Cuando Eve Ensler escribió en 1994 los Monólogos de la Vagina no dejó ningún tema olvidado. Las piezas, que se representan en actuaciones teatrales, reflejan la dura realidad que viven diariamente millones de mujeres.

Mujeres diferentes, que hablan distintos idiomas, piensan de diversas formas, tienen diferentes colores de piel, edades, alturas, físicos y estilos de vida… Y todas ellas pueden encontrar su representación en alguna de las piezas de los Monólogos.

Los Monólogos de la Vagina cuentan las realidad de las mujeres.

Ensler dejó también un hueco para hablar de las mujeres que salen desde dentro, que se manifiestan antes para ella misma que para el resto del mundo. Aquellas que ya tienen la dificultad añadida desde el momento en que tienen que ‘convencer’ a los demás de lo que son: mujeres.

Uno de los monólogos cuenta la historia historia de la transexualidad. Y, en Cantabria, en la presente edición de los Monólogos de la Vagina, que se celebran los días 15, 16 y 17 de febrero en Santander, Torrelavega y Reinosa, representa esta experiencia alguien que la ha vivido en carne propia.

Camila Castro llegó a España desde Colombia y aquí ha comenzado el cambio para ser quien siempre ha sentido que era. Ella debuta este año como monologuista y llegó a este proyecto a través de otras compañeras que ya son veteranas en la experiencia.

“Buscaba una actividad para integrarme un poco”, cuenta en una entrevista a EL FARADIO DE LA MAÑANA (Arco FM – 103.2 FM), en la que narra cómo llegó a este proyecto, junto a otras tres vaginas que participan. “Aparte de la importancia del proyecto, es un reto personal, un ejemplo de normalización”, asegura, admitiendo que empezó “con algo de miedo” pero que ya se siente en familia con las otras 27 mujeres que actuarán esta semana junto a ella.

Camila reconoce que en el tema de las transexuales “aún falta mucho pero noto que la sociedad va dando pasos adelante con la normalidad”, y cree que la visibilidad ayuda a que los demás “vean que somos personas normales y corrientes”; mujeres y hombres que solo buscan ser ellos mismos.

‘Mataron a la mujer dentro de mí’ es el título del monólogo que interpreta ella. “Bueno, lo intentaron”, recalca, reconociendo que, en su caso, lo intentaron “muchas veces”. La primera guerra, como ocurre siempre, la libró consigo misma. “Todo empieza por nosotras mismas. Por eso es vital aceptarse y respetarse antes a ti misma para que la sociedad lo haga”.

Ella sabe que el apoyo es la principal necesidad para un niño o niña transexual, sobre todo si es de su entorno. “Si existe ese apoyo se tiene menos difícil, porque nunca se tiene fácil”, declara. Por eso aconseja a aquellas adolescentes que pidan ayuda. “Si no lo tienen en su entorno que busquen en asociaciones, que les harán sentir que no están solas, ni que es algo anormal, ni se les va a caer el mundo encima”, asegura, poniendo el énfasis en que esto hay que hablarlo, “porque duele mucho más cuando te lo callas y no buscas ayuda”.

“NECESITAMOS CONCIENCIAR A TODOS DE LAS DIFICULTADES QUE VIVIMOS POR SER MUJERES”

Cuatro de las vaginas monologuistas con Guillem Ruisánchez en Arco FM.

Camila no estará sola en el escenario. Junto a ella, otras 27 mujeres interpretarán diferentes monólogos que hablan de distintas realidades. Algunos son divertidos pero otros son realmente muy duros, ya que tratan temas como la ablación, las violaciones, la violencia doméstica, el acoso sexual…

“Lo importante es hacer entender que somos mujeres, compañeras y que tenemos que ayudarnos”, opina Miriam Bustillo, presidenta de la Asociación Mujeres Jóvenes de Cantabria. “Tenemos que desterrar la idea de que somos enemigas”, una teoría en la que la sociedad ha incidido tanto que ha habido quien ha acabado por creérsela.

Además de MUJOCA, diversas asociaciones y colectivos de Cantabria, y del resto de España, colaboran en la elaboración de los Monólogos y es mucho el trabajo que se lleva a cabo detrás del telón.

El evento, anual, se celebra por todo el mundo para recaudar fondos para proyectos a favor de las mujeres. Todo deriva del movimiento internacional V-Day, que trabaja para detener la violencia contra niñas y mujeres en todo el globo.

En Cantabria, una de las veteranas que ha estado en cuatro de las cinco ediciones es Carmen Martín, coordinadora de la Asociación Cántabra contra el SIDA y vicepresidenta de la Red Cántabra contra la Pobreza, que el año pasado representó el monólogo de Camila.

“Es muy duro porque habla de que intentaron matar a la mujer que había dentro de ella y cuenta cómo las transexuales sufren mucha violencia, institucional, social, familiar, en el entorno laboral…”. A ella este año le ha tocado hablar de dos historias que narran sobre una mujer que amaba hacer felices a otras vaginas y otra que habla sobre el momento del parto.

Cada una de las 17 piezas cuenta una historia diferente pero el trasfondo es el mismo: las consecuencias del machismo. Y, para solucionarlo, requiere la colaboración de todos. “Es necesario concienciar a toda la sociedad para vean las dificultades que vivimos por ser mujer”, insiste Miriam Bustillo una vez más.

Ella, en ‘Mi falda corta’, habla de cómo las mujeres podemos vestirnos como queramos sin que eso implique una invitación de ningún tipo a agredirnos o acosarnos.

U otro tema, el que interpreta en solitario Lucía López Areal, ‘porque le gustaba verla’, en el que habla “muy bien de los hombres”, junto a otro que representa, en compañía de tres vaginas más, incluida su madre, y en el que conversan sobre ‘Mi vagina furiosa’.

Todos estos monólogos y muchos más se celebrarán este jueves, 15 de febrero, en el teatro Casyc de Santander –con entradas agotadas-, el viernes 16 en el teatro Marqués de Santillana de Torrelavega y el 17 de febrero en el Teatro Principal de Reinosa.

Las entradas solidarias cuestan cinco euros y pueden adquirirse en la tienda Manuel Muñoz y el café Nueva Sinfonía de Torrelavega y los bares El Almacén y El Tabique de Reinosa.