Una de las licencias de obra del bar Masters, en los bajos del edificio que ha sufrido esta semana un derrumbe parcial en la calle del Sol, consiguió el informe técnico necesario el mismo día en que entró en el Registro del Ayuntamiento de Santander.

Se trata de la segunda de las licencias de obra menor que,  según documentación a la que ha tenido acceso EL FARADIO, entró en el Registro del Ayuntamiento el 26 de mayo a las 13.25 horas y ese mismo día tenía el informe técnico necesario que recomendaba conceder la licencia, firmado por el arquitecto técnico del Servicio de Arquitectura. El Registro tiene hora de cierre a las 13.30 horas.

La primera licencia se pidió un miércoles 29 de marzo y el martes 4 de abril ya tenía informe técnico. Era para la extracción de revestimiento de madera y alicatados, así como para la revisión de instalaciones.

Y la tercera licencia, la de obra mayor, tardaría once días en concederse,  a pesar de que las obras ya se habían comenzado y habían sido denunciadas por los vecinos. Finalmente, se concedió en el intervalo entre que se ordenó su paralización y en que se notificó, con lo cual cuando se notificó ya tenía licencia y no hizo falta parar las obras.

La empresa que promovía la obra es Dos Imanes Producciones, una de las sociedades de Guillermo Vega, conocido hostelero de Santander, que fue dueño del BNS y es el organizador de los conciertos de Música en Grande que se celebran precisamente estos días en la campa de La Magdalena, considerado muy cercano al equipo de Gobierno del PP en las últimas legislaturas.

27 y 28 DE JUNIO: LOS DEPARTAMENTOS MUNICIPALES REACTIVAN LAS OBRAS

Como consecuencia de la primera denuncia vecinal, se inició un expediente que al comprobar que las obras debían tener licencia mayor, decretó una orden de paralización. Esa es la orden que tardó seis en llegar a la Policía, encargada de notificárselo a la empresa. Cuando lo notificó, ya había dado tiempo a que se tramitara la licencia de obra mayor, la que debía haber tenido desde un primer momento.

La licencia la obtuvo el 23 de junio. Y llegan el  27 y 28 de junio, dos jornadas en la que todos los departamentos del Ayuntamiento dan pasos para lograr que se levante la paralización de la obra:

-el 27 de junio una funcionaria pide al Servicio de Arquitectura que se pronuncie sobre si hay que archivar el expediente de sanción.

-el 28 de junio, el jefe del Servicio de Arquitectura le responde que lo que corresponde es levantar la paralización y permitir que las obras continúen.

-ese mismo día, el 28, tras recibir ese informe, se emite un informe jurídico favorable de la misma funcionaria que había hecho la pregunta al Servicio de Arquitectura; y el concejal de Obras da la orden de levantar la paralización y archivar el expediente de obra ilegal de la parte de las obras que se había hecho sin licencia, como queda acreditado por el hecho de su concesión posterior.

Pero es que el día antes de que el concejal de Obras dictara el archivo, el servicio de Obras del Ayuntamiento le había notificado a la Policía que había que hacerlo: los agentes acudieron al edificio a dar la orden de paralizar las obras, allí se les confirma que ya tienen la licencia, por lo que en el momento llaman por teléfono al servicio de Obras y les dice que ya no hace falta, que pueden seguir.

Esto sucede el 27, el mismo día en el que la funcionaria hace la consulta al servicio de Arquitectura que desencadena el informe en el que se basa el concejal para firmar, al día siguiente de la visita policial, la orden que permite seguir las obras.