Una convocatoria que ensancha el debate sobre el feminismo
La convocatoria global de una huelga orientada especialmente a las mujeres era una circunstancia tan inédita que ha generado dudas, reticencias y críticas.
Ese es quizás uno de sus principales hitos que se puede apuntar ya, como destacaba en los días previos la empresaria Lucía Zamora (del grupo hostelero Deluz) en EL FARADIO DE LA MAÑANA, de Arco FM (103.2 FM), que la cita es una buena oportunidad para hablar sobre temas de igualdad, feminismo y la situación de las mujeres, con sus hijos.
Para empezar, la huelga ha supuesto un revulsivo para darle una vuelta a lo que no dejaba de ser una cita habitual, la celebración del Día Internacional de la Mujer, con el que se conmemora la represión que sufrieron mujeres huelguistas.
Desde esta perspectiva, ha conseguido ser un punto importante en la agenda mediática y política durante las últimas semanas, hasta el punto de que las portadas de medios como ABC o La Razón amanecían hoy centradas en las mujeres.
Había dos convocatorias: la de los sindicatos más tradicionales, que plantearon un paro de dos horas –que justifican en la necesidad de brindar opciones– y otro total, abanderado por otros sindicatos como CGT y más engarzado con el movimiento feminista, que encuadraba la huelga no sólo en lo laboral o educativo, sino que lo abría a los cuidados de hogar o el consumo para poner el énfasis en el sostén que desempeñan las mujeres (desmintiendo de paso los argumentarios de que se trataba una huelga elitista por dirigirse a las que ya tenían trabajo)
El tratarse de una huelga centrada en las mujeres ha abierto debate sobre el papel de los hombres, sobre si lo secundaban o no, y ahí se han lanzado recomendaciones como que ellos atendieran los cuidados o se hicieran cargo de los servicios mínimos para que no tuvieran que ejecutarlos ellas.
Tras muchos años en que el debate público se había centrado en la violencia de género, el foco se ha abierto a una variedad de temas, desde la forma de encarar como sociedad los casos de violaciones, a raíz del caso de la manada, a las distintas formas de acoso, gracias a la visiiblidad global que le ha dado el #MeToo de las actrices de Hollywood.
Sobre todo, se ha hablado mucho de brecha salarial, de la diferencia entre lo que cobran hombres y mujeres, o del trabajo más silencioso de los cuidados, protagonista de un debate específico en los días previos a la huelga y visibilizado hoy mismo con los puntos habilitados en el Centro Cultural Eureka y en la librería La Libre.
Una de las patas del debate, la que más debate, ha provocado, son las alusiones al carácter anticapitalista de uno de los manifiestos convocantes.
Hoy mismo, el diputado de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Félix Álvarez, mostraba en la tertulia de EL FARADIO DE LA MAÑANA su respeto a la convocatoria y a las causas que se exponen, además de defender que será un éxito y un día importante, si bien se distanciaba de la huelga por verla “politizada” e «ideologizada» precisamente por las referencias al capitalismo en el manifiesto. Ese es el motivo por el que su partido no la secunda, aunque sí que acudirán a la manifestación de la tarde.
Junto a él estaban en la tertulia, María Jesús Cedrún, que fue secretaria general de UGT en Cantabria y ahora es consejera en el Consejo Económico y Social a nivel nacional, y que reivindicaba el carácter político de la huelga, en el sentido de que la política es pensamiento e influye en las decisiones que afectan al día a día de la gente, quien opinaba que lo que en realidad causa rechazo es la huelga como instrumento.
Tanto Cedrún como Gema Martínez (gilda, maestra, música, implicada en movimientos feministas), vinculadas al mundo de la educación, advertían de determinados retrocesos en las conductas que se vienen detectando en jóvenes y adolescentes, o los estereotipos de género que se siguen reproduciendo en ámbitos dirigidos a los jóvenes, como, los videojuegos.
Mientras hay mujeres, como planteaba la abogada Pilar de la Hera, a la que lo que les causa rechazo es el discurso que considera a la mujer como «víctima», otras voces escuchadas en los últimos días, como la de la abogada María Mendieta, presidenta del Consejo cántabro del Movimiento Europeo, abogaban por un feminismo más transversal que permitiera superar escollos ideológicos y acercar a mujeres de distintas sensibilidades en torno a la lucha común de la igualdad.