La empresa pública SODERCAN aborda mañana los relevos en sus órganos de dirección, a cuyo frente está el cuestionado Salvador Blanco, cuya cabeza ha pedido en reiteradas ocasiones el nuevo secretario general del PSOE cántabro, Pablo Zuloaga, a la vicepresidenta Eva Díaz Tezanos, que fue quien le designó, ya que esta sociedad pública está adscrita a su consejería.

Así, según ha podido saber EL FARADIO, este jueves hay convocadas dos reuniones al respecto: la Junta de Accionistas y el Consejo de Administración.

Sin ser militante del PSOE, Díaz Tezanos ha respaldado a Salvador Blanco como a ningún otro cargo.

La Junta de Accionistas, como en cualquier empresa, es el principal órgano de dirección, y de hecho es quien elige a los miembros del Consejo de Administración, que es quien mantiene las reuniones más periódicas y gestiona de forma más frecuentes.

De la Junta de Accionistas –los dueños de la empresa, en suma– depende, de hecho, el nombramiento de los miembros del Consejo de Administración.

Y en el orden del día de esta reunión, de carácter extraordinaria, se encuentran los ceses, nombramientos y reelecciones de miembros de esta sociedad pública, que se materializarán luego en una posterior reunión del Consejo de Administración.

La figura de Salvador Blanco ha sido cuestionada por un amplio espectro de la sociedad: no sólo por la mayoría del Parlamento, con peticiones de su cese por parte de PP, Podemos y Ciudadanos; sino por organizaciones como la CEOE, además de que su gestión ha sido puesta en duda por organismos como el Tribunal de Cuentas o la Intervención General de la Comunidad Autónoma, entre otros.

Su mantenimiento a toda costa provocó que PRC y PSOE perdieran el apoyo de Podemos con el que habían afrontado el inicio de la legislatura, y también ha causado fricciones entre el nuevo PSOE de Pablo Zuloaga y el viejo PSOE de Eva Díaz Tezanos, quien tras su derrota en las primarias del partido entre los militantes se negó a ejecutar los cambios que le pedía el nuevo secretario general.

Esos cambios –que se sumaron al cese de Ramón Ruiz, persona de confianza de Díaz Tezanos, como consejero de Educación, y que recientemente perdía su intento de convertirse en líder del PSOE en Santander frente a Pedro Casares, también en primarias entre militantes– incluían el relevo en SODERCAN y MARE.

Los máximos responsables de estas empresas, Salvador Blanco y Rosa Inés García, anunciaron hace meses sus dimisiones –lo que evitó a Díaz Tezanos tener que cesarles ella, algo a lo que se negó reiteradamente–, pero estas no se llegaron a concretar, toda vez que la vicepresidenta insistía en decidir ella sobre sus sucesores.

Entre las malas prácticas denunciadas durante la gestión de Salvador Blanco en SODERCAN se encuentra el conocimiento previo por parte de empresas privadas relacionadas con si figura de proyectos que se iban a licitar desde SODERCAN, sobrefinanciación de proyectos, falta de control a las aportaciones de la sociedad pública a empresas privadas, adjudicaciones a empresas como Fraile y Blanco o el abogado Emiliano Garayar, división de proyectos en fases para evitar someterlos a concurso o la invitación a realizar estudios a empresas que en realidad pertenecían al mismo grupo.

Más: Recopilatorio de razones para el cese de Blanco

La semana pasada se conocía un informe de consultoría sobre la situación de Cantabria encargado desde SODERCAN con adjudicación directa al tener un importe de 17.500 euros (si hubiera sido por un importe de 18.000 hubieran tenido que someterlo a participación de más empresas) a la Universidad de Cantabria, uno de cuyos autores era el exconsejero de Economía y exsuperior de Salvador Blanco –fue director general de esa consejería-, así como expresidente del PSOE, Ángel Agudo.

Una de las propuestas del informe encargado por SODERCAN –que comenzaba aludiendo a la abundancia de estudios sobre la economía de Cantabria– era reforzar el papel de esta sociedad pública.