2018 se perfila como el año del movimiento feminista
Este 2018 se puede perfilar como el año en el que Cantabria sucumbirá al movimiento feminista, en una época de auge para los colectivos que luchan por la igualdad entre hombres y mujeres, ya que la actualidad ha demostrado que su lucha es más necesaria que nunca.
Lo revelan las cifras de la violencia de género con las que hemos cerrado 2017 que en los juzgados de Cantabria han sufrido un aumento de las denuncias en el 55,2% en el último trimestre del año.
Los últimos días de 2017 los despedimos con una denuncia por agresión sexual en las calles de Santander y 2018 ha comenzado con la detención de un hombre de 22 años que violó a una mujer de 25, que él alegó no haber considerado violación porque, pese a que dijo que no quería, pensaba que le iba “ese juego”.
Frente a estos hechos la concienciación entre las mujeres va aumentando y la lucha ha tomado un nuevo auge para gritar ‘¡Basta ya!’, con actos como la performance que acogió el Casco Viejo de Torrelavega el pasado 31 de diciembre, donde decenas de mujeres aparecieron tendidas en el suelo, como si estuvieran muertas, en representación de cada una de las asesinadas por violencia de género este año en España.
Son colectivos muy diversos en Cantabria, formados por diferentes mujeres de todos los perfiles. Algunos de ellos son ya veteranos en la lucha, como es el caso de la Comisión 8 de Marzo, que tanto en Cantabria como a nivel nacional e internacional han desarrollado todo tipo de iniciativas en pos de la igualdad, o como Las Gildas, que han cambiado de modelo cuando cumplen 20 años y que se han dedicado desde el primer momento a colaborar con diferentes asociaciones con proyectos solidarios y de visibilización.
Otros son más jóvenes, de reciente creación, como La Castaña, que promueve la creación y fortalecimiento de redes de mujeres a través de actividades culturales y reivindicativas. Su objetivo es empoderar a las mujeres cántabras y sus proyectos, como el que han realizado recientemente, con una iniciativa en el Roots en la cual han conseguido recaudar 1.276,73 euros, que irán destinados íntegramente al fantástico Proyecto AMAL, que ofrece recursos educativos, oportunidades formativas y aprendizaje sociocultural a las personas refugiadas de la región griega de Epirus en Grecia.
Y las mujeres más jóvenes también están comenzando a tomar la palabra, tal y como comprobamos en la última edición de la celebración del 8 de marzo en Cantabria o incluso en concentraciones por la igualdad y contra la homofobia que ha habido este 2017.
Son colectivos como MUJOCA, que recientemente ha estrenado sede en Santander aunque su actividad lleva varios años, o las Ijanas, que forman parte del colectivo de estudiantes y cuya actividad no ha parado ni siquiera en Navidad.
Todos ellos están en un momento de resurgimiento. “Es un momento de mucho trabajo, mucha posibilidad y mucha actividad en el movimiento feminista cántabro”, apunta la experta en colectivos sociales, Ruth Ruiz. “Están realizando un gran trabajo, metiendo muchas horas cotidianas para sensibilizar a la gente de los problemas que nos encontramos tanto a nivel estatal o internacional, como aquí en Cantabria”.
LAS POLÉMICAS QUE REVELAN LA NECESIDAD DEL FEMINISMO
En Cantabria la última polémica ha sido la velada de boxeo femenino organizada por el gimnasio del excampeón del mundo de full contact Daniel Rasilla, que se patrocinaba en Camargo, ni más ni menos, que con la publicidad de tres clubs de alterne. Esa idea descabellada que llegó a estar subvencionada con dinero público, mezclar feminismo con prostitución, y que se suspendió tras la retirada de fondos municipales.
Finalmente se celebrará el día 27 de enero ya sin estos patrocinios en el cartel y contando con una programación de peleas entre boxeadoras. El evento será a las 19.00 horas, en el pabellón Pedro Velarde, con la colaboración del Ayuntamiento pero sin el apoyo de clubes de alterne.
“A veces es incomprensible cómo se pretende lanzar un discurso en favor de la igualdad y contra la violencia de género utilizando actos de este tipo”, asegura Ruth Ruiz que lo califica que “rizar el rizo hasta niveles insospechados”.
Lo mismo opina del hecho de que la carrera contra la violencia de género celebrada en Santander contase como animador a Paco Micro, famoso por narrar más carreras deportivas y que participó en el acto de supuesto acoso y agresión a periodistas y participantes de un acto de Pablo Iglesias en Cantabria.
“No era un modelo a seguir en la lucha feminista”, recuerda la activista, acordándose de algunas de las frases que oyeron las participantes de la carrera en la que, de nuevo, se las cosificó o se animaba a los hombres participantes “a dejar que ganen ellas”. “No sé si los poderes públicos no son conscientes”, añade Ruiz.
LA AGENDA DEL FEMINISMO EN CANTABRIA
Cuestiones como estas polémicas que han despedido el 2017 revelan la necesidad que todavía tiene la sociedad de educarse en feminismo.
Por ello cabe destacar varias actividades que hay previstas para comienzo de 2018 en Cantabria con un marcado acento feminista.
Para empezar, este mismo jueves se presenta en La Vorágine la revista feminista La Madeja nº 8 en la librería La Libre (Santander), con la presencia de su editora Inés Herrero Riesgo. En este caso abordarán las diversas sexualidades de la mujer.
Y en febrero regresan Los Monólogos de la Vagina, una iniciativa que el pasado año tuvo un gran éxito, con entradas agotadas, y que aúna a diversos colectivos de Cantabria e incluso a activistas de otras partes de España. “En los mónologos sensibilizan el tipo de problemas que nos encontramos las mujeres en el día a día o temas más drásticos que nos atañen, como la violencia de género o las violaciones”, cuenta Ruiz.
Los monólogos serán el jueves 15 de febrero en el teatro CASYC de Santander, el 16 de febrero en el teatro Marqués de Santillana de Torrelavega y el 17 de febrero en el Teatro Principal de Reinosa.
Las entradas, que cuestan 5 euros, suelen tener carácter solidario y pueden adquirirse en diferentes puntos de venta, como La Vorágine, en el Bar Bolero o la Tienda de Moda Lara, de Santander, la tienda Manuel Muñoz y el café Nueva Sinfonía en Torrelavega o los bares El Almacén o El Tabique de Reinosa.
También Cantabria No Se Vende va a realizar una actividad, el Ateneo Cántabro, un foro donde, junto a los distintos agentes sociales de Cantabria, se pretende reflexionar y debatir sobre el rol presente y futuro de la comunidad autónoma. Y, por supuesto, en el mes de marzo van a hablar de feminismo en el ámbito educativo.
“El objetivo es conocer la situación real en Cantabria, con la actualidad en la violencia de género en los adolescentes o el trabajo de colectivos feministas en centros educativos”. En el foro participarán iniciativa como Ijanas o MUJOCAS, que desarrollan muchos talleres y hasta editaron una revista para adolescente con reivindicaciones feministas, o sindicatos de docentes como STEC.
Y, por supuesto, todos los esfuerzos están centrados en las actividades del 8 de marzo, el Día de la Mujer Trabajadora, que ya el año pasado en Cantabria tuvo el gran protagonismo de las jóvenes. Además, en 2017 se convocó una huelga feminista a nivel internacional para mostrar cómo serían los centros de trabajo, los centros de consumo y el día a día sin ninguna mujer.
Una iniciativa que probablemente se repetirá en 2018 después del “gran éxito” que tuvo. “Aunque fuera una huelga feminista simbólica creo que tuvo mucha más repercusión de la que se esperaba”.