Diferentes colectivos pro derechos humanos comienzan ya a tomar posiciones ante lo que se ve como un auge del racismo en Cantabria, consecuencia del aumento de este movimiento en toda España.

Manifestación de apoyo a los refugiados (mayo 2016)

Tanto Pasaje Seguro, ONG que pide que se abran corredores seguros para los refugiados de las guerras, como Libres, la Asamblea Cántabra por las Libertades y contra la Represión, han unido sus fuerzas para combatir este tipo de actitudes que están arraigando en una parte de la sociedad.

Ambos colectivos se han unido para convocar una asamblea abierta este próximo lunes, 28 de agosto, en La Vorágine a partir de las 20.00 horas, para decidir cómo organizarse y responder colectivamente a este auge.

En la asamblea, exigirán, en primer lugar, que no se autorice la concentración de la asociación racista Alfonso I anunciada para el 9 de septiembre contra los extranjeros, y que tiene que pasar, como todas las concentraciones, por permiso de la Delegación de Gobierno.

También prevén organizar una contra manifestación antirracista para ese mismo día, así como pedir la destitución de Enrique Álvarez por su artículo de opinión en la que generalizaba contra toda la religión islámica, así como estudiar si se ha cometido un posible delito de odio.

AUMENTO DE AGRESIONES A MUSULMANES Y ÁRABES

El auge del racismo, centrado en la islamofobia, es un problema que se está poniendo de manifiesto en toda España, y que ha aumentado tras los atentados en Barcelona y Cambrills el pasado 17 de agosto, que dejaron una cifra provisional de 15 muertos.

Si estos atentados y las consiguientes amenazas del DAESH a nuestro país no eran suficientes para poner en peligro la paz social, a esto se le ha unido el odio hacia las personas de religión musulmana o apariencia árabe.

Un día después de los atentados, un menor marroquí fue agredido por un hombre en Puerto Sagunto, mientras estaba en la calle con unos amigos, consultando el móvil, al grito de “moro de mierda”. Este mismo miércoles, una mujer musulmana de 38 años fue agredida e insultada por un grupo de jóvenes en el barrio de Usera, en Madrid, y tuvo que ser atendida por sus heridas y una fuerte crisis de ansiedad.

En Cantabria, no nos libramos de estas actitudes. Esta semana ha habido una gran polémica por el artículo de opinión que ha publicado el jefe del área de cultura del Ayuntamiento de Santander, Enrique Álvarez, que tacha al Islam de “religión mala y perversa”, relacionó el yihadismo con el apoya a los musulmanes moderados y llama a “restaurar la religión de Cristo”.

Varios colectivos como Libres o Pasaje Seguro y partidos políticos como Podemos, Izquierda Unida, Equo y Santander Sí Puede han criticado esas palabras y han pedido que se depuren responsabilidades en su puesto público. Algo a lo que se ha negado la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que ha asegurado tener “respeto” por la “opinión personal” de Álvarez, desvinculándola de un puesto que lleva ejerciendo varios años.

A esto se une también la concentración que el próximo 9 de septiembre ha anunciado la asociación señalada por su xenofobiaa Alfonso I en Santander, que ha aprovechado el horror de los atentados para tratar de ganar adeptos, cargando contra lo que llaman “buenismo” de las asociaciones que luchan por evitar la muerte de los refugiados que huyen del horror del yihadismo en sus países en guerra.

«Hace más de un año nos preguntábamos donde sería el siguiente atentado; hoy nos lo han dejado claro. Buenistas, vuestras manos están manchadas de sangre», afirmaban en una publicación colgada el pasado jueves en Facebook, aprovechando el dolor del atentado.