Cantabria gana visibilidad en la batalla por la atención en FITUR
Un gorila gigantesco que atrapa a la gente (con foto, claro) llamaba la atención desde fuera del stand de Cantabria en la Feria Internacional del Turismo.
En el mundo mascotas, Noja competía con una nécora gigante (algo así como Sebastián el de Ariel) y en Santoña han desempolvado esa mascota de lata de anchoas con la que (es verdad, lo juro) me tropecé hace año en un almacén del Casino Liceo de Santoña.
Vistos todos en conjunto, el resultado se parecía a algo así como una película de Godzilla, una de esas de SyFy o esos episodios de los Power Rangers en los que el monstruo se hacía gigante.
La entrada del stand, diseñado por CyC, está cubierta de una alfombra que simula ser césped, y la voz del conocido gastrónomo Floren Bueyes invitaba a los curiosos a «pisar el prao» y probar los productos de la gastronomía cántabra que se iban sacando (en un stand que ha ganado hueco para que los profesionales del turismo puedan conocerse y trabar contacto, lejos aún de los espacios que se les reservan en la mayoría de los expositores).
En el espacio entre pabellones, más allá del propio stand de Cantabria, había varias instalaciones con fotos del camino lebaniego.
Así que este año en Cantabria sí que se ha avanzado respecto a otros años en esa guerra de guerrillas por captar la atención, en la que los ejércitos llevan uniformes de indios americanos, tribus aztecas, vestidos tradicionales, hasta trajes de legionario en Melilla, y todo tipo de animales y mascotas que salen de los stands y recorren los pasillos de los pabellones del recinto ferial de IFEMA.
Porque FITUR, una de las grandes citas del turismo, es una batalla por destacar frente a todo tipo de potencias turísticas.
La feria es un lugar en que tienen promoción específica lugares tan insospechados como Rivas Vaciamadrid (ojo, que están dentro de un parque natural) o Arganda de Duero, y en el que Madrid como ciudad segmenta tanto que mientras suena el flamenco de sus tablaos, vende una ruta por sus castillos. Que los tiene.
Extremadura, por ejemplo, vende una especialidad tan apetecible como la felicidad, el tiempo, lo slow, bajo el concepto Museo de la Felicidad. En Navarra te tomas vinos mientras escuchas un concierto de violín.
Y mientras los operadores de cámara ‘tiran cable’, resulta que Murcia tiene su marca, Costa Cálida. En Baleares te puedes asomar a sus fondos marinos a través de pantalla. En La Mancha, molinos every where.
Para la corriente de opinión que cree que Okuda tiene mucha presencia, os diré que este año hace una falla en Valencia (en realidad es una frase a medida para Arantxa). Andalucía, un gigante de la promoción con un pabellón entero, invita a entrar en una especie de iglú que recrea sensaciones.
En América Latina, la tierra de los mil disfraces y colores, se hace cola por todo: por café, por ron… los productos que ofrecen a todo aquel que deambule por los stands de Panamá, Nicaragua, Cuba…
Esa es la parte más vistosa. Pero lejos de la deseada visibilidad, hay otra competencia, más soterrada, una gymkana de reuniones a la que se someten políticos y empresas y que comienza días antes.
No ha sido un FITUR tranquilo: había varias polémicas soterradas, como la traducción automática de la Web turística de Santander y el desgaste que ha supuesto en el equipo de Gobierno del PP santanderino o las denuncias de alcaldes del PP como Gema Igual de no haber sido invitados a la cena de ayer en la Casa de Cantabria en Madrid.
Al margen de esto, pequeñas empresas como la cántabra La Gistería, especializada en mapas por Internet, acudían a un sector que todavía tiene recorrido por hacer en la Web.
El impacto de la tecnología en el turismo, las posibilidades que abre, es otro aspecto que preocupa, como el proyecto Amio en Santillana del Mar, que aporta datos extra sobre el patrimonio que permite enriquece la visita a una villa ya de por sí turística, además de contribuir a mejorar la experiencia para personas con discapacidad.
Peor es la cosa para un alcalde a la hora de competir. Cada una trata de poner en valor algún aspecto: Bezana su Parque Geológico Costa Quebrada, San Vicente busca avances en la recuperación de las históricas colonias educativas asociadas a la Institución Libre de Enseñanza, y en Arnuero se vienen con la noticia de que el Estado ha aprobado su proyecto de recuperación de antiguos viveros para playa.
Otros, como Castro Urdiales, iban conscientes de la necesidad de aprender, de captar tendencias del sector tanto por parte de otros ayuntamientos e institución como empresas que prestan servicios, con un diagnóstico que, en un panorama marcado por los discursos triunfalistas, hacía la autocrítica de ser conscientes de problemas como la escasez de plazas hoteleras en el municipio, según trasladaba el edil de Turismo, Humberto Bilbao.
En ese panorama, Cantabria trata de posicionarse con la apuesta por las cuevas y el patrimonio arqueológico, además de por el Centro Botín, por fin abierto tras años de ser vendido sin existir, y por su gastronomía, tanto por los productos como por las ocho estrellas Michelín.
En su discurso, el presidente Revilla, que no pudo resistirse a repetir el «España no paga», ni a aludir a los «enajenados» en Cataluña o a otro clásico, Don Pelayo, ponía en valor la tranquilidad de Cantabria, las nuevas líneas aéreas con las que se confía llegar en 2018 al millón de pasajeros, y el balance del aún no acabado Año Lebaniego.
(Nota: mientras escribimos estas letras, en el stand de al lado, que promociona una feria sobre salud, bienestar, están hablando ante el público de sexo y tecnología. Sucede).