Las insultantes paradojas del nuevo Bono Social (1)
||por GABRIEL MORENO, de SOLABRIA||
El recién publicado “Acuerdo de la CNMC que propone al Ministerio de Energía el cálculo del porcentaje de reparto de la financiación del bono social 2018” arroja cifras paradójicas. Todo ello se debe a que como único criterio para el reparto se ha establecido el número de clientes independientemente del consumo de energía de los contratos que gestionan.
Aunque aparentemente todo sigue igual y las cinco grandes eléctricas del oligopolio (UNESA), que son la únicas comercializadoras de referencia que pueden ofrecer a sus clientes del Bono Social a través de la tarifa del Precio de Venta al Pequeño Consumidor (PVPC), correrán con el 95,4% del coste, un gasto que acabarán repercutiendo a las personas consumidoras (incluidas las propias beneficiarias), lo que traduce en que se van ahorrar el 5% de los gastos del Bono social, que será la parte que van a financiar todas las demás comercializadoras que NO pueden ofrecer a sus clientes el beneficio de acogerse al Bono Social.
Según el cálculo del porcentaje de reparto de la financiación propuesto, las 5 grandes del oligopolio eléctrico cubren la mayor parte: ENDESA (con 10.815.000 clientes y casi 15 mil millones de facturación) asumirá el 37,14%, IBERDROLA (10.205.000 clientes y casi 10 mil millones de facturación) el 35,04%, GAS NATURAL FENOSA (4.605.000 clientes) el 15,81%, EDP (HC) con 1.075.000 clientes sufragará el 5,17% y Viesgo con 641.000 clientes el 2,2%.
En cuanto a las Cooperativas de Energías Renovables mientras que a SOM Energía, con 43.500 clientes, le corresponde contribuir con el 0,15% del total, a Goiener con 6.600 clientes lo hará con el 0,023 %, a Nosa con 186 contratos el 0,0006% y Solabria con unos hipotéticos 150 clientes le correspondería un 0,0005 %. Recordar que prácticamente la totalidad de clientes son personas físicas con contratos domésticos de viviendas.
Pero estos porcentajes son engañosos y ocultan una realidad vergonzante determinada por la fijación del % de financiación exclusivamente en función del número de clientes y nunca en función del total de energía comercializada y por la consecuente facturación y beneficio económico. Así tenemos los casos más sangrantes como:
VILLAR MIR SL que con una facturación más que sustanciosa de más de 72 millones de euros y una cartera de 11 clientes, que son grandes empresas puesto que resulta una media de una factura eléctrica de más de 6,5 millones de euros por cliente, y que sin embargo, al computar los 11 clientes va a contribuir en la financiación un ridículo 0,00004%, es decir, un porcentaje 10 veces menos que el de Solabria.
El caso de Fortia, una comercializadora que abastece a más de 20 grupos industriales en distintos sectores (siderurgia, metalurgia, cemento, gases industriales, químico,…) que gestiona anualmente más de 12 TWh, casi el 4% de la demanda del mercado ibérico, que tiene una facturación de 520 millones de euros (con una factura media por cliente de 4,3 millones de euros). Pues bien, con tan solo 119 clientes, le corresponde contribuir con un exiguo 0,0005 %, menos aún que nuestra recién nacida Solabria.
Endesa, es otra de las grandes benficiarias, ya que con una facturación cercana a los 15 mil millones de facturación, teniendo en cuenta que la facturación total es de unos 29 mil millones de euros, por lo que le correspondería pagar más del 50%, sin embargo, con el reparto por clientes se queda en el 37%.
Y en el otro extremo los ciudadanos con riesgo de exclusión social, familias con rentas mínimas para subsistir, pensionistas…que son la moneda de cambio para este mercado de beneficios económicos basados en un servicio y bien necesario como es la energía eléctrica.