El exiliado hondureño René Amador cuenta este jueves en La Vorágine situación de su país en víspera de las próximas elecciones del 26 de noviembre, que pueden suponer un vuelco en la situación política.

René Amador

Aunque hay temor a un fraude electoral, la victoria de la alianza de las izquierdas puede propiciar la apertura de un proceso constituyente tras un violento periodo de crisis democrática tras el golpe de Estado de 2009.

Honduras es el país más peligroso del mundo, según la ONG Global Witness, para el activismo medioambiental: allí han sido asesinados 120 líderes y lideresas desde 2010, un año después del golpe de Estado consentido que sacó del poder a Manuel Zelaya; y sigue  la impunidad el caso del asesinato de la lideresa indígena Berta Cáceres.

Para conocer los retos de los movimientos sociales y de la oposición de izquierdas ante estos comicios, llega a Santander el exiliado René Amador, que tendrá un encuentro abierto al público este jueves 16 de noviembre a las 19:30.

Viñeta del Paisá sobre Berta Cáceres

Amador es un dirigente del Sindicato de Instructores de Formación Profesional y uno de los fundadores del Frente Nacional de Resistencia al Golpe y denuncia a los cuatro vientos ese peligro de fraude y ante la posibilidad real de un vuelco político en Honduras ya que hay posibilidades reales de triunfo de la Alianza Electoral de Partidos Opositores.

Durante el mandato del presidente de Honduras y actual candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, se ha disparado el número de concesiones de explotación territorial y privatizaciones y se ha precarizado la situación de los pueblos indígenas y garífuna que luchan contra los megaproyectos económicos que amenazan sus territorios. El Partido Nacional es el principal representante de la derecha en Honduras. Aparece apoyado por la Democracia Cristiana, los “barones” del Partido Liberal, la Alianza Patriótica (liderada por el militar golpista Romeo Vázquez) y el Frente Amplio de Andrés Pavón (vinculado a la CIA), además de sectores reaccionarios de la Iglesia católica y las Iglesias Evangélicas.

A la izquierda se encuentran 3 partidos: el partido Libertad y Refundación (Brazo político del Frente de Resistencia Popular) integrado por un amplio espectro de fuerzas políticas que va desde los liberales progresistas a los comunistas, indígenas y corrientes sociales; las bases del Partido Anticorrupción (PAC), y el Partido Innovación y Unidad (de tendencia socialdemócrata). Los tres han formado la Alianza Electoral de Partidos Opositores para concurrir a las elecciones del 26N y en ella se encuentra la esperanza.

La sospecha de intento de fraude surge del sistema de escrutinio que propone la derecha, que quiere que se haga en la Sede Central de Datos del Tribunal Electoral, sin hacer públicos previamente los datos de los Centros Electorales Locales, algo que hará difícil incluso el control a los observadores internacionales. Los que acudirán por parte de la Unión Europea serán coordinados por Marisa Matías, perteneciente al Bloco de Esquerda portugués.

DE HONDURAS A COLOMBIA

Eso es este jueves. Los ciudadanos preocupados por América Latina y los derechos humanos (un combo difícil) tienen otra cita la semana que viene, cuando estará en Santander el colombiano Gustavo Pedraza, acogido al programa de defensores de los derechos humanos  de la Sección española de Amnistía Internacional. Desde que relevó a su hermano Carlos, asesinado, su vida corre peligro en Colombia.

Mural en homenaje al asesinado Carlos Pedraza, en la Universidad de Bogotá

El miércoles 22 por la mañana, Gustavo participará en un acto en la Escuela de Ingeniería Industrial y Telecomunicaciones de la Universidad de Cantabria y por la tarde en un acto público en el Centro Cívico Juan Carlos Calderón del Río de la Pila.

El jueves 23 por la mañana serán los estudiantes de un Instituto de secundaria quienes se entrevistarán con él

Gustavo Pedraza Salcedo ha denunciado activamente la desaparición, tortura y posterior asesinato de su hermano, Carlos Pedraza Salcedo, ocurrida el 19 de enero de 2015.

Carlos era defensor de derechos humanos, activista estudiantil en defensa de la educación pública, lideró procesos en contra de la explotación minero-energética, con activa participación en un juicio público, ético y político a las multinacionales de Puerto Gaitán, en el departamento del Meta.

También participaba en la dirección del movimiento del Congreso de los Pueblos y era el representante legal de la comercializadora ¨El Zipa¨, proyecto de economía solidaria que se basa en la venta de productos campesinos en la ciudad.

Gustavo ha realizado su trabajo desde el “Colectivo Popular Carlos Pedraza”, creado a partir de su asesinato. Además, es miembro del equipo de investigación del archivo de derechos humanos de la Universidad Pedagógica Nacional y estaba trabajando con las comunidades de la localidad Rafael Uribe en la construcción de huertas urbanas que promueven la soberanía alimentaria.