La Red Cántabra contra la Pobreza y la Exclusión Social pide mejoras en la renta básica
La Red Cántabra contra la Pobreza y la Exclusión Social, ONG que trabaja bajo las siglas EAPN, ha reclamado a administraciones, partidos y agentes sociales que dialoguen para conseguir una Renta Social Básica «digna».
Se refieren al reciente rechazo a la propuesta de modificación de la Ley cántabra de Derechos Servicios Sociales, que regula la renta básica, un aspecto que ha estado en el debate en los ya en vigor presupuestos de Cantabria para 2018.
EAPN considera «insuficiente» la cuantía de las rentas mínimas en las prestaciones sociales de Cantabria, y recuerda que lleva años pidiendo que se aumenten, y que se puedan compatibilizar con trabajos de baja intensidad para que las familias «vivan con dignidad y cubran sus necesidades básicas».
Que las ayudas sean compatibles con trabajos con baja remuneración va en línea con la tendencias de lo que reclaman profesionales del sector y asociaciones como Manifestaos por los Servicios Sociales o partidos como Podemos.
EAPN recuerda que el último Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social constata que el 70% de los hogares aún no ha percibido los efectos de la recuperación. En el caso de los hogares bajo el umbral de la pobreza, sólo un 9% percibe cierta recuperación en sus condiciones de vida.
Además, esta colectivo advierte del «riesgo» de «acostumbrarnos» a la precariedad: cuando se pregunta por las expectativas económicas dentro de 5 años, el 47,1% cree que estará igual; y tan sólo el 19,9% cree que mejorará la situación de su hogar.
Cantabria presenta una tasa de riesgo de pobreza de 24,6%, un 7,5 % de carencia material severa, siendo un 16% de la población la que dispone de trabajos de baja intensidad. Al respecto, la Red contra la Pobreza subraya que «la obtención de un trabajo de baja intensidad no exime de vivir en la precariedad».
Por eso, las propuestas de EAPN Cantabria van en la línea de reformas para mejorar la coordinación entre administraciones para facilitar el acceso o permitir el acceso al cobro desde los 18 años, (franja de edad especialmente sensible, ya que en muchos casos quieren independizarse de sus familias y no pueden; actualmente la edad mínima de cobro está en los 23 años).
También plantean facilitar medidas parejas al cobro de la RSB que apoyen la economía familiar: ayudas al alquiler, becas comedor, ayudas y becas de transporte, ayudas al pago de suministros, etc.
«Consideramos necesario adaptar el enfoque de las políticas hacia la promoción de la persona, no exclusivamente hacia búsqueda obligatoria de empleo», opinan, por lo que inciden en que desde esta perspectiva se hace necesario establecer itinerarios de inserción personalizados, que podrían dar respuesta a situaciones de cronicidad que no tiene en la inclusión socio laboral un horizonte real.
Al respecto, recuerdan que en la actualidad sólo existen dos proyectos piloto en la zona de Besaya y Asón donde se están implementando los convenios de incorporación social con acciones de acompañamiento y apoyo.
La Renta Social Básica (RSB), la ayuda que concede Cantabria a quienes no tienen ningún otro ingreso, es insuficiente. Son 430,27 euros por persona que se incrementan un 10% por miembro de la unidad familiar que no tiene ningún ingreso, hasta los 537,84 en caso de un hogar con dos personas o 591 euros en uno de tres, mientras que la tasa de la pobreza indica que una persona es pobre si cobra menos de 684 euros, por lo que corre el riesgo de hacer que la pobreza sea crónica.