La Federación de Vela aprueba cuentas con irregularidades registradas en una auditoría
||por JOSÉ ANTONIO GARCÍA DE SOTO ‘CHIQUI’, Olímpico en Vela en Montreal y Seúl, y practicante asiduo de Vela en Santander|
Lo de la Real Federación Española de Vela (RFEV) no tiene un pase, pero lo tiene menos la actitud de los paniaguados que la mantienen, que aun han no sido capaces de poner las cosas en su sitio.
La última, aunque no la única, de la RFEV que preside la santanderina Julia Casanueva es lo que desde la institución se ha pasado a la firma de auditoría BDO, que lo traga todo, como puede comprobarse.
Ya, en las cuentas del 2015 BDO decía, «con fecha julio 2015 la Federación recibe un escrito del Real Club Marítimo (RCM) Santander solicitando la devolución de ingresos indebidos por importe de 131.728,77 euros correspondientes a los ejercicio 2008-2014 en relación a un acuerdo firmado entre el anterior presidente de la federación y el presidente del RCM Santander. A fecha de formulación de esta cuentas anuales la sociedad ha llegado a un acuerdo verbal con el RCM Santander donde desiste de su reclamación con carácter retroactivo». Con esta salvedad el auditor justificaba que la deuda de la RFEV al RCMS no figurase en las cuentas del 2015.
Es de traca que un auditor pueda plasmar en una auditoria, sin ningún documento que lo acredite, que se ha llegado a un acuerdo verbal con el Marítimo de Santander donde desiste de su reclamación con carácter retroactivo. Pero mucho más de traca es que la Comisión Delegada de la Federación dé por buena esta auditoría, y que la Asamblea General apruebe las cuentas del 2015, en las que faltaban de contabilizarse nada menos que 131.728,77 euros en las pérdidas de ese año.
Para más oprobio en este espinoso asunto, en las cuentas que del año 2015 el Marítimo de Santander presentó a sus Socios y que estos aprobaron, la deuda de la Federación de Vela ascendía a 159.367,45 euros, es decir 28.638,68 euros mas de los que la RFEV indicaba al complaciente auditor.
Por otra parte es incomprensible la actitud del Consejo Superior de Deportes (CSD) con relación a esa auditoría, ya que nada objetó a esta «irregular» visión del auditor de dar por bueno un acuerdo verbal para sacar la deuda de la contabilidad.
Si esto no fuese suficiente, la auditoría de este año riza el rizo, y BDO, que terminó la misma el 16 de junio de 2017, ésta no se entregó a la Comisión Delegada de la RFEV del 16 de septiembre de 2017, para su estudio y elevación a la Asamblea General Ordinaria, que a esta fecha sigue sin convocarse.
Lo que contiene, nos imaginamos que lo que transcribe el Auditor es como consecuencia de la documentación aportada por la RFEV, y en un momento de la misma dice:
«Con fecha julio de 2015 la Federación recibe escrito del RCM Santander solicitando la devolución de ingresos indebidos por importe de 131.728,77 euros, correspondientes a los ejercicios 2008- 2014 en relación a un acuerdo firmado entre el anterior presidente de la Federación y el presidente del RCM Santander. Con fecha 1 de julio de 2016 la Federación y el RCM Santander firman un acuerdo para dar por finiquitada la deuda entre ambas partes, resultando un saldo de 12,945,62 euros a favor de la Federación que el RCM Santander se compromete a abonar. De esta quedan saldadas y finiquitadas todas las cantidades entre ambas partes a fecha 30 junio de 2016, sin que quede nada por reclamar por ninguna de las partes».
En este año, claro está que el auditor solo transcribe lo que la RFEV le proporciona, y a ésta no se le ha pasado por la imaginación el que los Socios del RCM Santander conocemos la verdad del asunto, que no es otra que hasta el 10 de mayo de 2017, el Real Club Marítimo de Santander no tuvo una Asamblea Extraordinaria para tratar la «situación de deuda de la Real Federación Española de Vela, y decisiones a adoptar sobre la misma». Por lo que difícilmente en el año 2016 el presidente del RCMS puede firmar un acuerdo para dar por finiquitada la deuda de ambas partes.
Esto es muy grave, pero ahora que se conocen las mentiras de la RFEV, es cuando los «mariachis» ya no pueden seguir aplaudiendo, de hacerlo, son culpables de lo que suceda, y de lo que sucede en la RFEV.
Esto es la punta de iceberg. Desgraciadamente continuará…