Cantabria vive la “tormenta perfecta” para el envejecimiento de su población
Cantabria está viviendo, en palabras del catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Cantabria, la “tormenta perfecta” para el envejecimiento de la población: a los motivos habituales de la reducción de nacimientos y el aumento de la esperanza de vida “se nos ha juntado” el de la pérdida de la población joven o adulta en edad de trabajar que emigran a otros territorios.
Esa mezcla se está traduciendo en pronósticos de pérdidas de población en Cantabria para los futuros años que ha llevado a la creación de un grupo específico de investigación y análisis dentro de la UC, que ha realizado un estudio por encargo del Gobierno de Cantabria, y que se analizará este martes en una jornada.
Reques explicaba en EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM (103.2 FM) que se trata de analizar el fenómeno desde varias perspectivas para determinar sus efectos en aspectos económicos, la dependencia, lo legal o lo cultural, en base a las cuales formular propuestas y medidas.
Porque el envejecimiento de la población influirá en la economía, pero también abre perspectivas, ya que “si bien no es lo mejor”, puede entenderse como una “oportunidad”, lo que los expertos llaman la ‘silvereconomy’ o “la economía del cabello gris”, que brinda posibilidades en el ámbito de los servicios, la salud o los cuidados, en los que “Cantabria sería un buen territorio”.
Los expertos que están analizando la estructura de población de Cantabria también miran a otros fenómenos, como las grandes desigualdades territoriales en esta materia, con un fuerte contraste entre las áreas periurbanas y rural, pero también el despoblamiento de los centros urbanos de las grandes ciudades. Esto servirá para localizar la población y los servicios.
También se tendrá que estudiar el envejecimiento activo, es decir, las formas de “sacar partido a esa parte de la población mayor que tiene vitalidad”, por lo que Reques llama a abordar “todas las perspectivas del envejecimiento, desde el realismo total y absoluto”.
Y está el tema no menor de las pensiones, teniendo en cuenta que las tendencias demográficas apuntan a una mayor esperanza de vida, con personas viviendo “más años y en mejores condiciones”, pero sumado a un cambio en el mercado laboral que obliga a crear escenarios demográficos y económicos.
Este punto de las pensiones está causando preocupación. En las últimas semanas se han producido concentraciones espontáneas, convocadas a través de redes sociales, frente a los ayuntamientos.
Y los pensionistas y jubilados de CC.OO en Cantabria salían la semana pasada a la calle a explicar a la ciudadanía las «nefastas consecuencias» de la subida de las pensiones del 0,25% para 2018.
«El Gobierno está condenando a la precariedad a las personas con pensión, que son las que están sosteniendo en buena medida el tejido familiar con sus ingresos», denunciaba Carlos Sánchez, secretario general de CCOO de Cantabria.
En 2017, el poder adquisitivo de los mayores retrocedía un 0,95% más, lo que suma un 2,30% en los dos últimos años: 366 euros menos cada año en función de la pensión media en Cantabria (973,96 euros al mes).
«Nos han congelado las pensiones desde la reforma de 2013 que desvinculaba el cálculo anual del Índice de Precios al Consumo (IPC)», explicaba José Antonio Calderón, secretario general de la Federación de Pensionistas en Cantabria, «y esa congelación sumada a la pérdida de derechos en otros ámbitos condena a muchas personas pensionistas en la práctica a la pobreza y a la reducción de la esperanza de vida».
A la pérdida de poder adquisitivo por estas subidas «ridículas» de las pensiones hay que sumar el copago farmacéutico, que deja 450 medicamentos por fuera de la cobertura de la Seguridad Social, la lista de espera en la atención a la dependencia por falta de financiación, que en 2017 supuso la falta de cobertura para 4.069 personas en Cantabria, y el alto coste de la energía en España, que empuja a la pobreza energética a miles de personas y es la causa del fallecimiento de 7.200 personas cada año en todo el país.
Ignacio Ortiz, secretario de organización de la Federación de pensionistas en Cantabria, ha recordado que «de los 135.000 pensionistas de Cantabria, el 50% cobra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional y el 38% están en el umbral de la pobreza, por debajo de la pensión mínima de 636 euros».
Jorge de Miguel Fuentevilla
Me parece un argumento con muy poca altura intelectual y un insulto a las nuevas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes de la sociedad Cantabra.
Da vergüenza ajena pensar que los que hoy están con las riendas Sociales de Cantabria piensen de una manera tan poco progresista.
Me gustaría dedicar un artículo a la Comunidad Universitaria de Cantabria porque son un «palo en la rueda»para nuestros hijos.