Los presupuestos de Santander para el próximo año se han encontrado con su primer varapalo este martes, al encontrarse con una mayoría de votos en contra en la Comisión de Hacienda celebrada este miércoles.

Las comisiones son un órgano de carácter más temático, en el que se trata de mantener la representación de los grupos municipales en la misma proporción que en el Pleno.

En este caso, han votado a favor del dictamen de los presupuestos seis concejales del PP, mientras que en contra han votado siete ediles: dos del PRC, dos del PSOE, el edil de Santander Sí Puede, el edil de IU y Tatiana Yáñez.

El PP, que gobierna en minoría al no haber conseguido revalidar en las pasadas elecciones su habitual mayoría absoluta, no ha encontrado en este caso el apoyo de los tránsfugas de Ciudadanos, que se han abstenido.

No obstante, dado que en las comisiones se intenta respetar el criterio de las mayorías, al final se adopta el criterio de voto ponderado que los respeta, de modo que el dictamen finalmente sí ha salido adelante.

Además, en la misma Comisión se han aprobado las enmiendas a la totalidad a los presupuestos que habían presentado los partidos de la oposición, si bien se han rechazado las enmiendas de carácter parcial presentadas por Antonio Mantecón (Santander Sí Puede) y Cora Vielba (ex de Ciudadanos).

En total, los presupuestos para 2018 ascienden a 197,2 millones de euros, lo que supone un 1,63% más que en el ejercicio anterior.

El Diario Montañés publica en su edición impresa de hoy las dudas del Interventor sobre los efectos en la estabilidad presupuestaria del convenio con la Fundación Caja Cantabria para devolver, a plazos en distintos años, a la entidad financiera 6,9 millones de euros por la revalorización de los terrenos de la Residencia en Cazoña como consecuencia de la anulación del PGOU por el Supremo, que le ha supuesto ya al Ayuntamiento al menos dos reclamaciones judiciales.

LA REORGANIZACIÓN MUNICIPAL AFECTA A LA MAYORÍA DEL PP EN LAS COMISIONES

La marcha de su propio partido de los dos ediles de Ciudadanos, el sostén que había encontrado el PP para sacar adelante sus decisiones pese a no tener un pacto ofocial, obligó a reorganizar las comisiones municipales, órganos estructurados por temas (obras, servicios sociales, etc..).

La propuesta inicial del PP pretendía considerar a los concejales sin grupo propio (los dos tránsfugas de Ciudadanos y Antonio Mantecón, de Santander Sí Puede) como si fueran un grupo aparte, del que habría dos miembro en cada comisión (lo que beneficiaba a los dos ex de Ciudadanos por un evidente criterio numérico).

El PP acabó rectificando ese criterio, ya que la figura de no adscrito es precisamente para quienes carecen de grupo y se arriesgaba a que las decisiones adoptadas fueran impugnadas legalmente. Ahora están todos los no adscritos en las comisiones, a título individual cada uno.

El secretario municipal ya advirtió en su momento de que esta propuesta puede suponer problemas en cuanto al cálculo de las mayorías absolutas.