La Vorágine presenta un “Pasaporte apátrida” para romper las fronteras
Se acaba este año 2017 que vivimos tan intensamente, sobre todo a partir del otoño, enredados en acalorados debates identitarios y de banderas, en torno a la soberanía, el derecho a decidir de los pueblos y la mismita democracia como conceptos (a veces) opuestos al cumplimiento de la legalidad vigente, etc.
Frente al debate mainstream, un sector de la sociedad pretendió conquistar ese espacio tan peligroso entre las dos trincheras, con las banderas blancas del Hablemos/Parlem, pero las elecciones de Cataluña del pasado 21 de diciembre volvieron a situar a las mayorías en los polos.
Sin embargo la editorial de La Vorágine percute en la idea de romper este debate de trincheras con un pasaporte “simbólico, hermoso y cargado de significado”.
Un pasaporte “apátrida” frente al levantamiento de fronteras físicas y simbólicas, que recuerda “el valor del internacionalismo y del sentido de humanidad”.
“La persona en posesión de este pasaporte entiende que su legitimidad nace del derecho humano a ser lo que se quiera ser”. Esta declaración de principios aparece en este nuevo producto editado por La Vorágine, en Santander, y que ya comienza a distribuirse en el resto del país.
Un “juego literario, gráfico, político y poético” que pretende “mandar un fuerte mensaje internacionalista y rupturista en tiempos de trincheras”, según explica Carmen Alquegui, parte del colectivo de La Vorágine.
Este peculiar pasaporte ha sido diseñado por el cántabro Emmanuel Gimeno y contiene textos de María Zambrano, Rafael Barret, Claudio Magris, Wislawa Symborska, Luis Cernuda, Jaime Gil de Biedma o Antonio Orihuela.
“¡Qué poco herméticas son las fronteras de los reinos humanos!, ¡Cuantas nubes vuelan impunemente sobre ellas!”, escribió la poeta polaca Symborska, y ese es el juego que propone La Vorágine con este mini libro en forma de pasaporte hipotéticamente emitido por la “Unión de Comunidades de Afinidad”.
Este “Pasaporte apátrida”, obviamente sin valor legal, es “simbólico, hermoso y está cargado de significado”, explica Paco Gómez Nadal, también parte de la editorial de La Vorágine. “Queríamos lanzar un mensaje fuerte y que la propia palabra de ‘apátrida’ entrara en las discusiones –muchas veces estériles- de estos tiempos”.
En las páginas de este “juego editorial” aparecen algunas de las Zonas Autónomas Temporales que han existido a lo largo de la historia y donde las nacionalidades dominantes no tenían efecto. Desde Isla Tortuga, en el Caribe, a Libertaria, en la costa norte de Madagascar, desde Saramaka, en Surinam, al Palenque de Palmares, en Brasil…
“El ‘escudo’ de la portada juega también con nombres de lugares, territorios y barrios de todo el planeta y hasta de la galaxia… una imagen construida con una geografía sin fronteras que rompe con la paradoja del momento actual, en el que no hay fronteras para las finanzas o las mercancías, pero cada vez hay más impedimentos para la movilidad de las personas”, explica Emmanuel Gimeno, que también participa del movimiento Pasaje Seguro de Cantabria.