De izquierda a derecha: Manuel Rico, Antonio Rubio y Antonio Salvador || Foto: El Faradio

«La verdadera revolución está en la tropa; no en los medios». La cita es de Daniel Lizárraga, periodista mexicano coautor de La casa blanca de Peña Nieto, en un país donde «la corrupción no es un rasgo del sistema, sino el sistema» y donde la labor del periodismo está amenazada de muerte.

La diferente valoración del estado de los medios y del periodismo es uno de los temas que se han consolidado durante el curso de Periodismo de Investigación de la UIMP, que se ha desarrollado estos tres días en Santander y que ha contado con el juez Pablo Ruz como único ponente con (positiva) visión externa de la profesión.

Un encuentro codirigido por Antonio Rubio, ahora en el Máster de Periodismo de Investigación, Datos y Visualización de la Universidad Rey Juan Carlos, y maestro en la especialidad a partir de las coberturas del G.A.L., Paesa o Roldán en los años 90 cuando fue subdirector de El Mundo.

Desde su perspectiva, Rubio, autor de Luis de Oteyza y el oficio de investigar, insiste siempre en la obligación del periodismo de «levantar las alfombras del poder» y cuestiona la confusión de los medios con sus verdaderos clientes: «no son los anunciantes y los bancos; son los lectores».

Una crisis que sigue vigente en los medios tradicionales pero no en el periodismo, que se reinventa a partir de nuevos medios esencialmente digitales, que exploran modelos de negocio a partir de las suscripciones de su propia audiencia.

«Los políticos han encontrado en los medios la forma de perpetuar sus mentiras», ha señalado Dario Klein, de Sudestada y Producciones de Aká, además de corresponsal de la CNN.

Klein, que describe Uruguay como una gran «lavadora» de dinero negro de Sudamérica, ha explicado que la profesión se dirige hacia fórmulas de colaboración, una vez más pioneras en Latinoamérica, que empieza a descubrir que las redes de periodistas son la mejor reacción a «una corrupción que también se ha globalizado».

En el curso ha estado el director de Investigación del canal Univisión, el colombiano Gerardo Reyes, doble Pullitzer, primero en el Miami Herald y recientemente por su participación en la revelación de la mayor filtración de la historia: los Papeles de Panamá. «Del día a día la gente ya está enterada; hay que aportar calidad desde los medios», ha diagnosticado.

Y ha defendido un periodismo de investigación de varias velocidades, en función de la complejidad, que pueden fructificar en informaciones a corto (incluso en el día), medio y largo plazo.

ESPAÑA: «EL PAÍS DE LUIS SÉ FUERTE Y NO DE LUIS ESTÁS DESPEDIDO»

La situación actual en España se ha abordado con la ponencia de Manuel Rico, de Infolibre, exponente de una generación de medios «de garaje».

Es el periodista que ha revelado recientemente informaciones trascendentales para el ingreso en prisión del exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, o la dimisión del Fiscal Jefe Anticorrupción, Manuel Moix, que precisamente había archivado denuncias sobre el político del PP hace una década, con las primeras noticias que publicó el periodista gallego en Tiempo.

En lugar de ser el país del «Luis, estás despedido porque mañana vas a los tribunales», estamos en la España del «Luis sé fuerte»

Rico ha defendido el objetivo principal del periodismo de que «la sociedad mejore un poquito», aunque luego el trabajo pueda derivar en «consecuencias». Sobre todo en un país que, en lugar de ser el de “Luis estás despedido porque mañana vas a los tribunales” es el de “Luis sé fuerte”, tal y como ha denunciado.

Además, ha cuestionado la independencia, tanto de la Fiscalía en el ámbito autonómico (por su experiencia con Moix como Fiscal Superior de Madrid), como de los medios en manos de publicidad institucional «sin criterios de audiencia» e ingresos de las grandes empresas del IBEX «fuera de precio de mercado».

También ha estado Antonio Salvador, del Independiente, que ha explicado El Saqueo de los ERE, libro de la colección de investigación de Libros.com del que es coautor junto a Sebastián Torres, y que ha destacado la cualidad de «la paciencia que todo lo alcanza», como principal virtud del oficio.

El periodista del Grupo Vocento, Oscar Beltrán, destacó la resistencia de la prensa en los ‘Años de plomo’ del País Vasco y su papel en la pugna de las palabras en la batalla de la propaganda en las peores etapas del terrorismo de ETA. .

En este contexto, El Faradio en Cantabria ha participado en una mesa sobre periodismo local, en la que ha destacado su llegada a la especialización en investigación a partir de los conflictos locales, con víctimas y beneficiarios, que antes no se contaban en los medios, relacionados con el urbanismo, asuntos sociales o el Racing, por la mezcla de fútbol política y corrupción.

Un periodismo que, como suele decir el reportero Gervasio Sánchez, es más difícil en algunas redacciones locales de periódicos que en la guerra y que El Faradio sintetiza en una idea: «en Cantabria no nos jugamos que nos peguen un tiro pero sí nuestro proyecto de vida o una muerte laboral».