La constructora COPSESA, propiedad del exalcalde de Ramales de la Victoria con el PP, ha vuelto a esquivar una multa por el retraso en unas obras adjudicadas por el Ayuntamiento de Santander, en esta ocasión, en el barrio de La Albericia, que había conseguido con baja temeraria.

El mecanismo empieza a ser habitual: se saca a licitación la obra, la empresa se la lleva ofertando a la baja (práctica muy criticada por la rebaja de calidad o retrasos que llevan aparejadas) y luego se producen o sobrecostes (es lo que sucedió con el vial de Amparo) o retrasos que, sin embargo, no tienen consecuencia debido a que el Ayuntamiento acaba asumiendo la responsabilidad.

EL PROYECTO

En concreto, son de las obras de reordenación y adecuación de plazas, parques y jardines en La Albericia, una zona que ya en el programa electoral del PP de Santander de las últimas municipales se situaba como foco de los próximos proyectos urbanísticos.

Inicio de las obras en La Albericia

Estas obras supusieron la desaparición de la bolera (se anunció su reubicación en otra zona cercana, en Pintores Montañeses), al igual que sucedió con la de la Plaza de San Martín.

Los trabajos se licitaron en 1,9 millones de euros y se adjudicaron, a finales del año pasado, en poco más de un millón de euros, con un plazo de ejecución de ocho meses.

Pero el Ayuntamiento le ha concedido una ampliación de plazo de un mes, según consta en documentación municipal consultada por EL FARADIO.

Según la Ley, cuando se incumple un contrato con la Administración (e incumplir el plazo es incumplir las condiciones del contrato) se penalizaría con una multa a la empresa que ha incumplido, salvo cuando no haya sido culpa suya.

En este caso  la sanción no se produce porque el proyecto se ha modificado para dar cabida a una serie de modificaciones en tres zonas (rotonda de La Gloria y calles adyacentes, entorno Iglesia Sagrada Familia y Parque de Pintores Montañeses).

Estas modificaciones consistieron en una nueva pavimentación, supresión de barreras arquitectónicas, nuevas circulaciones, nueva iluminación de tecnología led, incorporación de un nuevo y contemporáneo mobiliario urbano y proyecto de jardinería.

El Ayuntamiento de Santander considera que esa modificación del proyecto no tiene carácter sustancial, y aprueba la modificación del contrato por razones de interés público.

SIN MULTAS POR LOS RETRASOS

Esta secuencia, la de evitar las multas a empresas porque el Ayuntamiento asume que no responsabilidad de ellas, es habitual en las adjudicaciones en Santander, con motivos tan llamativos como la lluvia que retrasó las obras de Teginser (la misma de La Remonta o del polémico carril metro TUS, adjudicataria de ADIF) en la plaza junto al Centro Cultural Doctor Madrazo, en uno de los otoños más secos de los últimos años.

En el caso concreto de COPSESA hasta dos veces se le permitió retrasarse en su proyecto de parque con ‘cráteres y valles’ en Tetuán, conseguido también por baja temeraria. La primera vez el Ayuntamiento achacó el retraso a la aparición de unas instalaciones eléctricas que se desconocían o a peticiones vecinales trasladadas durante los trabajos.

Como ambos motivos alegados por el Ayuntamiento eran ajenos a la empresa, no hubo necesidad de multarla por retrasarse en los plazos.

Pero meses después se le encargaron unas obras complementarias en la misma zona, por importe de 30.000 euros, adjudicados de forma directa –sin competencia de otras empresas– al ser un contrato menor. Por lo tanto, no se modificó el proyecto pese a que afectaba al mismo área de los cráteres y volcanes.

CONTRATO DE VIALES SIN COMPETENCIA

La constructora COPSESA es también la adjudicataria del contrato de mantenimiento de viales en Santander, valorado en 2,2 millones de euros al año.

Un contrato, que ha logrado y retenido sin necesidad de competir por él con otras empresas: inicialmente lo consiguió por cesión de la anterior empresa cuando esta desapareció; y posteriormente lo renovó debido a un error en los pliegos municipales, por lo que se prorrogó el contrato hasta que se abra un nuevo proceso.

Es, al menos, la segunda vez que se la da una prórroga de un contrato en el que además ha conseguido revisiones al alza del precio.