la Cruz de Lampedusa llega a Cantabria, donde recorrerá distintas localidades.