El Ayuntamiento de Santander regulariza el contrato de los viales con COPSESA
Copsesa (Construcciones y Obras Públicas San Emeterio SA) ha logrado el contrato de los viales de Santander, por primera vez en concurrencia con otras empresas, ya que las anteriores veces que lo había gestionado había sido o heredado o prorrogado por distintos motivos, como errores en los pliegos por parte del Ayuntamiento de la capital cántabra.
La adjudicación la hizo la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Santander la pasada semana, por un importe de 1,8 millones anuales durante cuatro años (dos millones si se tiene en cuenta el IVA), según consta en documentación municipal a la que ha tenido acceso EL FARADIO.
A este contrato aspiraban empresas como Ascan-Acciona, Siec o Arruti, entre otras.
Copsesa ha resultado la mejor puntuada en la mayoría de los apartados a examen, logrando 91 puntos. En el apartado económico, aplicó una baja del 44,22% respecto al precio fijado inicialmente por el Ayuntamiento.
El acuerdo se adoptaba el pasado 13 de febrero, en la misma semana del tercer aniversario del fallecimiento de Amparo Pérez, la anciana fallecida tras una larga lucha contra la expropiación de un vial en la S-20, con apenas uso en la actualidad, que logró tras una baja temeraria y en el que se produjeron posteriores sobrecostes económicos.
REGULARIZACIÓN DE UN CONTRATO: PRIMERA VEZ QUE LO LOGRA POR CONCURSO
El procedimiento se inició en mayo de 2017 por un precio de licitación de 2,2 millones de euros, y supuso el inicio de una regulación de un contrato que llevaba varios años marcado por la provisionalidad.
Porque pese a que es la primera vez que lo logra en concurso, COPSESA lleva gestionando los viales de Santander desde el año 2013.
La primera vez que lo asumió fue a través de una ante la desaparición de la anterior empresa adjudicataria con motivo de la crisis económica, en 2013.
Copsesa lo asumió entre ese período y junio de 2014. En 2015 (justo un día después de las elecciones municipales), se aprobó la prórroga del servicio, autorizándose un gasto de 940.00 euros que incluía una revisión, pedida por la empresa, por un valor de 243.125 euros, para compensar el período anterior en que lo había venido realizando.
En 2017 fue un error en los pliegos el que le permitió retener nuevamente el contrato, al darse contradicciones entre los precios del contrato que figuraba en los pliegos redactados por el Ayuntamiento de Santander y en la forma de valorar la oferta económica.
Esa contradicción afectaba tanto al contenido de la propuesta como la forma de valorarlo, en lo que es una infracción que no podía corregirse más adelante, por lo que se ha tenido que desistir del procedimiento y aprobar un nuevo expediente.
En este caso la prórroga, suscrita en el mes de mayo, tenía un importe de 733.333 euros por el tiempo equivalente a lo que lo había venido prestando, si bien ya se valoraba el servicio en 2,2 millones de euros anuales, casi el doble respecto a los 940.000 de la primera prórroga.
EL CONTRATO
El contrato incluye las labores de conservación de las 740 calles y los alrededor de 400 kilómetros de viales existentes en el municipio, que suman, en total, más de 4,3 millones de metros cuadrados de calzadas y 1,7 millones de metros cuadrados de aceras.
A través de este contrato se realizan trabajos de reparación del firme en aquellos viales que se van deteriorando con el paso del tiempo o que requieren intervenciones. Además, se mejoran o renuevan pavimentos en aceras, o se acondicionan tramos en otras zonas
Las empresas aspirantes debían contar con una flota de al menos 17 vehículos: siete furgonetas y coches, seis furgones, una minipala con martillo, un camión pluma grande y otro pequeño, y un camión termo-multifunción.
Además, el pliego del contrato establece que el adjudicatario deberá estar acreditado conforme a las normas ISO 14001 de gestión medioambiental e ISO 9001 de gestión de calidad.
Para la ejecución de los trabajos, COPSESA propone la formación de cinco equipos para la reparación de aceras, un equipo para trabajos en calzada y otro para la red de drenaje y grandes reparaciones, y detalla las instalaciones que pone a disposición para la realización del servicio, entre las que se encuentran una planta propia de hormigón y mezclas asfálticas.
Además, respecto a la flota de vehículos para la conservación y mantenimiento de viales, la empresa ha propuesto vehículos eléctricos.
MULTAS PERDONADAS, SOBRECOSTES CAMUFLADOS
COPSESA es la constructora del exalcalde de Ramales de la Victoria, José Domingo San Emeterio, del mismo partido que gobierna en Santander, donde es adjudicatario habitual de obras como el cambio de aceras en el Cabildo, el carril bici de Castilla-Hermida o la conexión con la Peña del Cuervo o el proyecto de asfalto ecológico que se iba a implantar en toda la ciudad y del que nunca más se supo, entre otras.
La empresa es responsable de obras como el polémico vial de Amparo Pérez en la S-20, adjudicado con baja temeraria –es decir, con un coste de 3,7 millones de euros notablemente inferior a lo establecido por el Ayuntamiento-, que luego tuvo sobrecostes de 220.000 euros que se justificaron en circunstancias aparecidas con posterioridad a las obras.
O del nuevo parque en Tetuán, que simula cráteres y valles: también lo consiguió por baja temeraria (321.000 euros frente a los 454.000 anunciados).
Y se retrasó dos veces en los plazos: pero el caso es que en lugar de multarla (como marca la Ley) , se interpretó que los motivos del retraso (la aparición de una instalación eléctrica y las peticiones vecinales) no eran su culpa. La Ley también marca que si el retraso no es imputable a la empresa, la sanción tampoco.
Poco después, se detectó un coste extra a esos trabajos, 30.000 euros, en unas obras complementarias en el mismo proyecto que no pueden considerarse literalmente sobrecoste, ya que no se modificó el contrato, sino que se plasmó a través de los contratos menores.
Lo mismo sucedió en La Albericia: en unas obras conseguidas igualmente por baja temeraria, de reordenación y adecuación de plazas, parques y jardines –que supusieron la desaparición de una bolera en la zona– se le amplió el plazo en un mes para dar cabida a una serie de modificaciones en el proyecto (nueva pavimentación, supresión de barreras arquitectónicas, nuevas circulaciones, nueva iluminación de tecnología led, incorporación de un nuevo y contemporáneo mobiliario urbano y proyecto de jardinería).
Estos modificados no se consideraron desde el Ayuntamiento sustanciales, sino de interés público, por lo que el retraso no acarreó sanción por incumplimiento del contrato.
Copsesa también aspira, junto a grandes del sector, al contrato del mantenimiento de los jardines, paralizado precisamente por problemas con la documentación entregada por ellos.