Obras ordenó continuar los trabajos en el Masters sin tener una resolución
El Servicio de Obras del Ayuntamiento de Santander ordenó continuar con los trabajos de reforma del Masters, en los bajos del edificio de Sol 57 que sufrió un derrumbe el 19 de julio, pese a carecer en ese momento de la resolución municipal, escrita y con los informes jurídicos previos necesarios.
OBRAS ORDENÓ SEGUIR CON LOS TRABAJOS
Fue, tal y como consta en el expediente municipal consultado por EL FARADIO, una orden que le trasladó telefónicamente el Servicio de Obras a los agentes que acudieron a ordenar a la empresa que paralizara las obras, en cumplimiento de una resolución previa que así lo ordenaba debido a que se estaban ejecutando trabajos de envergadura pero con licencia de obra menor y causando daños a viviendas del edificio.
Una resolución, por cierto, que le fue notificada a la Policía con días de retraso respecto a cuando se firmó, en un intervalo de tiempo en el que la empresa pudo conseguir la licencia de obra mayor (en un plazo total de 11 días, frente al mínimo de tres meses que tardan en darse en la ciudad).
Así que cuando los agentes acudieron el día 27 de junio a notificar que se pararan las obras, se encontraron con algo que desconocían, que la obra ya tenía licencia, por lo que los trabajos nunca llegaron a estar parados.
Y al llamar por teléfono a Obras para ver cómo tenían que proceder, allí se les dijo que permitieran que siguieran adelante.
LA VISITA DE LA POLICÍA LLEVÓ A ACELERAR EL TRÁMITE PARA LA RESOLUCIÓN
En ese momento no existía una resolución con la orden de continuar con esos trabajos ni los informes jurídicos previos, necesarios para darle cobertura legal, a pesar de que la licencia se había concedido días antes.
De hecho, el mismo día de la visita de la Policía a Sol 57 es cuando se activa el proceso para que se elaboran los informes previos.
Así, la técnico jurídico le envió ese mismo día un mail al jefe de Arquitectura preguntándole que deberían hacer al respecto. Este le respondió, un día después, que se podía seguir adelante, y ella elaboró el informe jurídico.
De modo que el concejal de Obras, César Díaz, firmó el día 28, a la vista de estos dos informes, pudo firmar la resolución que permitía seguir las obras y archivaba el expediente de obra ilegal por el período en que los trabajos no tuvieron licencia, sin abrir entonces el expediente de sanción que se deriva de un incumplimiento.
El mismo día del derrumbe el edil de Obras no fue capaz de precisar si las obras se habían llegado a paralizar o no, y si se había supervisado o no que se hubiera cumplido la orden.
SIN INVESTIGACIÓN INTERNA
De momento la gestión del Ayuntamiento tras el derrumbe se ha centrado en la atención de emergencia y luego en el día a día a los propietarios que se han quedado sin hogar y en el desescombro.
Cuando ya se produjo el derrumbe, Gema Igual encargó la apertura de un expediente para esclarecer las causas del derrumbe, sin concretar si se trata de una investigación interna sobre el propio funcionamiento del Ayuntamiento de Santander.
Porque de momento a lo que se han referido públicamente es a la petición de información a las empresas implicadas en el derrumbe.
Y eso a pesar de que ya han aludido a que las resoluciones se basan en informes previos o a que no les llegó la segunda denuncia vecinal, que no tuvo respuesta y que sí fue enviada al Servicio de Arquitectura, tal y como consta documentalmente.
Así, se han rechazando las peticiones de la oposición de dimisión de César Díaz y de creación una comisión de investigación hechas por PSOE y PRC, o Ganemos (apoyándose para rechazar su urgencia en los tránsfugas de Ciudadanos).
Sin embargo, se ha abierto ya el frente judicial: con la petición de Santander Sí Puede a la Fiscalía de que investigue los hechos señalando indicios de delitos en Díaz, Guillermo Vega y los responsables municipales de Arquitectura, Obras o Disciplina Urbanística, con penas que suman seis años de prisión y diez de inhabilitación, o la denuncia presentada por su cuenta por la concejala Tatiana Yáñez, sin perjuicio de las medidas que acaben tomando los propietarios que se han quedado sin hogar.
Las obras en el Masters las pidió Dos Imanes Producciones, sociedad administrada por el conocido hostelero y promotor santanderino Guillermo Vega, organizador de los conciertos de Música en Grande en la campa de La Magdalena y dueño durante años del BNS; la dirección de obra corrió a cargo del estudio de ingeniería Tainsa (la comunidad sostiene que no eran profesionales cualificados porque debían hacerlo arquitectos) y los trabajos los ejecutó Millán IC-Multiservicios.