La Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de Cantabria ha omitido información sobre los gastos del Año Lebaniego en las cuentas de la empresa pública CANTUR, desde las que se están realizando parte de los pagos.

Eran unas cifras que habían solicitado partidos de la oposición, como Podemos que, al recibirla en el Parlamento de Cantabria, se ha encontrado con que esas cuentas no estaban completas.

El consejero de Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, se verá obligado a comparecer ante el Parlamento, tras una queja de Podemos por recibir “información incompleta” de los ingresos y pagos del Año Jubilar Lebaniego.

Así, en las cuentas de CANTUR se aprecian los ingresos y las cuentas bancarias correspondientes pero no figuran los conceptos que corresponde a cada ingreso, de forma que no es posible conocer a qué se destinaron esas cantidades de dinero público. 

Podemos denuncia que la información facilitada no incluye conceptos que especifiquen el origen y destino de los gastos.

En consecuencia, Podemos ha emitido una queja debido a que, al revisar las cuentas que había solicitado el pasado mes de julio, ha apreciado que la información no está completa.

Y en aplicación del reglamento, esto supone que el consejero responsable de esta empresa pública, en este caso, Francisco Martín, tendrá que comparecer en el Pleno del Parlamento para explicar los motivos.

Esa comparecencia será el próximo lunes a las 11 horas, antes del pleno parlamentario habitual que comienza a las 16.00 horas.

UNA GESTIÓN MARCADA POR LA OPACIDAD

La opacidad está marcando la gestión de la que estaba llamada a ser la gran cita para el turismo en Cantabria, el Año Lebaniego (el monasterio de Santo Toribio se convierte en lugar de peregrinación, al albergar el lgnum crucis, un fragmento que la Iglesia considera que perteneció a la cruz donde murió Jesús.

El concierto de Enrique Iglesias incluía una cláusula de pago exprés

En septiembre, tanto el PRC como el PSOE votaron en contra de una iniciativa del PP, que apoyó el resto de la oposición pero quedó en empate ante la falta del portavoz popular en la votación, para que, en el plazo de cinco días, se hicieran públicos todos los gastos de los contratos que se han firmado.

En varias ocasiones se ha producido una falta evidente de información. Por ejemplo, nunca se llegó a saber el coste del concierto de Jean Michel Jarre, aunque desde el Gobierno de Cantabria sostienen que tanto éste como el tan criticado de Enrique Iglesias no han costado nada a las arcas públicas al proceder de los patrocinios de empresas privadas.

El fallido concierto de Enrique Iglesias –inicialmente no se quiso difundir la cifra alegando cláusulas de confidencialidad que tienen más empresas contratadas–, en el que el Gobierno invirtió un total de 95.041 euros y que mantiene que tuvo un impacto de 17 millones, trajo una amplia repercusión por las críticas en medios de comunicación nacional por su poca duración o el hecho de que no se despidiera ni hiciera bises.

Además, posteriormente en EL FARADIO informamos de que el contrato de promoción del concierto incluía una cláusula de pago exprés, al día siguiente mismo de su firma, cuando, en Cantabria, el período medio de pago del Gobierno a los proveedores es de 42,6 días.

Se trata del contrato por un importe de 115.000 euros por ocho menciones al concierto en redes sociales, firmado con Market Insider, a cuyo frente está Juan Velasco Espín, manager tanto de Enrique como de Julio Iglesias y que fue con quien se negoció el concierto, objeto de otro contrato con otra empresa y cuyas condiciones no son públicas por una cláusula de confidencialidad.

Tras estas polémicas, el consejero Martín llegó a acusar a la oposición de “insultar” y espantar” a los patrocinadores en un pleno en el que se preguntó por las cuentas del Año Jubilar tras saberse que CANTUR había abierto una línea de crédito a la empresa pública de 2,5 millones de euros.

LA DIMISIÓN DEL RESPONSABLE DE LA EMPRESA Y LAS POLÉMICAS CONTRATACIONES

Las Liebanucas son el producto gastronómico diseñado por LA GALLOFA

Pero la polémica en el Año Jubilar Lebaniego no se limita solo a la gestión de los conciertos, sino que el evento comenzó con mal pie con la dimisión del responsable de la empresa pública que lo gestiona, apenas a cinco días de la apertura de la Puerta del Perdón,  y tras producirse la firma de distintas contrataciones que finalmente no firmó este profesional independiente, sustituido por un militante del PRC.

Entre esas contrataciones se encuentra la del producto alimentario específico, una novedad en el merchandising respecto a otras ediciones.

De hecho, la inclusión de este producto era determinante, con más puntuación, en el pliego de condiciones, que también pedía disponer de una red de tiendas y pertenecer al sector.

En base a esas condiciones, al concurso finalmente sólo se presentaría la empresa La Gallofa,  cuestionada también por sus prácticas sindicales y recientemente ha tenido que readmitir a una empleada a la que despidió durante las elecciones sindicales, y que ha denunciado el trato recibido por la empresa a su regreso.

O también fue menos sonada, pero también polémica, la de la gestión de los patrocinios, que finalmente, tras un convulso proceso, se acabó llevando el despacho Gema Uriarte, exinterventora del Gobierno de Cantabria en la etapa de Ángel Agudo, autora del informe que justificaba la operación del Racing de Santander, y que se llevará comisión por las empresas privadas que apoyen el evento (aunque sean conseguidas por mediación del presidente Revilla).