Colectivos como Andarivel empezaron denunciado los problemas en la tramitación de la renta social básica. El actual Gobierno PRC-PSOE eliminó trabas para la percepción, pero colectivos y partidos como Podemos plantean que es insuficiente

Ha sido uno de los temas de confrontación en el amago de negociación de los presupuestos de Cantabria entre Podemos y el Gobierno PRC-PSOE, amén de estar en la agenda de la Red Cántabra Contra la Pobreza y otros colectivos desde hace unos años: la Renta Social Básica (RSB), la ayuda que concede Cantabria a quienes no tienen ningún otro ingreso, es insuficiente.

Son 430,27 euros por persona que se incrementan un 10% por miembro de la unidad familiar que no tiene ningún ingreso, hasta  los 537,84 en caso de un hogar con dos personas o 591 euros en uno de tres. «No da para vivir: la tasa de la pobreza indica que una persona es pobre si cobra menos de 684 euros»,  explica Patricia Bueno, del colectivo Manifestaos por los Servicios Sociales, en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA (103.2).

Es una prestación económica que supone una garantía “bastante mínima” de ingresos para aquellas personas que carecen de recursos económicos – se han quedado sin empleo y sin prestación por desempleo-, sobre todo porque es «incompatible con cualquier otra ayuda o cualquier otro ingreso».

Es decir, hay personas que encuentran «trabajos de muy poquitas horas a los que prefieren no acceder porque tendrían que renunciar a su RSB». Ejemplo real: un músico que cobraba RSB y cada vez que ganaba algo de un «bolo» lo tenía que comunicar y justificar ante el ICASS (Instituto Cántabro de Servicios Sociales), que se lo descontaba de su RSB mensual.

Y así es como la pobreza se hace «crónica». «No pasas de ahí. Cuando alguien se queda sin ingresos y recurre a la RSB el máximo a percibir es siempre 430 euros. Independientemente de que puedas obtener ingresos de otro lado, te lo van a restar siempre», aclara.

«Todas las personas que cobran RSB son pobres y si no encuentran un empleo con una jornada e ingresos dignos (o les toca la lotería) no pueden salir de la pobreza», subraya Patricia.

2.530 RENTAS SOCIALES BÁSICAS EN SANTANDER

Aunque no tienen cifras de cuántas RSB se tramitan en Cantabria sí manejan datos de la capital, Santander, donde hay más de 2.500 (en unidades familiares, así que en personas serán más dependientes de esta prestación). «Son muchas para una población de 175.000 habitantes».

Además, inciden en un nuevo perfil de personas receptoras, que ha cambiado desde que la crisis se manifiesta en todo el país, a partir del año 2009.

Ahora son «familias perfectamente normalizadas, con su estructura familiar perfectamente organizada, que pierden el empleo y los subsidios del paro. No necesitan acompañamiento social porque tienen todos sus recursos personales desarrollados; sin embargo se encuentran en una situación de pobreza».

PROPUESTAS PARA UNA NUEVA RSB

Frente a esta situación, desde Manifestaos por los Servicios Sociales proponen soluciones «viables y justas». En primer lugar, elevar la cuantía de la RSB hasta ese límite de ingresos bajo los cuales se considera a una persona en situación de pobreza: por debajo de los 684 euros mensuales.

En este colectivo no tienen cuantificado el impacto que tendría en los presupuestos este incremento, pero suponen que «es posible». «Dependerá de las prioridades de los gestores de la administración».

Además, proponen que la RSB sea compatible con otros ingresos «a través de empleo siempre», enfatizan, por lo menos mientras no sobrepase el Salario Mínimo Profesional, que está en los 707,6 euros. Tendría un «coste cero» porque supondría un incremento de trámites «cero».

Podemos ha presentado una enmienda parcial a la Ley de Acompañamiento al Presupuesto de 2018 en la que aparecen estimaciones económicas.

La formación morada cuantifica su propuesta de Renta Social Básica compatible, que beneficiaría a 25.253 familias y 48.473 personas, en 78 millones de euros (50 más de lo que se dedica), un 3% del presupuesto de Cantabria, pero subraya que un 85% revertiría a las arcas públicas a través del consumo directo de los beneficiarios y un 15% vía impuestos.

Porque esa es otra base argumental de la propuesta. Como en la actualidad el trabajo es incompatible con la RSB, en la práctica muchas veces esos empleos no se declaran, por lo que quedan en la economía sumergida.

TODO A LOS SERVICIOS SOCIALES

En resumen, plantean ampliar el fondo de la RSB para «evitar que haya otras prestaciones de emergencia que carecen de sentido en este momento porque eso sólo hace aumentar los trámites». Quieren que «todo el sistema de garantía de rentas salga del sistema de Servicios Sociales».

Y que los Servicios Sociales se dediquen a «hacer lo que tendríamos que hacer para ayudar a todas esas personas en exclusión o en riesgo, no sólo por una situación de pobreza sino por múltiples causas más complejas».

De fondo, pretenden que los servicios sociales sean entendidos como «un pilar más del Estado del Bienestar», con una concepción «personalizada, para ayudar a las personas en su proceso de desarrollo y no simplemente tramitar ayudas económicas».

LA «GYMKANA SOCIAL»

«Si la gente tuviera una RSB más cerca del umbral de la pobreza no tendría que ir a solicitar otro tipo de ayudas», como los fondos de emergencia social de los ayuntamientos, las entregas de alimentos de otras organizaciones, el bono social de la electricidad, el certificado de pobreza energética, las asociaciones que ayudan para adquirir las gafas de los niños, etc.

«Es lo que hemos denominado la Gymkana Social», que en su conjunto exige mucha documentación y muchos trámites, y genera una «indignación» y «denigra» a las personas por «el exceso de burocracia».

Lo ven, además, como un contrasentido, porque esa misma burocracia supone mucho gasto de dinero: «si calculásemos los recursos humanos y técnicos que utilizamos para hacer todos esos informes a lo mejor solamente en recursos humanos se gasta más que una RSB ajustada a las necesidades actuales».

¿Y TÚ? ¿DEJARÍAS DE TRABAJAR POR UNA RENTA SOCIAL BÁSICA?

«¿Tú dejarías de trabajar por 600 euros? Yo no sé los demás; a lo mejor otras personas sí. Eso va a depender muchísimo de las situaciones personales, culturales o familiares de cada persona», responde Patricia cuestionada por el mantra de que estas prestaciones sociales tienen el riesgo de desincentivar el interés por trabajar de las personas.

«Yo no he leído los documentos pero en jornadas especializadas hay una encuesta a nivel europeo en la que un 90% de las personas a las que se les pregunta responde que no dejaría de trabajar a cambio de una renta garantizada», añade.

En su opinión, se trata de «acercarse a la educación de las personas en cuanto a lo que tú quieres hacer con tu vida. La verdad es que hay muchos empleos que la gente desarrolla con mucho amor y cariño y no estarían dispuestos a dejar de trabajar en ellos».

Sin embargo, admite que «otras personas, las menos, sí que hacen de las ayudas su modus vivendi, pero añade que «lo van a seguir haciendo independientemente de cuál sea la cuantía de la RSB».

DE LOS CONVENIOS DE REINSERCIÓN AL EMPLEO SOCIAL

Otra arista del debate sobre la Renta Social Básica es la posibilidad de que la dotación económica sea a cambio de prestar un trabajo para la comunidad.

Patricia explica que hay un apartado en la Ley de Servicios Sociales de Cantabria que no se está llevando acabo: el de los convenios de inserción. «Se entiende que cuando se cobra RSB el perceptor estaría obligado a cumplir con un itinerario de inserción o con un convenio que ahora mismo es imposible porque la concepción es puramente económica».

En opinión de esta trabajadora social «sería muy interesante» definir una serie de actividades que se pudieran realizar de cara a la sociedad, como un empleo remunerado. «En un montón de áreas, desde el acompañamiento personal en dependencia o infancia, al desarrollo comunitario e aspectos sociales, culturales, de dinamización o participación, que no están cubiertos»

«Realmente en un sistema capitalista – como este- cuesta ver unas ganancias grandes a corto plazo», pero «si ese dinero para ayudas o prestaciones se empleara para crear este tipo de movimientos, creo que sería más gratificante que recibir una RSB sin más».