Gdeim Izik, presente
Hace cuatro años un tribunal militar marroquí juzgo a 24 activistas saharauis, que habían participado en el campamento de protesta, levantado el 10 de noviembre de 2010 en Gdeim Izik, en las inmediaciones de El Aaiún, capital del Sahara Occidental, tanto durante la colonización por parte de España, como tras la invasión y ocupación del territorio por parte de Marruecos, en 1975.
El campamento, que reunió 4000 jaimas y albergó a 20000 saharauis fue desmantelado a fuego por tierra y aire, casi un mes después, el 8 de noviembre.
Aquella acción fue, mal que les pese a muchos, los prolegómenos de la llamada Primavera Árabe, que como todas las revoluciones, cambió algunas cosas, para que todo siguiera igual. Menos en el caso de Gdeim Izik, que no cambió nada, de modo que las persecuciones, encarcelamientos, torturas, muertes, desapariciones de saharauis en su propia tierra continuaron, como si no hubiera ocurrido nada, cuando tanto ocurrió bajo la mirada ciega y el silencio de la MINURSO, misión de la ONU, que tiene permiso para mirar, pero prohibición de contar lo que ve, que Francia y EEUU le ha puesto un bozal en presencia de los miembros de Consejo de Seguridad de NNUU.
Que las fuerzas de ocupación detuvieran a casi una treintena de activistas saharauis, les encarcelaran les juzgaran militarmente, acusados falsamente de haber matado a 11 ocupantes marroquíes durante el bárbaro desmantelamiento del campamento -¿los 24 a los 11? ¿se los repartieron, uno para cada dos? ¿alguna otra combinación?- , apenas tuvo repercusión en la ONU.
La acusación, además de falsa, es absurda. Lo que no es falso, pero sí absurdo, es que murieron cuatro saharauis –un adolescente en los primeros días de instalación del campamento-, sin que nadie haya sido juzgado en ningún tribunal por esas muertes.
Las condenas que dictó aquel tribunal militar marroquí fueron terribles: desde 30 y 20 años de prisión para algunos a cadena perpetuas para muchos. Tengo para mí que se cometió el error de que las asociaciones y ONGs, afectas a la causa saharaui, , también algunas instancias jurídicas, incluso internacionales, denunciaron el que el tribunal que juzgó fuera militar, y reclamaron que se anularan las condenas y se repitiera el juicio por un tribunal civil, lo cual ya llevaba implícito que había algo que juzgar, si bien con la esperanza de que las penas se suavizaran, o que incluso fueran anuladas. O sea, que causa había, pero que no era para tanto, cuando en realidad fueron condenados sin causa.
Por otro lado, semejante optimismo supuso aparentar que se desconocía cómo se las gasta la justicia marroquí, sobre todo cuando se trata de juzgar a saharauis: acusaciones falsas, nulas garantías jurídicas y procesales, falsos defensores, veto a observadores internacionales. Marruecos, siempre marrullero, aceptó que se anularan las condenas dictadas por el tribunal militar, y que fuera un tribunal civil el que juzgara de nuevo, con las mismas acusaciones. No hacía falta ser muy listo ni estar muy avisados para, no sospechar, sino tener la seguridad de que las sentencias serían tan brutales. Y así han sido. Cuatro años después las condenas se han repartido entre 30 y 20 años de prisión, y cadenas perpetuas, en proporciones muy parecidas a las anteriores.
APOYOS Y SILENCIOS
En algunas ciudades de España no han tardado en convocar y celebrar, por parte de Asociaciones y ONGs pro saharauis, concentraciones de condenas a las condenas y petición de libertad para los condenados saharauis. En otras, entre ellas Santander, han esperado instrucciones de CEAS-SAHARA (Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara) que, en coordinación con la Delegación de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) en España, para celebrarla el día 27 de julio.
¿Y el gobierno de España?, calla, callado está dicho. ¿Voy a recordar aquí que España sigue siendo la Potencia Administradora de un Territorio No Autónomo Pendiente de Descolonización, conforme al Derecho Internacional y la Carta de NNUU, en el que mantuvo presencia colonial durante casi 100 años? ¿Voy a recordar aquí que haber abandonado ese territorio en 1975, así como haber facilitado su invasión y ocupación a Marruecos y Mauritania, no la exime de su obligación descolonizadora, por más que en aquel entonces declarara que habían cesado las responsabilidades de la Metrópoli respecto al pueblo saharaui, su tierra y sus recursos? No, no lo voy a recordar. Solo diré que no ha condenado las brutales condenas.
¿Y la llamada Comunidad Internacional? ¿Voy a recordar aquí que ningún país, incluidos Francia y EEUU, principales valedores de Marruecos, admiten la soberanía del reino alauita sobre el Sahara Occidental –España, tampoco-, pero que todos ellos vienen incumpliendo la legalidad internacional en materia de descolonización, que prescribe la convocatoria y celebración de un referéndum de autodeterminación, por el que el pueblo saharaui decida libremente sobre su futuro, y a cuya cabeza tiene la obligación de ponerse España, por lo anteriormente dicho? No, no lo voy a recordar. Solo diré que ningún país ha condenado las brutales condenas.
¿Y el gobierno de la RASD y los dirigentes de Frente Polisario, que vienen a ser lo mismo? Que el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik constituyó una flagrante violación de las condiciones del alto el fuego, establecido en 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario, tras 16 años de guerra, y cuya principal es la no agresión unilateral, es algo que no admite foro alguno de debate.
Lo fue, y no la única, pues el pueblo saharaui es impunemente sometido a un esta do de terror cada día, una violación de los DDHH, que la MINURSO tiene prohibido impedir, ostentando el dudoso honor de ser la única misión de NNUU en el mundo que no puede defender los derechos humanos del pueblo, por cuyos derechos supuestamente vela.
Pero cuál fue mi sorpresa cuando unos días después del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik en los Territorios Ocupados, en una de mis visitas a los campamentos de refugiados y a los Territorios Liberados, en una entrevista con el Primer Jefe de la Segunda Región Militar de la RASD, con enclave en Tifariti (TTLL) me argumentó en contra de mi afirmación de que el ataque a Gdeim Izik había violado el alto el fuego, No, había sido simplemente uno más de los sufrimientos que viene padeciendo el pueblo saharaui. No me convenció, claro, que una cosa no quita la otra, por más que tres días después en Presidente del Parlamento de la RASD abundó en lo mismo, durante un encuentro en el campo de refugiados Ausserd, tal como recojo en mi libro “Encuentros en la badía. Gdeim Izik, presente”.
Desde 1991 el gobierno de la RASD viene practicando una diplomacia de baja intensidad, por la que al pueblo saharaui se las vienen dando todas en un papo. En aras de una lucha pacífica, el pueblo saharaui es víctima de la violencia, que suponen 41 años de sufrimiento por sobrevivir en la hammada argelina de Tinduf, la parcela más dura e inhóspita del desierto del Sahara , en cinco campamentos donde padecen un infierno casi 200000 saharuis. Una parte. Y ora, separa por un muro de 2720 kms., sobrevive al terror de la violencia desatada diariamente contra los saharauis, que residen en los TTOO. El gobierno de la RASD y el Frente Polisario condena, pacíficamente, tanta violencia, también la de las condenas en los juicios militar y civil, uno solo y el mismo. Y apela a la ONU, como si realmente la ONU fuera un tribunal de apelación, cuando su Secretario General, sea quien sea, no es más que un muñeco de pim-pam-pum, zarandeado los mandatarios de la comunidad internacional, por unos más que por otros.
Para que la indignación por estas condenas no se tranquilice en el fragor de unas concentraciones de condena a las condenas, y exigencia de libertad para unos prisioneros condenados sin causa, ¿qué hará España? ¿promoverá y se pondrá al frente de un proceso de descolonización Sahara Occidental? ¿Qué hará la Comunidad Internacional?¿seguirá el liderazgo descolonizador de España, convertida una y otra a la legislación internacional? ¿Al menos, una y otra condenarán las brutales sentencias?
¿Y qué hará el gobierno de la RASD y el FP? ¿se pondrán a la altura de su pueblo?