El Bathco Rugby Club, en la senda de convertirse en un equipo de élite en España. Foto: Facebook

La frase puede valer para cualquier persona o para casi cualquier situación de la vida. En este caso vale para el mundo del deporte. La pronuncia Mario Copetti, el entrenador del Bathco Rugby Club, el segundo club más importante del rugby cántabro, y que está buscando hacerse un hueco en la élite del oval español.

La pasada temporada las Focas ascendieron, por primera vez en su historia, a la División de Honor B, la segunda categoría. Y el reto de esta campaña es volver a subir otra vez, y alcanzar la Liga Heineken, donde juega otro santanderino como el SENOR Independiente.

Pero poder subir dos peldaños en años consecutivos es misión de gran envergadura. Por eso, el técnico catalán, que está en su segunda etapa en el club, prefiere no mirar a largo plazo y centrarse en el momento actual. En realidad piensa, reforzado por el patrocinador principal del equipo, que «este año entrar en play-off sería una buena cosa, y no ascender no sería un drama».

La División de Honor B consta de tres grupos de 12 equipos, y ocho entran en las eliminatorias por el ascenso, los dos primeros de cada grupo y los dos mejores terceros. Bathco es, ahora mismo, el peor tercero de los tres, por lo que no entraría, pero le separan sólo dos puntos del segundo mejor tercero, el Fénix Rugby Club de Zaragoza, y tres del segundo de su grupo, el Babyauto Zarautz.

Tras nueve partidos disputados en la categoría de plata, Copetti cree que el equipo está «en la línea que la lógica diría». Ha mantenido parte del bloque del ascenso, pero también ha incorporado nuevas piezas para afrontar el reto, y falta ensamblarlo todo. «Es un equipo que todavía está en fase de conocerse y en construcción», dice.

El balance es de cinco victorias, un empate y tres derrotas. El empate se produjo, precisamente, en Zarautz, en uno de los campos más exigentes. Copetti recuerda bien los tres partidos que se escaparon. Uno fue en el campo del Universidad de Burgos, el líder invicto: «En Burgos la tuvimos, pero apareció la experiencia de ellos», recuerda. La segunda cayó en campo del Universidad de Vigo, en un partido que se acabó perdiendo por un «cúmulo de despropósitos».

La tercera está aún muy reciente. Fue el pasado fin de semana, en casa y ante el Eibar. Es el primer partido en La Albericia que no se gana. «Un partido sin historia y tuvimos una desconexión», admite, tras ir ganando 28-10 y acabar perdiendo 28-43.

Para aumentar las opciones de éxito total en esta 2017/18, Copetti reconoce que falta añadir piezas al equipo: «noto alguna falta en alguno de los puestos clave del juego», para después concretar que «necesitamos algún centro, la posición de 12» y también «falta un primera línea, y un ala definidor, de peso». Es consciente de que el club quiere responder a sus peticiones y que alguna contratación ya tiene contactos avanzados.

Pero, más allá de que algún fichaje pueda mejorar lo que hay en la plantilla, es el trabajo el que va a poder darles lo que buscan. Lo que consigan mejorar semana a semana y puedan trasladar al terreno de juego es la base para que el grupo crezca y sea más competitivo. «Los retos hay que construirlos en el día a día», concluye el entrenador.

Aunque pretenda ser exigente, también valora lo logrado, y sabe que adaptarse a una categoría superior tiene su dificultad: «el salto cualitativo físico y técnico es muy grande. Algunos se sorprenden con nosotros, y eso es fruto del trabajo de los chicos». Por eso, si levanta la vista hacia la primavera, cuando llega el desenlace de la temporada, asegura estar «convencido de que podemos llegar al mes de mayo con posibilidades».

Por el camino, también habrá momentos especiales, como el que van a tener esta misma semana, con la visita del entrenador sudafricano Grant Bashford, que va a dar una masterclass para niños el domingo en el Complejo Municipal Deportivo Ruth Beitia. A las 12:30, el Bathco recibirá al Campus Univesitario Ourense, y a las 10:30 será esta clase, gratuita, para niñas y niños de 8 a 17 años.

«No sólo masterclass, Bashford va a estar 10 días con nosotros, aportándonos su experiencia de un equipo profesional. Para el rugby base es una gran oportunidad de ver cómo trabajan los entrenadores de alto nivel y cómo colaboran con los equipos de formación», dice Copetti, esperando sacar de aquí un empujón para un grupo que ansía colarse en la Liga Heineken y competir contra los mejores de España, incluido el vecino Independiente.