Los chocolates de la marca Monper, con sus peculiares sabores a anchoa o mojito, se venden ya en países europeos como Bélgica o Austria, y en Emiratos Árabes Unidos.

Los chocolates de Monper

Sus sabores a anchoa, mojito y picante, que se unen a las tradicionales tabletas de chocolate con leche, negro o blanco que también elaboran, y que pronto contará con dos nuevas variedades de café con leche y leche merengada.

La empresa, ubicada en el Parque Empresarial Besaya de Reocín, que visitaba recientemente el consejero de Medio Rural, Jesús Oria, ha alcanzado ya una capacidad de producción de alrededor de 35.000 tabletas anuales.

Y todo desde un origen familiar: Marian Montero y Borja Pérez, de familias que han trabajado durante años el chocolate, recorrieron España para conocer las formas tradicionales de elaborarlo.

Hace un año abrieron un obrador en Reocín, en el que producían sabores más tradicionales como chocolate negro, chocolate blanco y chocolate con leche.

Tras esto, se lanzaron a la “aventura” de recetas más “atrevidas”, “de autor”, como el chocolate con anchoa, el chocolate de mojito y el chocolate picante.

Su método de elaboración se caracteriza por huir del cacao africano y las grasas vegetales, como hacen las grandes marcas, y apostar en su lugar por el cacao de origen centroamericano, el denominado criollo, de donde nació el cacao. Cogen el cacao y no le añaden aditivos o aceites de palma para engordar el producto.

Visita a las instalaciones de Monper

El chocolate de anchoa, con pasta de este pescado, tiene un sabor muy fuerte, salado; y el de mojito trata de reproducir la receta de este cóctel e incluye toques de vainilla.

Tienen una tienda online y se pueden adquirir en establecimientos como Mantequerías cántabras, Mantequerías Frankkort y La tienduca especiales, en Santander; Uniko Alimentación, Aliñarte, Charcutería Barquín, Charcutería Gloria, La Tienda de Patricia, La despensa de Tanos, y Frutería Yaiza, en Torrelavega; además de en locales en Puente San Miguel, Santillana del Mar, Suances, Comillas, Cabezón de la Sal, Caviedes, San Vicente de la Barquera, Unquera o Potes, entre otros.

En la visita, el consejero de Medio Rural, Jesús Oria, felicitaba a sus responsables por “reinventar” este producto y la “promoción impagable de la marca Cantabria” que hace.

Y recordaba que la Consejería ha consignado en el periodo 2016-2019 un total de 22 millones de euros a este sector, que aglutinan casi un 20% de las ventas de la industria regional y una cifra de negocio superior a los 1.700 millones de euros, además de dar empleo a más de 6.500 personas en las más de 350 empresas existentes.

En concreto, en el año 2016, el Gobierno dispuso cerca de 1,5 millones de euros para que la Unión Europea participase con más de 7 millones de euros y produjeran una movilización en el sector privado agroalimentario de 33 millones de euros.