Cinco años de la PAH Santander: “aquí se aprende a luchar”
El 11 de diciembre de 2012 unas cuarenta personas se reunieron en la hoy desaparecida Casa de la Solidaridad (la sede de la Coordinadora Cántabra de ONGDs cuyo cierre contamos en directo en un programa especial de Buenos Días Cantabria) para constituir la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Santander.
Ya en esa primera reunión hubo dos casos de afectados que se enfrentaban a la pérdida de su vivienda y se optó por ese esquema en el que había una parte específica de acogida en la que se contaba el caso en cuestión.
Desde entonces se han conseguido algunas cosas: se han estudiado más de 200 casos, se han parado 15 desahucios (algunos con negociación, otros con la convocatoria de STOP Desahucios, como sucedió con el caso de Astillero en el que se movilizarán dos centenares de personas, muchos de ellos alumnos de instituto para apoyar a sus compañeros de clase), se han logrado 30 daciones en pago (la entrega de la vivienda a cambio de la condonación de la deuda, de forma que no se esté pagando durante décadas por un bien que ya no se posee) y 15 alquileres sociales, con precios proporcionales a los ingresos del afectado.
En todo el país, el problema de la vivienda, y por extensión el de los excesos del sector financiero en España –materializado en otros problemas como la estafa de las preferentes— saltó de la privacidad de las casas a pasar al ámbito público y en Cantabria, por ejemplo, tras las primeras experiencias de oficinas de mediación como la de Torrelavega o Santander, se creó esta legislatura una Oficina de Emergencia Habitacional que depende de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria.
Se perdió en en el camino la sensación de vergüenza y fracaso y llegando incluso a tener su propia película, ‘Cerca de tu casa’ –con la cántabra María Soler en el equipo de producción, y que tuvo un Goya a la mejor canción—o su propio himno, cantado por Nacho Vegas, quien además cantó en una oficina asturiana de Liberbank, el banco en el que se integra la antigua Caja Cantabria.
«NO ESTÁS SOLO»
Sobre todo, recuerda Raúl Noriega, portavoz de la PAH de Santander, han conseguido un cambio en la actitud de los propios afectados, reconvertidos en activistas.
“El 90% de la gente que viene llega echa una mierda, y el primer logro se consigue el primer día, cuando ven que no están solos y gente que llega llorando sale con una sonrisa”, subraya Raúl, para quien una de las primeras funciones de la PAH es decirle al afectado “que no está solo”.
Y la otra es que los propios miembros de la PAH conozcan las normas y leyes que rigen sobre su propiedad más básica: “nos organizamos para intentar luchar contra los abusos y cambiar las leyes”. “Aquí se aprende a luchar”, valora.
Algunas cosas han cambiado: y no sólo que su propio lugar inicial de reunión, la Casa de la Solidaridad, haya desaparecido. Las ocupaciones de oficinas hicieron que los bancos acabaran negociando y el daño a la imagen ha hecho que las entidades recurran menos al desahucio a la fuerza.
Rompieron una serie de inercias muy santanderinas y han entablado relación con otros colectivos, empezando por la lucha contra la expropiación de la finca de la fallecida Amparo Pérez, a los miembros de la ‘plataformitis’, entre otros. Su primer portavoz, José Ramón Blanco, es diputado en el Parlamento por Podemos, donde este mismo lunes se abordan cuestiones relacionadas con el problema de la vivienda.
Les siguen llegando casos todas las semanas: entre enero y febrero hay programadas tres fechas para desahucios, y (y esa es una de las cosas que hemos ganado) el pequeño ejército que son sus activistas y simpatizantes está preparado para intervenir, desde la asesoría en un tema que ya conocen muy bien cómo gestionar a la acción física para tratar de impedirlo.
Entre los cambios que detectan está el alquiler, a la vez solución y problema.
Problema porque el incremento de precios está trasladándose de la vivienda en propiedad a la vivienda en alquiler.
A nivel nacional están creciendo los desahucios por alquileres, en una tendencia que en Cantabria todavía no se detecta a este nivel, pero, matiza Raúl Noriega, no es tanto porque no está pasando sino “quizás por desconocimiento” de los propios afectados sobre las dimensiones del problema.
Pero también puede ser la solución, añaden, si desde las instituciones, tal y como se está hablando en estos momentos, se crea un parque de viviendas para alquiler, como forma de que los precios se “regulen” y de evitar que se recurre a la propiedad y al endeudamiento cuando “no se puede”.
Porque los abusos del sector financiero han continuado (la Justicia europea ha declarado ilegales numerosas cláusulas de las hipotecas en España, como las cláusulas suelo, entre otras) y ya se está detectando también un repunte en la concesión de hipotecas y en sus precios. “Esto de hoy son los problemas de mañana”, advierten desde la PAH, donde lo tienen claro: “la lucha está más viva que nunca”.