El Ayuntamiento de Santander pondrá a la venta a mediados de julio los abonos y entradas de la Feria de Santiago de este 2017, a los que ha aplicado la bajada del IVA cultural que, tras la entrada en vigor de los Presupuestos Generales del Estado, pasa del 21 al 10 por ciento.

La sociedad de la plaza de toros, que sin aportación pública da pérdidas, no se disolvió por una ‘subvención encubierta’ del Gobierno.

Así lo ha anunciado el Consejo de Administración de la plaza de toros de Santander, que el pasado 30 de junio aprobó la congelación de los precios de las entradas y abonos para este año, de manera que los aficionados a esta práctica se beneficiarán de esa rebaja en el IVA.

El concejal de Comercio y Mercados y miembro del Consejo de Administración de la plaza de toros, Ramón Saiz Bustillo, ha considerado que la aplicación de la rebaja del IVA cultural a los espectáculos taurinos supone un respaldo a la fiesta y favorecerá el acceso de los ciudadanos a los festejos que se van a celebrar en el Coso de Cuatro Caminos.

UNA PLAZA DE TOROS ‘RESCATADA’

Este último año ha habido una gran polémica en torno a la sociedad municipal Plaza de Toros de Santander.

En mayo de 2016, la oposición del pleno del Ayuntamiento -que suma mayoría si se incluye los nada habituales votos de los concejales de Ciudadanos, aprobó la retirada de la subvención a la Plaza de Toros, en contra del criterio del Partido Popular.

Posteriormente, y tras solicitar al Gobierno de Cantabria una subvención de 18.000 euros para la Feria taurina de Santiago, en octubre del pasado año PP y Ciudadanos pactaron realizar una inversión de 66.000 y otra de 100.000 euros a la Plaza de Toros en los presupuestos de 2017, porque, de no hacerlo, se repetiría de nuevo la situación y el riesgo de desaparición de la sociedad.

Algo que partidos como PSOE, Santander Sí Puede e Izquierda Unida calificaron de “subvención encubierta”, ya que se salta la resolución del pleno ligando la aportación de dinero a las obras de mantenimiento de la Plaza en cuanto a edificio y también bajo la excusa de mantener los puestos de trabajo.

Sin la subvención anual, la empresa pública que da cobertura a la actividad taurina corría el riesgo de ser disuelta, ya que entraría en pérdidas, y, por ley, con varios ejercicios en pérdidas, las empresas públicas deben disolverse.