Fuera por motivos políticos, órdenes de superiores, decisiones propias o asuntos internos, el principal factor de bloqueo en todo lo relacionado con el derrumbe de Sol, 57 se ha encontrado en el servicio municipal de Arquitectura, según se desprende de la cronología y documentación en el expediente municipal, consultada por EL FARADIO.

Recordamos: el pasado 19 de julio se desplomó, sin heridos debido a que se había desalojado esa misma mañana, parte de un edificio en la calle del Sol en cuyo bajo, en el bar Masters, el empresario Guillermo Vega había encargado unas obras sin licencia adecuada de cuyos efectos sobre las viviendas habían advertido al Ayuntamiento de Santander los vecinos en varias ocasiones.

Fue este servicio donde se produjeron algunos de los trámites claves que perjudicaron a los vecinos y beneficiaron a la empresa:

-Firmó un informe favorable a la segunda licencia, y lo hizo el mismo día que la petición entró en el Registro del Ayuntamiento, minutos antes de que se cerrara. En teoría, las licencias se atienden en orden de llegada, por lo que esa licencia tendría que haber ido al final de la cola. Para que se atendiera así de rápido, no tendría que haber habido ninguna licencia por tramitar.

-Fue quien dio el visto bueno a la técnico jurídico que preguntó que hacer una vez que la empresa había obtenido la licencia de obra mayor.

Arquitecto le dice a jurídico que las obras pueden seguir

Al hacerlo, ella emitió un informe jurídico que permitía seguir las obras, el jefe de arquitectura otro informe, y con esos informes el concejal César Díaz emitió la resolución que autorizaba a seguir con los trabajos y archivaba el expediente de obra ilegal (en cualquier caso, antes de tener esa resolución, el servicio de Obras ya había dado instrucciones telefónicas a la Policía de que les dejaran seguir).

Todo ese proceso para ‘vestir’ la reanudación de las obras se activó a raíz de la visita de la Policía para notificar que las obras pararan.

–Es el último área municipal al que llega la segunda de las denuncias de los vecinos sobre los efectos de las obras, la que iba acompañada del informe de un arquitecto y nunca fue atendida. César Díaz asegura que no le constaba su existencia (aludió a él al día siguiente del derrumbe). El rastro documental de esa denuncia va desde el Registro municipal a la Policía y el Servicio de Obras, a un mail de la técnico jurídico al arquitecto municipal, Ramiro Amorrortu de Mesones.

La denuncia llega al arquitecto

-Es el departamento que tardó trece días en hacer un informe sobre la primera denuncia de los vecinos sobre el incumplimiento de la licencia. A los que habría que sumar otros seis en la resolución de paralización de las obras por parte del concejal (que contrasta con el informe en un día para reanudarlas) y otros seis en llegar esa orden a la Policía. En ese lapso fue cuando la empresa logró la licencia, (algo que, además, no se trasladó a la Policía)  lo que permitió seguir con las obras, incluso sin tener resolución que lo ordenara.

 INVESTIGACIÓN MUNICIPAL

De momento la gestión del Ayuntamiento tras el derrumbe se ha centrado en la atención de emergencia y luego en el día a día a los propietarios que se han quedado sin hogar y en el desescombro.

César Díaz y Gema Igual en rueda de prensa tras el derrumbe

Cuando ya se produjo el derrumbe, Gema Igual encargó la apertura de un expediente para esclarecer las causas del derrumbe, sin concretar si se trata de una investigación interna sobre el propio funcionamiento del Ayuntamiento de Santander.

Porque de momento a lo que se han referido públicamente es a la petición de información a las empresas implicadas en el derrumbe, y eso a pesar de los datos que señalan un mal funcionamiento de los servicios municipales en los trámites de licencias e informes y de que tanto Igual como Díaz han aludido a que las resoluciones llevan informes previos de funcionarios y a que la segunda denuncia no le llegó nunca al edil de Obras pese a que sí consta que llegara al área de Arquitectura de su departamento.

Se han rechazando las peticiones de la oposición de dimisión de César Díaz y de una comisión de investigación hechas por PSOE y PRC o Ganemos (apoyándose para rechazar su urgencia en los tránsfugas de Ciudadanos).

Sin embargo, se han dado ya los primeros pasos para el frente judicial: con la petición de Santander Sí Puede a la Fiscalía de que investigue los hechos o la denuncia presentada por la concejala Tatiana Yáñez, sin perjuicio de las medidas que acaben tomando los propietarios que se han quedado sin hogar.

Las obras en el Masters las pidió Dos Imanes Producciones, sociedad administrada por el conocido hostelero y promotor santanderino Guillermo Vega, organizador de los conciertos de Música en Grande en la campa de La Magdalena y dueño durante años del BNS; la dirección de obra corrió a cargo del estudio de ingeniería Tainsa (la comunidad sostiene que no eran profesionales cualificados porque debían hacerlo arquitectos) y los trabajos los ejecutó Millán IC-Multiservicios.