Los dos cargos denunciados por falsificación documental abandonarán Ciudadanos junto a un grupo de militantes, pero no dejarán sus cargos institucionales.

Estos cargos son Ramón Carrancio, diputado autonómico; y David González, portavoz en Santander, dos de los denunciados por la falsificación de un acta con la que querían demostrar que el responsable de la organización de la campaña no era un policía local (algo incompatible por ley).

Juan Ramón Carrancio, a la derecha

Junto a ellos, se marchan del partido Cora Vielba, la otra concejala de Ciudadanos en Santander, y un grupo de militantes que ellos cuantifican en un tercio.

La reacción del partido ha sido muy dura: les recuerda que les está investigando la Justicia, con la que el partido colaborará aportando los resultados de su propia investigación interna –la que les llevó a apartarles de cargos del partido–

Y «lamenta que cargos públicos que obtuvieron sus escaños bajo las siglas de Ciudadanos quieran robar los escaños de los votantes de Ciudadanos para mantener un sueldo que le pagan todos los cántabros».

SE VAN INVESTIGADOS

Justifican su marcha no en el proceso judicial al que se enfrentan y sus consecuencias, sino en el rechazo al nuevo portavoz, Félix Álvarez, diputado en el Congreso de los Diputado, por venir impuesto desde la dirección nacional.

Y atribuyen a enemigos internos el proceso judicial, consecuencia de las denuncias de un abogado que está fiscalizando asuntos de Ciudadanos en todo el territorio nacional.

Su marcha deja a Ciudadanos con un diputado en el Parlamento y sin ninguno en el Ayuntamiento, donde eran sostén del equipo de Gobierno del PP –sin mayoría absoluta– pese a defender públicamente que no tenían ningún pacto.

Pero no entregarán sus actas de diputados o concejales, como les pedirá la dirección del partido que hagan si se confirma su investigación judicial (lo que antes se llamaba imputados; de momento lo que hay es una denuncia y el juez decidirá si abre o no investigación contra ellos).

Si se les imputara, el partido naranja –que ha abierto una investigación interna propia y que ya les había apartado de cargos dentro del partido– les iba a pedir la dimisión de sus cargos institucionales, algo a lo que ya habían anunciado que se iban a negar.

La consecuencia de esa negativa sería la expulsión del partido, ya que sus actas son suyas y es decisión de ellos, así que se marchan antes de que les echen.

CONSECUENCIAS EN LAS INSTITUCIONES

Está por ver qué sucederá en las instituciones: los votos de Ciudadanos permitieron la aprobación de los presupuestos, y ahora Carrancio podría pasar a ser un no adscrito, en una situación inédita en el Parlamento autonómico desde los años de Hormaechea.

En Santander, son dos concejales, que pasarían también a no adscritos –al igual que Antonio Mantecón, que acabó ahí por decisión del entonces alcalde Íñigo de la Serna y que ha sido calificado como tránsfuga por el PP en reiteradas ocasiones–, a menos que el PP decida darles grupo municipal, con lo que eso supone en cuanto a posibilidad de recursos y asesores.

La crisis de Ciudadanos se suma a las de Podemos, con dimisiones en cascada, incluyendo la del propio secretario general, y a la del PP, camino de los tribunales. En el PSOE siguen con el proceso de primarias. Con estos mimbres, el PRC celebra este domingo su tradicional fiesta de partido. En los últimos días, Revilla ha pronosticado un crecimiento electoral del partido y ha llamado a respaldar la figura del secretario general –o sea, él–

El nuevo portavoz de Ciudadanos en Cantabria, Félix Álvarez, estará el lunes en EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM (103.2 y arcofm.com), de 8 a 10 de la mañana.