En defensa de las pensiones: “Nosotros levantamos este país y tendremos que seguir”
Cuando más de 2.000 personas se juntan en el mismo sitio, se establecen cientos de conversaciones simultáneas que acaban, poco a poco, confluyendo en una sola voz.
Es lo que ha sucedido este jueves en Santander, frente a la sede de la Seguridad Social, el sitio al que alguna vez hemos tenido que ir a hacer trámites.
Ese ha sido el escenario en el que Cantabria se ha sumado a las concentraciones en defensa de las pensiones que se han repetido en ciudades de toda España y que aquí, tras los tímidos conatos de la semana pasada, ya ha sido multitudinaria, hasta el punto de ocupar la calzada en Calvo Sotelo, la principal arteria en el centro de Santander.
Ha sido una concentración muy variada, en la que se ha combinado la profesionalidad del mundo sindical más habituado a la protesta, con sus pancartas y banderas (convocaban UGT y Comisiones Obreras), con el puntillo más artesanal de los mensajes pintados directamente sobre el cartón, con mensajes como “Que no te roben la pensión”, “Trabajo digno, pensión digna” o “La patria en la nevera, no en la pulsera”.
Y no sólo ha ido gente mayor, ya que también han estado jóvenes o de mediana edad acompañando a sus padres o abuelos.
Por escucharse, en los lemas se han revivido algunos de los clásicos del 15M, como el “No hay pan para tanto chorizo” e incluso la concentración ha terminado entre gritos de “Sí se puede, sí se puede”.
“ES NUESTRO DINERO”
En el run rún de las conversaciones de quienes a estas alturas ya no se callan por nada latía la preocupación no sólo por la escasa subida de las pensiones.
O la “burla” o “vergüenza” que para ellos ha supuesto la carta enviada por el Gobierno central a sus casas informándole del mínimo alza.
“Estafa” o “robo” son algunas de las expresiones con las que se han referido a lo que está sucediendo, en análisis que no pueden evitar el contraste entre las alusiones a que no hay dinero para las pensiones y el recordatorio de los casos de corrupción o el rescate bancario.
“Para eso sí hay dinero”, se desesperaba una manifestante. “Que devuelvan lo robado. Si devolvieran lo que han robado, este país sería otro”, apostillaba un señor en un corrillo que se acabó mezclando con otro.
Durante los peores años han sostenido a las familias ante las dificultades económicas o la carrera de obstáculos de la conciliación, y están teniendo un peso todavía por contar en el mundo del sindicalismo o de los movimientos sociales.
Y ahora escuchan mensajes sobre que son los que menos han sufrido la crisis o que las pensiones no están garantizadas. “Es un derecho, es nuestro dinero”, recuerdan.
“AHORA LES TOCA A ELLOS”
Sobre todo, trata de hacer ver, y poco a poco van teniendo éxito en extender ese mensaje, en que no se trata de un problema que afecte únicamente a los que ya están jubilados o a los que están a punto de serlo.
Por eso, reclaman un esfuerzo colectivo de todas las generaciones. Por un lado, se muestran dispuestos a abanderarlo, tras recordar sus años pasados de lucha: “nosotros levantamos este país, y si tenemos que seguir, pues tendremos que seguir”.
“Ha sido nuestro esfuerzo el que hizo posible que nuestros hijos fueran a la universidad, algo que nosotros no pudimos hacer. Por eso les digo que ahora les toca a ellos salir por nosotros, que muevan el culo y salgan a la calle”, recalcaba una mujer. Poco después, otro hombre insistía en que “lo que estamos haciendo hoy aquí les ayudará a ellos, así que ya ves, seguimos cuidando de ellos”.
Las próximas concentraciones se realizarán en Torrelavega –el 15 de marzo a las 12h en la Plaza del Ayuntamiento- y en Reinosa –el 22 de marzo a las 12h en la Plaza del Ayuntamiento, sin olvidar la que cada lunes se viene celebrando ante el Ayuntamiento de Marina de Cudeyo.
EL VIENTO DEL NORTE QUE QUIERE BARRER A LOS INTERINOS
El manifestódromo en el que se ha convertido este jueves la aparantemente tranquila ciudad de Santander ha incluido también protestas frente a la sede del Gobierno de Cantabria en Peña Herbosa.
Allí, los interinos del Ejecutivo han advertido, a ritmo de canciones (desde Viento del Norte a Despacito, con las letras adaptadas) dentro del tono festivo que viene acompañando a otras protestas como la del CAD de Sierrallana, de que unas 500 personas podrían perder su trabajo dentro del Gobierno si se consuma el intento de que las próximas selecciones de personal no se hagan de una lista que ya existe y de la que se forma parte tras pasar un examen, sino a través del currículum, como en una empresa privada, con el temor a que en una institución pública que gestionen políticos acaben pesando otros criterios más personalistas.
El sindicato TU lamentaba la imposición de este nuevo modelo, sin avisarles previamente y apelando a un informe jurídico que nadie les ha enseñado.
EL MANIFESTÓDROMO
El manifestódromo no para este finde: el domingo a las 12.00 frente al Ayuntamiento, como en ciudades de toda España, la iniciativa #Hablamos? ha convocado ante la preocupación por los retrocesos en la libertad de expresión, al hilo de las condenas a raperos, la retirada de una obra sobre “presos políticos” de Arco o el secuestro judicial de Fariña, el libro sobre el narco gallego editado por Libros del KO, editorial de origen cántabro.
Y en la imperturbable Santander, las obras de las escolleras en la playa de La Magdalena –ideadas para evitar la pérdida de arena—han colmado el vaso de la paciencia de a quienes les preocupa el paisaje: Arca y el Grupo Alceda han convocado una concentración el domingo a las 12 contra lo que consideran un “atentado” paisajístico.
Aunque lo que más está desatando la crítica en la capital es el MetroTus, ese nuevo sistema de transporte público basado en carriles específicos, autobuses lanzadera e intercambiadores a lo gran ciudad, que se está saldando con retrasos que afectan fundamentalmente a la periferia de Santander, barrios como Cueto o Peñacastillo, pero también la universidad, lo que ha llevado a la creación de una plataforma de afectados que ha convocado este sábado a las 12.00 horas una concentración de protesta en la Plaza del Ayuntamiento. El malestar es tal que el Ayuntamiento ya habla abiertamente de buscar consenso tras hablar con los perjudicados.
Y, por supuesto, cerrando el círculo porque los pensionistas ya les han anunciado su apoyo y muchas de las organizadoras estaban ahí con sus mayores, está la huelga de mujeres del 8 de marzo, que aunará motivos como la brecha salarial, el peso en los cuidados, el acoso o la violencia de género. Si ellas paran, se para el mundo.